👩🏻‍🦰15🤴🏻

2.3K 232 8
                                    

-Sé que está por aquí.- Murmuró la cercana voz de Xander.

Se había escuchado tan cerca de mi escondite que prácticamente pude sentir su aliento. Temí por mi seguridad y tenía razón para hacerlo porque me había encontrado. La puerta comenzó a abrirse y aunque con mi cuerpo lo intentase postergar, era inevitable que no entrase.

-La he encontrado.- Susurró. Su mano había asomado por la pequeña abertura y se aferró a mi tobillo.

-¡NO!- Empujé la puerta hacia su mano, capturándola en un doloroso agarre.

Él definitivamente iba a torturarme y luego me quitaría la vida. Yo no tenía forma de escapar y solo estaba logrando desatar su ira.

-¡Maldita sea!- Bramó.

Aún con el dolor que suponía debía sentir, abrió la puerta por completo y me dejó expuesta ante su peligrosa postura y mirada. En esos instantes me pregunté mentalmente si tenía un límite de vidas en la época medieval o si por otro lado, podía morir dolorosamente y regresar luego cuantas veces quisiera. No quería averiguarlo pero la situación me daba a entender que lo averiguaría.

Tomó mi brazo casi doblándolo en un ángulo anormal y volvió a llevarme arrastras hacia su habitación. Mi cuerpo fue lanzado con salvajismo hacia la incómoda cama, en un pequeño pestañear mi falda dejó de cubrirme las piernas y fue arrojada al otro extremo de la habitación.

-Se lo advierto, no me obligue a tomarla por la fuerza.- Su cuerpo se colocó sobre el mío.- Créame, no le agradara volverse mi mujer de esta forma porque no seré gentil. ¿Entendió?

Asentí repetidas veces, estaba tan asustada que no podía hablar o si quiera abrir la boca. Su peso ejercía tanta presión en mi estómago que este dolía y me costaba respirar.

-Dese un baño y cámbiese, le subirán la cena dentro de poco.- Avisó hostilmente.

Xander bajó de encima de mi cuerpo y desapareció no sin antes cerrar la puerta desde el exterior. No lo entendía, se suponía que ya no debía estar respirando pero allí me encontraba, semidesnuda y temblando de miedo. Mi mente no comprendía porqué no me había asesinado si lo había herido y posteriormente echado a correr. Con cautela me levanté de la cama y me dirigí hacia el espacio en donde se encontraba la pequeña bañera, necesitaba un baño con urgencia. Mi piel se quejó cuando entró en contacto con las frías aguas que la acariciaban, supuse que llevaba algún tiempo allí, tal vez desde que había ordenado que me desnudase.

-Aun así, no son formas.- Murmuré para mí.

Él podía haber ordenado que llenaran la bañera para poder lavarme pero no era la manera correcta para informarme que el baño estaba listo. Acaricié mis hombros distraídamente mientras analizaba lo sucedido y solo salí de ahí cuando me sentí completamente limpia y renovada. Tomé el primer vestido que encontré y me lo coloqué con prisa, no sabía si alguien se atrevería a entrar sin avisar y me vería desnuda. Tenía una idea en la cabeza cuando mis pies detuvieron su andar frente a la ventana del dormitorio, tenía que burlar la seguridad y salir volando de Villa Vurshka.

-Uno, dos, tres...- Susurré. Contaba los segundos que habían entre el inminente encuentro de los soldados que caminaban por los alrededores.- Quince.

Pasaban aproximadamente quince segundos sin que nadie vigilara la zona. Tenía que ser rápida y silenciosa si quería salir pero había un pequeño inconveniente y era que con mi intento de huida anterior, Xander había fortalecido la seguridad. Obligatoriamente tenía que dormir en ese lugar una noche más hasta que él se relajara un poco y esperaba que eso sucediese a la noche siguiente porque no tenía pensado ser la madre de los hijos de ese hombre.

Retorno Medieval© EE #2 [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora