Capítulo 18

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—Es un soplo en el corazón —dice el Doctor viendo al hermano mayor de Thomas que se encuentra acostado en su camilla conectado a máquinas que bipean una y otra vez, éste, que aparenta unos casi cuarenta, y aunque esté pálido y con ojeras, sonríe mientras Lori se exalta.

Creo que se alegra de seguir con vida.

—Oh, por Dios. Un soplo en el corazón —se lleva las manos a su cabeza su mujer.

—Cálmate, dramática —le ordena Timothy que acaba de entrar sin Tammy pues ésta se ha ido por alguna razón que desconozco—. Ni siquiera sabes qué es eso.

Thomas golpea a Timothy en el brazo de manera sutil para que se calle. Se me hace incómodo pero debo estar aquí. Junto a él.

Para él.

—Continúe, Doc —pide Travis.

—Efectivamente sufriste un ataque cardíaco, casi nos dejas. Al escuchar tu corazón supe que ese soplo fue lo que ocasionó el infarto y me dí cuenta que te iba a fastidiar una vez más y decidí operarte para restaurar la válvula dañada. Pero...

—Oh, Dios —interrumpe otra vez Lori, abrumada.

—Pero, tenías otras válvulas dañadas por causa de un ataque anterior. Al examinar bien, descubrimos en el quirófano que este ha sido tu segundo infarto, seguramente el primero fue leve y no le diste importancia, hace como cuatro años, creemos. Si reparábamos todas las válvulas dañadas, no ibas a poder sobrevivir a la operación, así que reparamos lo que pudimos, porque no quisimos abrirte hasta arriba, pero tuvimos que colocarte un marca pasos porque no pudimos encontrar la manera de eliminar el daño por completo. Sólo reparamos algo que puede volver a dañarse.

—Eso fue cuando sufriste el accidente, Thomas —asegura Lori—. ¿Por qué no le diste importancia, Travis?  —Pregunta ya llorando.

Timothy rueda los ojos harto de su cuñada y Thomas respira profundo introduciendo sus manos en los bolsillos.

—Estoy bien, mujer —se defiende Travis—. Este soplo, Doc, ¿se sale con un pedo o qué coño?

Thomas y Timothy se ríen por lo bajo y Lori se enfurece.

—¡No puedo creer que hagas bromas ahora!

—Deja de ser tan ridícula —se queja Timothy aburrido.

—Oye —le advierte Thomas, ya serio.

—Tiene tratamiento como cualquiera enfermedad —asegura el Doctor—. Claro, es evidente que puedes sufrir otro infarto en cualquier momento y no vas a poder sobrevivir.

—¡Querido Jesucristo! —Se lamenta Lori.

—No es una buena enfermedad —continúa el Doctor.

—¿Buena? —Pregunta indignada la mujer de Travis—. ¡¿Qué enfermedad es buena?!

El Doctor baja las comisuras de sus labios mientras hace ademanes buscando palabras.

—¿Pie de atleta?

—Caspa —comparte Travis.

—Esa es buena —afirma Timothy.

Los hermanos rubios se ríen un poco y Lori se enfurece más.

—¿En serio? Esto es un show de comedia para ustedes. ¡Yo me voy! —Exclama tomando su bolso—. Explícale tú a tus hijos que vas a morir. Yo no puedo con esto —se aleja a la puerta.

Desastre De AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora