CAPÍTULO 52

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Después de conseguir los permisos pertinentes para poder sacar a Carlos del país, Sergio fue a casa de los padres de Inés para recoger a la niña y avisarles de que no sabía el tiempo que estarían fuera y que, probablemente, sería necesario cambiar las visitas del siguiente fin de semana.

- Pues no entiendo por qué no puedes dejar a la niña con nosotros. Entendemos que quieras ir con tus amigos, pero ella no tiene porqué ir. Ya es bastante que las últimas veces que has viajado has preferido dejarla con la asistenta antes que con nosotros- protestó Arantxa mostrando su disconformidad con que Sergio se llevase a la niña.

- Ya os lo expliqué, estando Carlos en casa, es mejor que se queden los dos juntos, igual que ahora también es mejor que vengan conmigo. Además, Rosa no es la "asistenta", ha cuidado de Alicia desde que nació y es parte de la familia- explicó Sergio molesto con la actitud de los padres de Inés.

- ¿Vas a adoptar a Carlos? - preguntó Roberto.

- Sí, ya he iniciado los trámites- respondió Sergio agradecido del cambio de tema.

- Haces bien - Roberto hizo una pausa- Ahora pienso que debimos darte otra oportunidad- Sergio se encogió de hombros- Inés nos lo pidió muchas veces y sé que nunca nos perdonó que te devolviésemos a servicios sociales.

- No es momento de arrepentirse de nada. No podemos volver al pasado- Sergio no quería hablar de Inés con ellos.

- Quiero que sepas que, si nos necesitas, estaremos encantados de quedarnos también con él cuando tengas que viajar- a Sergio le sorprendió que fuera Roberto y no Arantxa el que hiciera ese ofrecimiento y no quiso pensar que era para pasar más tiempo con Alicia, sino para evitar la culpa que les perseguía desde la muerte de Inés por no haberle dado una oportunidad a él cuando era pequeño.

- Lo tendré en cuenta y os lo agradezco mucho- dijo Sergio despidiéndose para irse con Alicia al aeropuerto mientras Carlos esperaba con Lydia en el coche.

Estaba realmente preocupado por el estado de Andy y las noticias que le daban cada vez que llamaba no eran tranquilizadoras. Hacía casi dos días que le habían operado y todavía no había despertado.

En el hospital hacían turnos para ir a casa a descansar y ducharse, pero Charlie no se había movido del lado de su hermano desde el momento en el que les habían dejado entrar a verlo.

La primera impresión cuando lo vio por primera vez tumbado en esa cama lo destrozó.

Le habían rapado el pelo para operarle y tenía un gotero para alimentarles y cables que lo conectaban a una máquina que indicaba que su corazón continuaba latiendo con normalidad. Nunca había visto a ninguno de sus hermanos tan vulnerable, ni siquiera cuando Liam tuvo el accidente.

Andy estaba dormido, pero no mostraba más señales de estar vivo que el pitido regular de sus latidos en la máquina.

Tenía las dos piernas inmovilizadas y también su brazo derecho. Verle así le destrozaba por dentro a pesar de que las noticias de los médicos indicaban que la evolución no era mala y la inflamación de su cerebro estaba disminuyendo y pronto podrían despertarlo.

Tenía miedo de la reacción de Andy al verse en ese estado.

- Charlie, ve a casa, dúchate y descansa- ordenó Dave entrando en la habitación.

Charlie dormitaba agotado en un sillón junto a la cama de Andy sin soltarle la mano. Solo cedía su sitio a Alex que, en ese momento, había salido para ver a sus padres que habían viajado para estar con ella.

- No, estoy bien- rechazó Charlie.

- No lo estás. Estás agotado y Andy nos va a necesitar cuando despierte- Dave le miró con una autoridad que nunca le había mostrado- yo me quedaré hasta que llegue Alex.

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