CAPÍTULO 49

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A Nicky siempre le costaba despedirse de su familia al marcharse. Con ellos estaba en casa y, a pesar de que tenía ganas de ver a Sergio, no le resultaba fácil alejarse.

- Volveremos el mes que viene para las navidades- dijo Jason al verla preparar el equipaje con gesto taciturno.

- Lo sé, pero ahora mismo me siento como que no pertenezco a ningún sitio. Tengo la sensación de que, esté donde esté, me pierdo algo. Si estamos aquí añoro a Sergio y si estamos allí, echo de menos a mis hermanos.

- Supongo que yo me acostumbré a vivir sin vosotros cuando estaba en la universidad. Nunca intenté hacer nada que me atase a estar allí, así que simplemente soportaba echaros de menos. Una vez regresé, nunca necesité volver- explicó Jason.

Él ni siquiera sentía la necesidad de ver a sus padres. Desde que se graduó y se mudó con Nicky apenas veía a su madre una o dos veces al año y ella siempre ponía la excusa de ver a los niños, nunca decía que quería verle y ni siquiera llamaba por teléfono. De su padre prácticamente no sabía nada desde que intentó negociar con "Construcciones Hermanos Parker" y Jason lo desaconsejó por motivos económicos y su padre dejó de hablarle definitivamente.

Sam estaba jugando con Jayden y con Chloe en el jardín cuando llegó Andy buscando a su hija.

- Chloe, tenemos que irnos, hoy tienes que ir a ver a Karen- dijo Andy con cautela. No era la primera vez que la niña le montaba una escena por no querer ir.

- Pero quiero seguir jugando con ellos, se van esta tarde y tenemos que terminar esta partida- protestó la niña.

- Te dará tiempo a terminar después, te lo prometo- la niña se cruzó de brazos y negó con la cabeza- Chloe, por favor, no lo hagas más difícil- dijo Andy en una súplica. Cada día le resultaba más difícil llevar a la niña a esas visitas y Chloe cada día protestaba más.

- Odio a Karen y odio al juez que dijo que tengo que ir a verla- protestó Chloe pateando el suelo mientras se dirigía hacia la casa.

Andy caminó tras ella maldiciendo a Karen en silencio. Lo único que iba a alegrar su día era que tenía que reunirse con Alex para ir a comer a casa.

Caminaba con Chloe de la mano hacia el edificio en el que se realizaban las visitas vigiladas. A medida que se acercaba le embargaba la desazón y la angustia por tener que dejar allí a Chloe cerca de Karen. Incluso el propio edificio era desagradable y frío a la vista. Siempre pensaba que Nicky sería capaz de convertirlo en un lugar más atractivo.

- ¿Me esperarás aquí? – preguntó Chloe cuando la asistente social se la llevaba a ver a Karen.

- Sí y Alex estará también. Vendrá para ir a comer todos juntos- dijo Andy con una sonrisa para que la niña no notase que estaba triste.

- Vale. Tengo ganas de ver a Alex- la niña tenía una buena relación con Alex y eso hacía que Andy estuviera muy tranquilo. Le gustaba verlas juntas y deseaba por encima de todas las cosas que Alex fuese la madre de verdad de su hija y no Karen. Chloe dio dos pasos con la asistente social antes de darse la vuelta y correr hacia su padre dándole un abrazo- papá, te quiero- dijo antes de volver con la mujer y desaparecer por la puerta.

Andy se quedó un instante recuperando la respiración antes de ir a la sala de espera. Saludó a varias personas que estaban esperando como él. Otros padres y madres separados que coincidían habitualmente con él en el mismo sitio.

Envió un par de mensajes a Alex para indicarle bien la dirección y bajó a la calle a buscarla.

- ¿Estás bien? no tienes buena cara- preguntó Alex nada más verle.

- Es este dichoso edificio, me pone de mal humor- dijo Andy abrazando a Alex antes de regresar a la sala de espera.

Chloe no tardó en salir y saludó a Alex efusivamente. Realmente se alegraba de verla y Andy sonrió al verlas juntas.

- Señor Parker, ¿tiene un minuto? – la asistente social se acercó a él. Andy asintió y la acompañó a una salita dejando a la niña con Alex- vamos a valorar de nuevo a la niña. Nos parece preocupante la actitud que muestra en presencia de su madre.

- Pero, ¿está bien? – Andy se preocupó al instante. Era algo irracional.

- Bueno, queremos valorarla por eso. No habla nada y parece que tiene miedo- Andy se mostró sorprendido. Chloe era incapaz de estar callada y que le dijese que la niña no hablaba era realmente preocupante- voy a recomendar que se suspendan las visitas hasta que sea más mayor o hasta que esté más preparada.

- De acuerdo- aceptó Andy. Para ellos sería una alegría que se suspendiesen esas visitas.

Se reunió con Alex y con Chloe y bajaron a la calle. La niña iba entre los dos saltando cogida de sus manos.

- ¿Puedo ir a por un helado? – pidió Chloe señalando la heladería a la que le llevaba Andy después de las visitas para mejorar su estado de ánimo.

- Vale, pero nos lo llevamos, has dejado a tus primos esperando para terminar la partida- Andy entró en la heladería y pidió el helado favorito de Chloe.

Miró a la niña jugando con Alex a través de la cristalera. Cada vez que las veía estaba más seguro de que todo estaría bien mientras estuvieran juntos.

Salió con el helado y se lo dio a la niña.

Se disponían a irse a casa cuando una voz tras ellos le hizo girarse.

- ¡Andrew! ¿Quién es ella? – preguntó Karen con exigencia señalando a Alex.

- Creo que no es asunto tuyo- dijo Andy intentando mantener la calma.

- ¡Es asunto mío si está con mi hija!- gritó Karen haciendo que varios viandantes les mirasen.

- Karen, no puedes estar aquí. Hay una orden de alejamiento- recordó Andy evitando una escena delante de la niña.

- ¿Sabes qué? ¡Me da lo mismo esa orden! Si yo no estoy contigo, ella tampoco- dijo señalando a Alex que miraba la escena incapaz de decir una sola palabra- Y la niña se viene conmigo- estiró la mano para coger a Chloe.

- ¡No! ¡No voy a irme contigo nunca más! – gritó Chloe antes de salir corriendo hacia la carretera.

- ¡Ven aquí, demonio! – gritó Karen corriendo tras la niña y haciendo que Chloe continuase corriendo mirando hacia atrás.

Andy vio llegar el coche como si fuera una escena a cámara lenta.

- ¡Chloe, para! ¡Chloe! – gritó a la vez que salió corriendo tras ella.

Andy adelantó a Karen y llegó a la niña en el mismo momento en el que sintió que todo se volvía loco. Empezó a ver la calle desde arriba, como si pudiera volar antes de ver solo el gris del asfalto.

Vio el helado de Chloe en el suelo y, unos metros más allá, a la pequeña tumbada en el suelo.

- Chloe- dijo intentando llegar a ella sin conseguirlo- ¡Chloe!

- ¡Andy! ¡Andy! ¡Una ambulancia! ¡Llamen a una ambulancia! – era la voz de Alex.

- Alex, Chloe, ¿cómo está Chloe? – preguntó antes de que todo se desvaneciera.

- ¡Andy! ¡Andy! ¡No te vayas! ¡No nos dejes! ¡Andy!

La voz de Alex se apagó. Todo se apagó.

- ¡Papá! – Chloe no podía dejar de llorar abrazada a Andy que continuaba tendido en el asfalto.


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