Prefacio

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Una lluvia de verano abraza el cementerio.

Todos los lunes después de terapia, él llega sin ramos de flores, sin preguntas, sólo lágrimas, confesiones de sus sesiones y dolor. Mucho dolor.

—Voy progresando finalmente, o eso es lo que el Dr. Goodman dice. Él dice: «Paso a paso, Thomas, con lo que tú creas manejar». Me hizo hacer una lista para manejar el trauma, poco a poco. Cosas realistas de mayor a menor. Como volver a ir al Gran Cañón, pero acompañado. Volver a ver a mi familia. Volver a cocinar. Volver por mi auto. Tocar la guitarra. Escuchar Paradise. Llamar a mis antiguos amigos para ver cómo están. Y guardar esto...

Se sienta junto a la lápida levantando su rodilla para apoyar su brazo, viendo el anillo con el zafiro.

El anillo que su madre le entregó para que se lo diera a la chica de sus sueños.

Sonríe apenas recordando cuando se lo puso en su dedo de la mano derecha, pero justo su sonrisa se desvanece y se convierte nuevamente en llanto cuando recuerda que fue esa misma noche que la perdió.

Él cree que lo peor de todo es haberla perdido por una decisión impulsiva de parte de ella.

Una decisión que él jamás comprenderá.

—Me obligaste a vivir sin ti —le dice a la lápida, llorando—. Tú tenías que vivir. No tenías porqué coño hacerlo, no tenías el derecho de hacerlo. No tenías porqué...

Vuelve a ver el anillo y lo sujeta cerrando su mano.

—No me vengas con esa basura del cuento del pequeño ángel y que estarás conmigo siempre viviendo en mi pecho, porque ya han pasado dos malditos años y tú todavía no estás aquí sosteniendo mi puta mano —deja caer el anillo al aflojar la mano dejándose quebrar.

Solloza maldiciendo el día en que la perdió.

Llora por su ausencia dándose golpes en el pecho teniendo la cabeza gacha mientras sus lágrimas caen en la superficie del suelo junto a la lluvia donde los restos de ella yacen bajo tierra.

—¡Deja de latir, y sal de una jodida vez de aquí para abrazarte, maldita sea!

Llora más.

—¡Sal de mi pecho para verte aunque sea una vez! —Se golpea el pecho.

Deja salir todo el dolor.

—¡Sal!

Sin embargo, aunque su corazón late, se siente muerto por dentro.

Levanta el anillo volviendo a introducirlo en su bolsillo, pasa su pelo mojado hacía atrás con sus manos antes de subirse la capucha de su rompevientos, y se aleja sin mirar atrás todavía llorando, en silencio ésta vez, metiendo sus manos en los bolsillos de sus vaqueros y encogiendo sus hombros.

Volverá en siete días a pasar un rato y tratar de sentirla cerca, como todos los lunes desde que se mudó a esa ciudad.











Nota: Desastre De Amor es la secuela de Mi Corazón Es Tuyo, sin embargo, es toda una nueva historia de romance con nuestro protagonista Thomas. No es completamente necesario leer Mi Corazón Es Tuyo primero, aunque es muchísimo mejor estar enterado del pasado para comprender a Thomas. Sí quieres estar al tanto, la historia está en mi perfil.

Multimedia: Ángel de Yuridia.

Desastre De AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora