Pasaron los días, estas vacaciones fueron muy diferentes a lo esperado, pero Gracias a Dios, todo se fue solucionando con el correr del tiempo.
Mi madre quedó destrozada luego del accidente, pero sus heridas fueron sanando, y esos recuerdos no la atormentan tan a menudo cómo antes. Al igual mi hermano, sufrió mucho para que yo sufriera lo menos posible, pero se podría decir, que ya estábamos terminando de superar esta montaña de la vida.
Pasaron los meses, y ya nos fuimos acostumbrando a la idea de que papá no volvería nunca, y que de ahora en más estaríamos los 3 solos, pero juntos.
Mamá consiguió un espectacular trabajo como editora de una revista de actualidad. Este trabajo no le demandaba mucho de su tiempo, trabajaba de 7 a.m. a 3 p.m., así el resto de la tarde se dedicaba exclusivamente a nosotros. Ganaba un sueldo digno, con el cuál tanto Ezequiel como a mí jamás nos faltó nada.
Las cosas iban de maravilla, mi hermano terminaría la primaria para pasar al secundario y yo estaba por terminar mi 4° grado, mientras que mamá había conseguido un ascenso en lo que respectaba a su trabajo. Sin embargo, con ese ascenso vino una noticia, no mala, no buena, si no más que nada inesperada.
Deberíamos mudarnos.
La mudanza sería a la Provincia de Santa Fe, en una ciudad bastante grande, en un barrio algo acomodado por decirlo así. Al final de clases, ya nos iríamos, y para serles sinceras, me fascinó la noticia, estaba entusiasma y curiosa, tanto que ya quería saber cómo sería la nueva casa, el nuevo barrio y la nueva vida que nos esperaba. No me importaba mucho que fuera en la misma provincia de la tal Gloria, ya que no creía que nos encontráramos ni por mera casualidad. En cambio, a mi hermano la noticia no le agradó mucho, dejar atrás a sus amigos y a Evelyn, la chica que le gustaba, iba a ser algo complicado, pero después de una charla de más de una 1 hora, lo convencimos de que sería una oportunidad para comenzar de cero y conocer persona nuevas, y porque no, amores nuevos.
Llegó el día. Ese día recuerdo que apenas había logrado dormir debido a la emoción. Estábamos revisando los últimos detalles...
Maletas, listas ✔
Pasajes, listos ✔
Expectativas y esperanzas, más que listas.✔✔✔
Nuestras cosas se las habían llevado hace dos días aproximadamente el camión de mudanza, así cuando llegáramos cada cosa, estaría en su lugar.
Durante ese lapso de tiempo, lamentablemente, nos quedamos en la casa de Vicky, que divertido, nótese mi sarcasmo. Y yo, al ser la más pequeña, me toco dormir en su habitación. Vivía restregándome sus revistas de chismes, sus Barbie's último modelo y su casita del árbol con más objetos que su propia casa.
Solo una hora más, solo una, y me liberaría de esta cabeza hueca de una vez por todas.
¡SI! Al fin el reloj marco las 2p.m. y nos encaminamos al aeropuerto a tomar nuestro vuelo.
Nos despedimos de la hermosa familia de mi tío, sarcasmo nuevamente, y subimos en el avión. Sinceramente, del viaje no puedo comentarles gran cosa, ya que dormí aproximadamente todo el transcurso de este.
Apenas abrí mis ojos, oí la voz de locutora de la azafata, que decía:
— Estamos aterrizando en Santa Fe capital, por favor ajustarse los cinturones y gracias por elegir Aeroline...—
Deje de prestarle atención al oír el típico discurso publicitario que estas decían al llegar a destino.
— Es hora, vamos Lu — dijo mi hermano agarrándome del brazo
— Ya voy, ya voy... — dije aún adormecida.
— Vamos si es que quieres tu revista — me dijo mirándome desafiante
— ¡Ahi voy! ¡¡Ahi voy!! — exclame ansiosa.
Mi revista. No es lo que piensan. Desde pequeña creo que Dios ya me estaba llamando a ser diferente, ya que no me gustaban las típicas revistas de chismes que a toda niña le fascinaba, sino una revista para niños cristianos. En mi niñez, nunca fui seriamente educada en fe. Pero aún así este tipo de revistas me encantaban, al igual que esas personas de diferentes religiones que venían a casa a predicar. Me llenaba. Me sentía amada. Era un sentimiento especial que no lograba conseguir hablando de ningún otro tema que no fuese Dios.
Llegamos a casa, y como esperábamos estaba, todo en su lugar.
Era una hermosa casa de dos pisos, de color blanco en su exterior, con un patio delantero enorme, lleno de hermosas flores de variados colores.
Al abrir la puerta, contemplamos una cómoda sala de estar pintada de un color salmón oscuro. Al lado de esta se encontraba una pared con una pequeña ventana que dividía esta con la cocina.
En medio de ambas había una escalera que daba al segundo piso, donde se encontraban las distintas habitaciones.
Al pisar esa casa, me di cuenta de que comenzaría acá otro capítulo de mi vida, un capítulo diferente, una vida diferente, con momentos y emociones diferentes. Una nueva aventura, que estaba dispuesta a vivir.
Casa nueva de Luciana en Multimedia♥
ESTÁS LEYENDO
Guerrera De Cristo. [TERMINADA]
Teen FictionEsta es la historia de Luciana, una joven que decide encaminarse en el camino de Cristo. Un camino lleno de piedras que querrán hacerla tropezar. Un camino difícil y lleno de obstáculos, por el simple hecho de ser el camino correcto y que para segu...