RECHAZADA.

Capitulo 10

Empecé a olfatear el aire para poder localizar su olor, pero nada.

-Es imposible que estuviéramos tanto tiempo con Tomas. -dijo mi loba.- ¡Maldición vamos muy tarde! ¡corre dos piernas!

-¡Voy lo más rápido que puedo!.- dije corriendo como una bala, no distinguía por donde pasaba de lo rápido que iba, estaba a punto de llegar al bosque cuando su olor me inundó las fosas nasales.-¡Sigue aquí!.

-¡Corre más rápido! .- Acelere el paso, pensé que me era imposible pero lo logré. Hice el recorrido de 15 minutos corriendo de la casa de la manada al bosque en 3 minutos ¡Denme un premio! Me descuide por un segundo y de un momento a otro estaba de cara contra el suelo.

-¡Auch!.-Dije tocando mi nariz, la cual al parecer recibió todo el impacto, ¡Genial! estoy sangrando.

-¿¡Sofia!? ¡Oh por la diosa! ¿Estás bien?.- preguntó la preocupada voz de Jace. Estuve a punto de hacer un comentario sarcástico. Apunto de pasar a ser Lord Voldemort versión mujer. Pero me contuve al ver su cara preocupada a centímetros de la mía.

-Yo...- quedé completamente en blanco, estábamos tan cerca el uno del otro que podía apreciar las minúsculas pecas de su rostro, ¡Son tan adorables! ¡Quiero apachurrar sus mejillas!

-¡Hey! .- Me llamo tronando los dedos frente de mis ojos.-¿Te sientes bien? .-Preguntó despacio, como si estuviera hablando con un niño que apenas está aprendiendo a hablar.-¿Quieres volver a la manada a descansar?

-¡NO! .- Dije incorporándome de un salto que hizo que él retrocediera asustado.- Quiero decir. No hay necesidad, solo fue una ligera caída. Nada importante.- Dije tratando de actuar con normalidad.

-Bien... Siendo así.- Vaciló un poco pero extendió su mano hacia mi.- Vamos a dar una caminata ¿Te parece?

-¡Claro! Y oh... Lamento haberte hecho aguardar tanto tiempo.- Dije tomando su mano. Otra vez el escalofrío que hace que mis vellos se ericen, él me miró confundido.

-No ha sido demasiado, según mi reloj.- miro su muñeca para inspeccionar la hora.- Solo te has retrasado 15 minutos.

-¿Qué? Pensé... Oh, olvídalo, debió ser un error.- Él me sonrió.

¡MALDITO TOMAS! ¡TE MATARÉ!

-ERES HOMBRE MUERTO TOMAS.-Le dije a Tomas por nuestra conexión.

-¿Pero de qué diablos?.- Exclamó Tomas confundido. Cerré la conexión, cuando vuelva a casa lo mataré.

Una vez volví a la realidad, me di cuenta que Jace me estaba conduciendo al lago en el que estuve con Tomas antes de que llegara la manada. No sé en qué momento pero me había soltado del agarre de Jace. Él estaba incómodo, yo me empecé a sentir así cuando pasaron los minutos y no dijo nada.

Caminamos unos minutos y cuando se pudo ver el lago Jace habló.

-Pensé que sería una buena idea decirte todo aquí.-Le miré confundida.- En la casa de la manada hay muchas personas, sería incómodo decirte lo que tengo que decirte con tantas personas husmeando por allí. Por cierto te agradezco la discreción con tu padre en el desayuno...

-¿Decirme lo que me tienes que decir? Lo lamento, pero no te estoy entendiendo.- Dije confundida por el repentino cambio que había tomado su actitud, de ser suave paso a ser dura, decidida y un tanto fría.

-No puedo corresponderte.-dijo frunciendo el ceño.

-Sigo sin entender.- En serio no comprendo nada ¿A qué se refiere?.- Creo que seria mejor que fueras al grano. Sea lo que sea intentaré comprenderte. Se quedó mirándome por unos segundos que me parecieron eternos.

-Algo anda muy mal, no puedo... - Dijo Mireia.-No puedo comunicarme con su lobo. Es como... Si hubiera una barrera.

Si antes estaba confundida, ahora estoy desquiciada. Levanté mi vista hacia el cielo y me sorprendió lo que vi. No pude evitar soltar una pequeña risita.

-¿Qué es lo divertido? .- Pregunto confundido pero sin quitar su tono duro.

-Mi hermano predijo que llovería, la verdad me resulta cómico que haya acertado.

-En este tipo de situaciones siempre llueve. Es tan cliché.- Dijo él con una sonrisa torcida.

-¿Este tipo de situaciones? ¿A qué te refieres?.- Pregunte ya a punto de perder la paciencia.

-Esto no está bien, en absoluto...

-Bueno... Como lo has pedido, iré al grano.- Hizo una pausa dramática que me puso los pelos de punta, mi estomago me duele, es como cuando... La verdad no tengo ni idea, nunca me había sentido así.- No puedo corresponderte como mate.

-¿Qué?-pregunté estupefacta.

-Esto no puede estar pasando.-Dijo mi loba conmocionada. - No puede ser. - Ella lo ha captado. Yo aún sigo perdida.

-Vamos a ver...- Dijo pensativo.-¿Cómo te lo explico con sutileza?.- Pregunto casi escupiendo las palabras.

No termino de comprender a qué se refiere. Pero debe terminar con esto de una vez, por más mate y aunque me muera por estar con él. No ha nacido quien pueda verme la cara o tratarme como estúpida.

-Explícate de la manera más clara y concisa que puedas.-Dije con la cabeza el alto, apartándome de él y adoptando una posición a la defensiva.

-Que conste que tú así lo has querido. - Después de unos segundos de meditar lo que iba a decir, expresó lo siguiente.- No quiero... No quiero un mate.- Dijo despacio, como si tuviese miedo de que yo no entendiera.- No quiero una conexión, no necesito afecto, ni cursilerías. Esas cosas no van conmigo. No necesito tener a alguien estorbando a mi lado.

-Okey. Intento entender-dije pensativa, tratando de evadir la realidad.- Tú estás asustado. ¿Debo suponer que crees que no mereces ser feliz y por eso intentas mortificarnos de esta manera? -Pregunté ácida pero esperanzada en que fuera algo así.

-¿¡Oh diosa porque!? ¿Que mal estoy pagando? .- Mireia agonizaba, no entiendo el porqué de esto. Quiero pensar que nuestro mate solo pasa por un mal momento. Está confundido, seguro pasa lo que Tomas dijo, tal vez en serio es gay.

-Tranquila solo esta asustado, ya hemos visto esto en muchos libros e historias. Solo está confundido. - Dije para consolarla a ella y a mi también.

-Ves muchas películas ¿Cierto? .- Tomo mi rostro entre sus fuertes manos, se ve asustado. Pero con voz firme exclamó lo más doloroso que un lobo puede escuchar.- Yo Jace Schwarz. El próximo Alpha de la manada Glowing Moon te rechazo a ti Sofía Rowling como futura luna y como mi mate.

Caí al suelo. El dolor era tan profundo y se esparció tan rápido por todo mi cuerpo que no pude mantener el equilibrio. Levante mi vista hacia él. Me miraba con lástima.

Lástima ¿Hay algo peor?

-¿Por qué? .- escuché un susurro casi inaudible, mi cuerpo no me responde. Ni siquiera sé si he sido yo o Mireia quien ha preguntado.

-No se si merezco o no un mate. La verdad no es algo que despierte en mí la más mínima ilusión. Pero lo que sí sé, es que si te... Aceptara. Te estaría condenando al mismísimo infierno.-

En ese instante perdí definitivamente el control de mi cuerpo. Mireia había tomado el control. Y quién sabe lo que esa loba rechazada tiene en mente.