CAPÍTULO 31

12 2 0
                                    


Charlie y Madison estaban aprovechando su viaje de negocios también como una pequeña escapada.

Realmente habían disfrutado de muy pocos momentos los dos solos. Primero mientras tuvieron que cuidar de sus hermanos y después ya estaba Danny.

En unos meses habría un bebé y pasaría un tiempo hasta que pudieran estar de nuevo los dos solos.

Aprovecharon cada día, después de sus reuniones por las mañanas, para hacer algo de turismo, salir a cenar, al cine, y también para disfrutarse el uno al otro, especialmente esto último.

- Creo que desde ..., desde nunca. Nunca hemos tenido este tiempo para estar solos- dijo Charlie abrazando a Madison desnuda en la cama.

- ¿Desde la primera noche en mi apartamento? – Madison hizo una cuenta mental.

- Pero entonces yo no estaba tan feliz como ahora. Ahora me siento el hombre más afortunado del mundo. No puedo pedir nada más- confesó.

- Creo que yo tampoco he sido tan feliz nunca. No puedo creer que seas el chico que venía solo a tomar café y al que todas las chicas mirábamos con más o menos disimulo.

- Nadie me miraba- dijo Charlie riendo.

- ¿Bromeas? Charlie, todas te miraban. No te imaginas las conversaciones de mis compañeras en la cocina de la cafetería. Todas sabíamos de memoria lo que pedías.

- Me estás tomando el pelo- Charlie sonrió.

- No, para nada. No puedo creer que no te dieses cuenta- Madison rio divertida.

- ¿Cómo iba a darme cuenta? Siempre me atendías tú. Ni siquiera recuerdo a las otras camareras- Charlie pensó que nunca habría olvidado la sonrisa de Madison que era capaz de iluminar sus días más oscuros. Todos los días agradecía que Danny hubiese heredado esa sonrisa de su madre.

- Esa novia que tuviste, estuvo viniendo un mes hasta que le hiciste caso. Nunca pensé que fuera para ti.

- ¿Celosa? – bromeó Charlie.

- La odiaba- rio Madison- igual que todas las demás. Todas la odiábamos, iba a llevarse al único chico que merecía la pena de todos los que pasaban por allí- Charlie empezó a reír.

- ¿Merecía la pena? No teníais ni idea de nada sobre mí. Sabes bien que mi vida era bastante complicada y...

- Y no estabas interesado en fiestas ni borracheras, no jugabas a las conquistas con las chicas, eras educado, amable y muy, muy guapo- Madison se puso sobre él y lo besó con pasión- y te quedaste conmigo.

- Bueno, no puedo decir que me dieses muchas opciones- bromeó Charlie.

- Si te las diese ahora, ¿te quedarías conmigo?

- Sabes la respuesta. Mi vida sin ti no tiene sentido. Te convertiste en el centro de todo desde el día que me obligaste a contratarte- confesó- No podría haber elegido mejor.

- Necesitabas un empujoncito- rio Madison besándolo de nuevo- Pero ya veo que ahora ya no lo necesitas.

Charlie rio disfrutando las últimas horas solos antes de volver a la locura Parker en toda su gloria al llegar a casa.

Andy y Alex habían avanzado mucho con el proyecto y estaban listos para presentar sus avances a los inversores.

- Mi padre quiere que vayamos el miércoles de la semana que viene y que le presentemos el proyecto a él y a sus socios antes de que lo vea el resto de la junta- informó Alex a Andy que la miró un poco extrañada.

Los ParkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora