CAPÍTULO 56

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Sergio y Lydia estaban ya en Barcelona para las fiestas. Habían decidido quedarse en casa de Sergio y no en el apartamento de Lydia pues era más grande y cabían mejor los cuatro.

- ¿Estás seguro que te sientes preparado para conocer a toda mi familia? Puedo decirles que voy yo sola si no estás seguro- Sergio había prometido a Lydia que pasarían el día de Nochebuena y el de Navidad con su familia pues esa era su costumbre.

- Te he dicho mil veces que iré contigo a pasar las fiestas con tu familia, a no ser que no quieras que vaya- él estaba convencido de ir con ella, pero esa insistencia de Lydia, le hacía pensar que quizá ella no estaba segura- Si no quieres que vaya, dímelo- la voz de Sergio sonó demasiado dura, como si estuviera enfadado.

- ¡Claro que quiero que vengas! Quiero presentarte a toda mi familia, que te conozcan y que conozcan a los niños- dijo Lydia poniendo las manos en las mejillas de Sergio y obligándole a levantar su mirada del suelo.

- Si te avergüenzas de mí, yo lo entiendo. Puedo quedarme aquí con los niños.

- ¿Avergonzarme de ti? ¿Estás tonto? ¿De verdad piensas que podría? – Lydia lo estrechó entre sus brazos.

- No lo sé. Tu familia ya conoce mi pasado y, bueno, quizá no sea lo que tus padres quieren para ti y menos ahora con dos niños y...- empezó a decir Sergio enumerando un montón de inconvenientes que estaban solo en su cabeza.

- Sergio, mis padres saben tu pasado y también que tienes dos niños y quizá no seas lo que esperaban para mí, pero también saben que no he sido tan feliz con nadie en mi vida, que solo quiero formar parte de esta familia contigo.

No había nada que Sergio desease más que formar esa familia con Lydia. De hecho, ya pensaba que eran una familia. Ellos dos, Alicia y Carlos.

Sergio recibió un nuevo correo electrónico con la tercera negativa a la adopción de Carlos. No era la última oportunidad, pero cada vez se iban agotando las probabilidades.

- ¿Qué pasa? – preguntó Lydia al verle mirando la pantalla de su ordenador con gesto de preocupación- ¿Han vuelto a decir que no?

- Todavía no llego a los puntos por no haber terminado la universidad- se lamentó Sergio. Si en su expediente pusiese que tenía estudios superiores, llegaría a la puntuación requerida para la adopción.

Lydia se acercó y le abrazó con cariño.

Sergio la había visto un poco rara desde que regresaron de Estados Unidos. Era como si le estuviera ocultando algo y, cada vez que recibían el correo con la negativa, todavía se volvía más misteriosa.

- Todo irá bien. Al final lo vas a conseguir- dijo Lydia besándole.

- Eso espero. No puedo ni imaginar que lo aparten de nosotros y que crezca en pisos tutelados

- Eso no va a pasar- aseguró Lydia.

- No lo sé, es la tercera vez que rechazan la petición- dijo Sergio algo inseguro.

- No te preocupes, Carlos se va a quedar para siempre con nosotros- y diciendo esto, Lydia salió de la habitación dejando a Sergio pensativo.

Lydia quería quedarse con ellos para siempre y quizá fuese el momento de plantearle ese matrimonio que tanto miedo le daba nombrar.

Los niños llegaron corriendo y cerró el ordenador rápidamente para ayudar a Lydia a arreglarlos e ir a la cena de Nochebuena con la familia de Lydia.

- ¿Nervioso? – preguntó Lydia después de aparcar el coche mientras caminaban hacia la casa de sus abuelos.

- Ya conozco a tus padres y a tus hermanos- dijo Sergio intentando parecer tranquilo cuando estaba realmente aterrorizado ante la idea de presentarse ante toda la familia de Lydia que simplemente le sonrió y se cogió de su brazo acurrucándose un poco para evitar el frío.

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