Sergio llegó a casa después del interminable viaje de vuelta en avión cansado y asqueado, discutiendo con Alicia todo el camino desde que se despertó y supo que tendría que irse con sus abuelos.
- Alicia, os vais de vacaciones, lo vas a pasar bien. Siempre lo pasas bien con ellos- Sergio intentaba convencerla buscando un cambio de actitud para que no recibiese a sus abuelos enfadada.
- Sí, con ellos me lo paso bien y con el tío Rober también, pero me lo paso mejor con las primas y con Jayden- explicó Alicia enfurruñada.
- Bueno, avisaré a los abuelos para que te dejen llamarlas siempre que quieras- Sergio sabía que los padres de Inés se lo consentían todo a la niña y que no pondrían ningún problema para tenerla contenta.
- Vale, y ¿tú que vas a estar haciendo? – Alicia aceptó irse con sus abuelos, pero se interesó por lo que pensaba hacer su padre sin ella.
- Tengo que trabajar. Iré a varios programas de televisión, podrás verme y tengo que actuar en un par de sitios- no le dijo que pensaba aprovechar para visitar a Lydia al mismo tiempo que iba a los programas de televisión y que en una de las actuaciones, estaría ella también pues era un festival con varios artistas.
Después de descansar del viaje y de preparar el equipaje para las vacaciones de Alicia. La llevó a casa de Arantxa y de Roberto, que ya la estaban esperando.
No estaban demasiado contentos por el retraso de las vacaciones debido a que se habían quedado más tiempo por la operación de Jayden, aunque habían entendido la situación y no dijeron nada al respecto.
- Pásalo bien con los abuelos, iré a visitarte dentro de diez días- Sergio se despidió de Alicia pensando ya en esa visita.
Regresó a casa taciturno. Con ella en casa no había pesadillas, pero echarla de menos le provocaba insomnio y pesadillas, aunque con menos intensidad que cuando era más joven.
Había dado unos días de vacaciones a Manu y se quedó en casa sin saber bien qué hacer. Se había acostumbrado a tener allí a Alicia y a Manu y sentía la casa demasiado grande y silenciosa sin ellos.
Llamó a Lydia. Necesitaba hablar con ella, como cada día, y no podía esperar el momento de estar con ella de nuevo.
La distancia de las últimas semanas había suavizado un poco sus sentimientos a pesar de hablar todos los días. Para Sergio era importante mantener ese contacto con Lydia, no solo por su necesidad de verla y hablar con ella, sino también para asegurarse de que ella estaba bien y superaba su depresión.
Llamó por teléfono para hablar con ella antes de viajar y poder verla al día siguiente.
- ¿Ya estás en casa? – preguntó Lydia nada más responder.
- Hemos llegado esta mañana y ya he dejado a Alicia con sus abuelos- explicó.
- ¿Cuándo llegas? – se interesó.
- Mañana. He quedado con Hugo a las ocho y supongo que llegaremos antes de comer- informó Sergio.
- ¿Hugo? ¿No viene Manu? – se extrañó Lydia. Sergio no iba a ningún sitio público sin él y sabía que tenía varios actos.
- Tiene unos días de vacaciones.
- ¿Quieres que quedemos para comer? – sugirió Lydia esperanzada con una respuesta afirmativa.
- Sí, claro. Tengo ganas de verte- confesó intentando no parecer demasiado ansioso.
- ¿Vienes a mi casa? – desde luego la casa de Sergio no era una opción. Hacía meses que estaba vacía y, a pesar de que Rosa se encargaba de mantenerla mientras no estaban, no tenía ni idea de lo que podría encontrar en la nevera.
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Los Parker
AléatoireLa vida de Nicky y su familia ha quedado unida a la de Sergio. Los Parker continúan recorriendo el camino de la vida enfrentándose a cada obstáculo que se les presenta. Vuelve el amor y el desamor en la familia Parker. El orden de las historias es...