Capítulo 21

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Thomas



La confronto aunque no sea el momento ni el lugar para hacerlo.

—Dijiste ayer que estabas a punto de enamorarte de mí. ¿Me amas?

No quiero que se aleje.

Por favor, di que estabas siendo una buena amiga solamente.

—Sí —musita rompiendo mi corazón.

No, no, no, maldita sea. No puede amarme. No puede.

La siento cerca y abro los ojos al ver los profundos suyos.

—¿Por qué?

—Porque estás roto. Porque yo seré la razón de que entiendas que no eres un desastre, que puedes volver a ser amado incluso si no terminamos juntos.

Llega a mí las memorias de que todas las personas que llegan amarme, me dejan.

—Entonces, me dejarás.

—No, Thomas —asegura haciendo que todo me duela—. Tú lo harás —su voz es suave y convincente—. Tú terminarás esto —derrama lágrimas causando que me odie más por cómo la estoy haciendo sufrir—. Cuando estés listo.

—¿Qué se supone que debo hacer, Olivia? El acuerdo era que no debíamos involucrarnos emocionalmente. Tú lo pediste así y ahora me dices que estás enamorada.

—Eso sucede cuando dos personas se gustan y que cuando están juntas es fenomenal —contesta y tiene toda la razón—. Y cuando se encuentra eso, cuando dos personas son imperfectamente compatibles, se entregan —es verdad—. Quieren estar juntos sin importar lo que pueda venir —frunce el ceño dolida.

Eso ya es imposible para mí. No puedo hacerlo otra vez.

—No sólo las follan y luego las dejan llorando desnuda en su cama haciéndola sentir como una completa mierda —agrega quebrando su voz.

Me mata.

Me quedo mudo. La he hecho sentir como mierda. Eso me mata lenta y dolorosamente. No puedo hacerle más daño.

—No funcionamos —le digo—. Ser amigos no funciona. Todo esto ha sido una enorme equivocación.

—No tengo nada que hacer aquí si ya no seremos amigos. Te dije. Eras tú quien me iba a dejar. Quizás más adelante entiendas que yo fui la razón por la cual sepas que no eres un miserable hombre.

El dolor de mi estómago ya me está pidiendo amortiguación para aliviarse pero me niego a usar mis manos para presionarlo.

Merezco el dolor.

Es mejor hacerle este daño ya que la he cagado, y no hacerle uno más grande después cuando sus sentimientos estén más implicados.

Ella suelta el aire negando con la cabeza y se aleja rápido a la puerta de salida a un lado. Verla irse así me termina de matar.

He aprendido sobrellevar la culpa de todo lo que hice antes todo este tiempo. Sin embargo, con ella, es aún más doloroso, por ser la mujer con la que he estado después de Cassie, eso la vuelve valiosa para mí. Me desgarra el alma verla partir, siento que si se va, no volveré a verla nunca más y estaría fallando en algo que me he negado. Y no estoy preparado para eso.

No quiero cometer el mismo error con ella. Que no me deje ella también, por favor.

—Olivia —la llamo siguiéndola hasta afuera—. Olivia... Olivia, no quise decir eso —la detengo refiriéndome a que no quise lastimarla.

Desastre De AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora