RECHAZADA.

Capitulo 31

¿Me está protegiendo?

-¡No bajes la guardia!- Me alertó Mireia.

Un lobo venía directo hacia mí, pero antes de poder hacer algo Jace lo destrozó. ¿Qué diablos hace protegiéndome? ¿Qué hace siquiera en la pelea? ¿No debería estar escondido en algún lado?

Dos lobos atacaron a Jace, el logro tomar a uno por una pata y quitárselo de encima pero el segundo estaba enganchado a su lomo, se lo quite inmediatamente y le torcí el cuello con un poquitín de magia.

Un poquito no está de más.

Empezamos a pelear hombro a hombro, el cubriéndome de los que me llegaban de más y viceversa, pero esto no parece tener final, ya llevamos así como 40 minutos y siguen saliendo intrusos hasta de las piedras.

Busqué a mi papá con la mirada para pedirle permiso de hacer algo. Con el cuerpo de un intruso en el hocico me dijo.

-Haz lo que debas hacer. Confío en ti.

Con la aprobación de mi padre empecé a tratar de concentrarme para hacer una barrera de magia que protegiera la manada de nuevos intrusos, las he hecho antes en menor escala como para cuidar la casa y suelen durar varias semanas pero la manada es muy grande puede que solo dure un par de horas, con suerte días. Intentaba concentrarme para lograr esto pero los intrusos no me dejaban en paz, esto está siendo muy complejo. Puedo romperle el cuello a cualquier lobo solo con verlo pero si me llegan tres al mismo tiempo es complejo romper cuellos, generar una barrera invisible y además no llamar demasiado la atención.

Mientras pensaba en esto un lobo me llega por la espalda y me tira al suelo. Aún aturdida por el impacto busco al lobo para arrancarle la cabeza. Pero ya es tarde, Jace me lo quitó de encima y le sacó los intestinos. Tiene el hocico lleno de sangre.

Adorable.

-¿Estás bien? - Pregunto agitado.

-Si, pero esto no está dando resultado. Tenemos que hacer algo que evite que sigan llegando. - Le respondí. Si el me cubre el tiempo suficiente para lograr terminar la barrera y tal vez lograr dormir a los intrusos para que acaben con ellos.

-¿Qué tienes en mente?. - Le conté rápidamente lo que tenía planeado hacer mientras seguíamos luchando. - ¿Estás segura de poder con eso? La manada es muy grande. Podrías debilitar te como tu madre.- Comentó con algo parecido a la preocupación.

-Es muy poco probable que eso pase. Se que no lo crees pero soy bastante fuerte. - Le espere ofendida. - Sígueme.

Empecé a correr hacia un árbol muy grande, me transforme en humana y rápidamente me subí a este. Mientras Jace se quedó cuidando que nadie se me acercara.

Cerré los ojos dispuesto a darlo todo para conseguir que la barrera sea exitosa. Empecé a visualizar toda la manada, cada casa, cada árbol, cada estanque. Todo. Susurre el hechizo. Y justo como esperaba en mi dedo meñique apareció un delicado lazo blanco, esto significa que la barrera está lista, nadie que no sea miembro de esta manada podrá entrar o salir. Mientras este lazo este en mi meñique la barrera estará intacta.

-¿Estás bien? - Jace preguntó acelerado.

-La barrera está lista, veré que puedo hacer para esto termine de inmediato. - Conteste.

-¡NO! Deja las cosas así, podemos encargarnos del resto juntos, no te sobre esfuerces podría pasarte algo.- Me alertó alarmado. Lo ignore y subí a un árbol, empecé a conjurar un hechizo para dormir a los intrusos. No debo equivocarme, esto requiere demasiada concentración, podría dormir a todo el mundo en vez de solo a los intrusos. Empecé a conjurar en voz alta, sentí la mirada de Jace clavada en mi pero no puedo detenerme ahora, interrumpir un hechizo puede llevar a grandes consecuencias. Sentí como mi cara enrojecida mientras decía las últimas sílabas del conjuro. Cerré los ojos y con mi propia uña me rasgue la palma de la mano, dos gotas de sangre caen libremente al suelo. Cuando lleguen a su destino todo estará en su lugar. Cerré mis ojos esperando lo mejor. Unos segundos más tarde los sonidos de la matanza que se estaba llevando a cabo desaparecieron por completo. Abrí los ojos lentamente, me sentía cansada, pero aún podía acabar con 30 lobos sin problema. Un parpadeo y sentí que me giraron bruscamente. Jace estaba en su forma humana gritándome. ¿En qué momento se subió al árbol?