CAPÍTULO 48

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Sergio y Lydia estaban muy ocupados preparando las actuaciones de los programas especiales de Navidad y, la semana que Jason y Nicky estuvieron fuera, los dos viajaron por separado y tuvieron que contar con Rosa para que se hiciera cargo de los niños.

Carlos estaba en el patio del colegio solo, como cada día, viendo a los otros niños jugar y sin unirse a ellos. Todos estaban enfadados con él por la última pelea y no se atrevían a acercarse.

- ¡Hola! – dijo Alicia sentándose a su lado con su bocadillo. Carlos le dedicó una sonrisa. Alicia era capaz de hacerlo sonreír siempre.

- ¿No juegas con tus amigos? – preguntó Carlos al ver que había dejado a los otros niños para ir con él.

- Quiero jugar contigo- dijo Alicia mirándole fijamente con esos ojos azules que eran capaces de expresar todos los sentimientos del mundo.

- Yo no estoy jugando.

- ¿Por qué? Si esos niños no quieren jugar contigo, puedes jugar con otros- para Alicia era muy fácil. Ella y Sam tenían ese carisma especial que hacía que todos quisieran estar a su alrededor.

- Ninguno quiere jugar conmigo porque me peleé con ellos- Alicia le miró con una sonrisa.

- Son tontos, no les hagas caso- la niña miró hacia los niños sacándoles la lengua con la mala suerte de que uno la vio y se acercó a ellos.

- ¿Qué pasa "china"? ¿Tienes algún problema? – preguntó el niño dirigiéndose a Alicia, que se puso en pie y se encaró con el niño.

- ¿Tienes tú algún problema? – dijo Alicia mostrando mucha más valentía de la que una niña de seis años debería mostrar a niños de diez.

- ¡Me has sacado la lengua! – acusó el niño. Alicia rio y Carlos, viendo venir un problema, se puso en pie junto a ella protegiéndola.

- ¿Yo? ¿A ti? – preguntó Alicia con chulería.

- Alicia, déjalo estar- dijo Carlos poniéndose delante de Alicia al ver que los otros dos niños se acercaban también y el "jefe de la banda" se acercaba demasiado a Alicia.

- ¿Qué vas, de hermano mayor? – rio el niño empujando a Carlos- No es tu hermana. A ti no te quisieron ni tus padres.

- Ali, ve a jugar con tus amigos- dijo Carlos a la niña para que se alejase.

- Eso "Ali" apártate de él no se te vaya a contagiar algo de su enfermedad- se burló el niño.

- Carlos no está enfermo- aseguró Alicia enfrentándose a los tres niños.

- Mis padres dicen que no controla la ira- Alicia empezó a reír al escuchar al niño. Todos la miraron extrañados.

- Con un idiota como tú, a todos nos cuesta controlar nuestra ira- dijo la niña en tono burlón.

- ¡Eres una salvaje como tu padre! Suponiendo que sea tu padre de verdad. Seguro que algún día serás una delincuente como él y también acabas en la cárcel- Alicia no pudo contenerse y se lanzó a por el niño dándole una patada en la espinilla. El niño intentó defenderse y empujó a Alicia que se tropezó y se cayó al suelo llorando.

Carlos no quería pelearse de nuevo. No quería causar más problemas y que Sergio se arrepintiese de tenerlo en casa.

Se acercó a Alicia y la ayudó a levantarse del suelo comprobando que la niña estaba bien y que no se había hecho daño. Solo se había llenado las manos de barro.

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