Me quedé en el bosque, solo. Viendo como quien se supone sería el amor de mi vida, mi razón de ser. Se iba con otro.
Pero todo esto lo he provocado yo. No puedo sentarme a fingir ser la víctima en todo esto cuando en realidad soy el único responsable de todo lo malo que me ha pasado.
Cuando era niño y mi madre me explicó en qué consistía un mate, la idea me llenaba de alegría profunda y auténtica emoción. Ella merece a ese niño. No al corrupto hombre en el que se ha convertido.
Aunque quisiera pensar en su perdón. La verdad es que la idea de disculparme, arreglar las cosas con ella y tener una larga vida feliz con ella como mi Beta, una docena de cachorros correteando entre nosotros. Tampoco es algo que desee con fervor.
No se que es lo que quiero, mucho menos lo que necesito para conseguirlo. Toda mi vida desde mi nacimiento fue planeada. Crecerás más fuerte que todos los cachorros de la manada, serás el más listo, el más audaz, compasivo y dominante. Encontrarás a tu mate, estarás atado a ella de por vida para tener cachorros y proteger la manada.
¿Se puede vivir de esa forma? ¿Puedes ser feliz cuando ya tienes escrito en piedra cada una de tus acciones, triunfos y derrotas?
La diosa es sádica como sabía.
Pero yo no he nacido para obedecer los mandatos de nadie, ni siquiera los de una diosa. Se perfectamente que la única razón por la cual creo que no puedo vivir sin Sofía es porque ella así lo ha querido. Pero no acepto imposiciones de ningún tipo.
Si la hubiese conocido en otras circunstancias. En otra vida quizás, siendo de otra especie, sin el dominio absoluto de una diosa irracional en nuestra vida. Tal vez hubiésemos sido felices, tal vez la hubiera amado honestamente y no por una imposición.
Ella... Merece a alguien que le regale sus ojos cuando los de ella no puedan ver, que le regale sus manos cuando las de ella queden inservibles. Que le regale su corazón y su vida entera cuando la de ella se oxide y no pueda más.
Pero lamentablemente no soy yo el candidato perfecto.
Lamentablemente si la hubiera aceptado como mi mate. La estaría condenando a una eternidad predeterminada, a un compañero insatisfecho y amargado con su propia existencia. Lleno de tanto odio hacia el mismo que lo único bueno que ve en sí mismo es lo que al tiempo odio con toda su alma, su rango. Ella podrá pensar que soy egolatría, pero no hay persona en el mundo que se tenga más desprecio a sí mismo.
Y como inevitablemente contigo siento lo más parecido al amor que he podido sentir. No puedo desearte ningún tormento. No puedo corresponderte.
No puedo permitirme amarte si me desprecio a mi mismo.
No puedo permitirme amarte, si cuestiono la veracidad de mi amor
No puedo permitirme amarte después de hoy, después de haberte golpeado. Como tu misma has dicho, de la manera más cobarde.
Pero la mitad de mi es salvaje e irracional. No controlo por completo mi furia cuando se trata de los celos que me produce verte en los brazos de otro. Cada sonrisa que regalas, hasta a tu hermano me pone celoso. No puedo evitarlo. Después de todo somos mitad animal, y este sentimiento tan primitivo lo demuestra.
Si pudiera permitirme desear algo en esta vida, sería tu amor. Tu amor puro y sin imposiciones de ningún tipo. Pero eso es pedir demasiado.
Me dirigí de vuelta a la manada, con lo más parecido a un corazón roto que tendré en la vida. Odiándome a mi mismo, con mi lobo Odiándome aún más por privarle de su felicidad que es ella. Sinceramente no sé qué hago con mi vida. Observo mi manada y no siento que daría la vida por cada uno de ellos como dice mi padre que debería ser.
¿Soy un ser despreciable por eso?
Creo firmemente que sí. Me han criado para dar la vida por los míos. Pero para mí, mi vida no vale nada. Mucho menos la de cada uno de ellos. Hay tantas cosas de las que me arrepiento y me siento culpable. Pero estoy seguro de que mi mayor error fue haberla rechazado. Pero al mismo tiempo es mi mayor logro. Si yo no puedo ser Feliz... Que ella lo sea por los dos.
-Hijo. - La voz de mi padre me sacó de mis pensamientos deprimentes. - Necesito hablar contigo. Espérame en mi oficina. - Desde que era un niño y hacía alguna travesura no usaba ese tono conmigo. Supongo que el padre de Sofia le habrá pedido mi cabeza.-¿Por qué tienes la muñeca torcida? - Preguntó mirándome la mano. Si supieras padre que lo que menos me duele en la vida es esa mano. - No importa, me lo cuentas después. Iré en un momento.
-Si padre.- Me dio una mirada de lástima y se fue. Me dirigí a la oficina.
¿Hay algo peor que la lástima?
Una vez en la oficina me senté a esperar a mi padre. La oficina es casi tan grande como la cocina, me parece un desperdicio.
Ha pasado media hora desde que estoy aquí. Mi padre aún no llega, no hay nada peor que esto. Me estoy torturando una y otra vez pensando en Sofía, en el único beso que me ha dado. A pesar de que todo esto sea una farsa, en ese momento me sentí con tanta vida. Aunque haya sido solo un beso para molestarme, estuve lo más cercano a la felicidad que he estado desde que era un niño.
-Siento la demora.- Exclamó mi padre adentrándose a la habitación, tomó asiento en su silla y me miró fijamente.
-No hay problema.
-¿Hay algo que quieras contarme?- Preguntó haciéndome sentir como un niño que ha roto algún objeto. Al ver que no le respondí siguió hablando. - Mi Beta, Rowling. Es un gran amigo. Me ha salvado la vida tantas veces que no puedo enumerarlas siquiera.- Siguió. No es algo que no sepa, han sido amigos desde que tengo memoria, cuando era aún un niño le llamaba tío. Y siempre que papá se refiere a él lo hace con mucho respeto. En las decisiones más importantes siempre tiene voz. - Y siempre ha sentido un gran aprecio por tí. Imagínate mi sorpresa cuando tuve que persuadirlo para no quemar tu habitación.- Lo miré sorprendido. Los betas tienen un carácter muy fuerte, casi tanto como los Alphas, pero lo de esta familia es algo increíble. Que se atreviera a tanto con su futuro Alpha, es impresionante. - Entiende que los Rowling no son. Una familia normal. - Lo miré confundido y por primera vez hablé.
-¿A qué te refieres con eso?- Me miró mal por haberlo interrumpido.
-Supongo que es algo que tienes que saber... Más cuando la pequeña Sofía es tu mate. - Me miró con una ceja alzada, Sofia suele hacer mucho ese gesto... - ¿Tienes alguna idea de porqué los Rowling vivieron lejos de la manada todo este tiempo?- Negué con la cabeza muy intrigado. Ese ha sido un misterio para todos durante mucho tiempo. El Beta siempre estaba presente cuando se le necesitaba, de hecho en algunas ocasiones aparecía de la nada, pero siempre al finalizar su trabajo volvía a su casa, lo cual es sumamente extraño pues la familia de los Alphas y los Betas suelen vivir juntas. - La familia Rowling, bueno Sofía y su madre para ser exactos no son completamente licántropos.
-¿Qué?
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RECHAZADA.
Werewolf-Ves muchas películas ¿Cierto?.- Tomo mi rostro entre sus fuertes manos, se ve asustado. Pero con voz firme exclamó lo más doloroso que un lobo puede escuchar.- Yo Jace Schwarz. Próximo Alpha de la manada Glowing Moon te rechazo a tí Sofia Rowling c...