-Deja de molestarme.- Me quejé desde el interior del baño.
-¿Todavía?- Volvió a preguntar.
-Malek, es una bendita prueba de embarazo y tardan unos minutos.- Le informé cansina.- Sabes la respuesta y aun así insististe en comprobarlo y aquí estamos, cálmate.
-Solo quiero estar seguro.- Murmuró.
El resultado de la prueba de embarazo había salido a relucir y ya por fin podía salir del baño y mostrarle lo que decía a aquel fastidioso chico. Tan pronto abrí la puerta mi mirada cayó en los despeinados cabello del hombre que me miraba expectante. Malek pocas veces estaba despeinado, solo cuando se acababa de despertar, teníamos intimidad o cuando estaba desesperado, como era el caso.
-¿Ya?- Preguntó.
-Sí.- Asentí, mostrándole la prueba.- Po-si-ti-vo.
-Ahora sí...- Murmuró aliviado.- Vamos a dormir, ahora sí puedo estar tranquilo.
En la mañana Malek había despertado decidido, tal vez demasiado pero era una lástima que ese sentimiento le durase bastante poco, justo cuando mi hermano abrió la puerta de la casa familiar.
-¿Qué?- Preguntó desafiante.
-¿Qué de qué?- Lo retó Malek.
-Oye topito, muévete o tiraré de tus mejillas hasta cansarme.- Mi amenaza surgió efecto, salió corriendo en búsqueda de protección maternal.
-Oh, es maravilloso tenerlos aquí.- Saludó mamá con alegría.- Malek, querido.
-Pilar, ¿cómo estás?- Preguntó Malek intentando ocultar sus nervios.
-Muy bien, ¿y ustedes?- Se giró hacia mí y me envolvió en un cálido abrazo maternal.
-Bien mamá.- Respondí sonriente.
-Pasen, pasen.- Se hizo a un lado.- ¿Quieren tomar algo?
-Por favor...- Murmuré.- Te ayudo.
-No, no.- Negó repetidas veces.- Siéntate. Vuelvo de inmediato.
Mamá a pesar de ser amorosa y agradable, tenía a Malek realmente nervioso. Desde que habíamos comenzado el camino hacia la casa familiar él había estado pasando sus manos por los pantalones y moviendo la pierna sin control.
-Tranquilo.- Susurré por novena vez.
-Estoy tranquilo.- Aseguró pero al ver que señalaba su pierna comenzó a reír.- De acuerdo.
-Tengan.- Extendió los vasos llenos de delicioso jugo de naranja y zanahoria y se sentó en su sofá.- ¿Qué ocurre?
-Bueno mamá...- No sabía qué decir para alivianar la tensa atmósfera.
-Al grano.- Animó.
-Vengo a pedir tu permiso para casarme con ella.- Habló Malek con falsa seguridad.
-¿Está embarazada?- Preguntó sin inmutarse.
-Eres tan indiscreta.- Susurré.
-Sí.- Respondió él por lo bajo.
-¿Qué?- Gritó ella.- ¿Voy a ser abuela?
-Ajá.- Murmuré.
-Creí que esto nunca sucedería.- Mamá fingió que unas lágrimas caían por sus mejillas.- Ya lo suponía, mis niños. Han vivido juntos durante dos años, era cuestión de tiempo que decidieran casarse y formar su propia familia.
-¿Tengo tu permiso?- Malek estaba tan tenso que parecía que sus huesos se quebrarían.
-Por supuesto que sí, eres parte de la familia desde que llegaste a su vida.- Ella sonreía con todo su esplendor y la amé más que nunca, nos apoyaba sin importar nuestras decisiones.- Estaré más que feliz de tenerte como yerno oficialmente.
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Retorno Medieval© EE #2 [EN EDICIÓN]
Fantasi💫Esta historia es completamente de mi autoría por lo que se prohíbe su copia o adaptación.💫 •Segundo libro de la saga EE.• •Necesitas leer Destino Medieval para entender lo que sucede y para conocer a los personajes.• Habían pasado años en la époc...