Lo miré sorprendida. La seriedad y frialdad con la que lo preguntó no es algo común en Antonio. Pero tuve que pensar bastante para responder.
Al principio mi idea era darle celos a Jace con Antonio hasta el punto de que me pidiera perdón y pudiésemos ser felices como se supone debió ser desde un principio. Pero luego de ver como es Jace realmente... La manera en la que me ha tratado. Ya no veo una reconciliación probable, pero tampoco me veo aceptando su rechazo y desvinculándome de él por completo...
-Para ser honesta... No lo sé. Las circunstancias han cambiado tanto que... No se ni siquiera que quiero.- Le dije lo más honesta posible.
- ¿Quieres a Jace? ¿Lo amas? - Me pregunto relajando su expresión, pero aún estaba lo más serio de lo que había visto nunca.
-No es tan simple... El me rechazo, pero el vínculo de mate no es algo que se pueda romper tan fácilmente. Lo quiero conmigo, siento que no puedo sentirme completa sin él a mi lado... Pero no estoy ni cerca de amarlo. Se ha comportado de la peor manera y no es algo que pueda olvidar tan fácil.- Confesé sintiéndome pésimo por todo lo que ha pasado. Nunca me he sentado a auto compadecerme. Pero en este momento sentía que la Diosa estaba siendo muy injusta. Pero ni siquiera me he permitido llorar el rechazo de Jace, asumí que solucionaríamos las cosas, y cuando todas estas esperanzas se derrumbaron el enojo tan grande que tengo con él me impide hacerlo.
-¿Sabes? Todo este tiempo lejos he estado viajando, intentando entender como ser vampiro, lo que acostumbramos hacer y sobre todo escuchar las historias. - Empezó a hablar. Lo escuché atentamente. - En alguna de la manada de lobos en la que me hospede gracias al respaldo de tu apellido. - Me miró divertido. Si fuera un vampiro normal jamás lo dejarían entrar a una manada de lobos, pero al ser prácticamente familia de nosotros. Las cosas cambian. - Hubo hace tiempo un caso de un chico que fue rechazado por su mate, le pasó lo mismo que a ti, perdió contacto con su loba, pero aún podía transformarse. Y así como se esfumó al ser rechazado volvió al sentirse mejor. Pero ahora no estaba tan "enamorado" de su mate. El hasta ese momento no había aceptado el rechazo de su mate. Pero cuando lo hizo dejó de sentir atracción por ella, y según dicen hasta su olor para él se volvió fétido. - Lo miré impresionada, había escuchado algo parecido hace mucho tiempo.... Pero lo había olvidado por completo. - Los mates de los lobos son diferentes a los de los vampiros. Al ser seres casi demoníacos. Una costumbre antigua dictaba que entre los dos tenían que intentar asesinarse y el que sobreviviente quedaba como el que más había amado de los dos, según esto por brindarle paz con su muerte.- Estaba atónita, la vida de los vampiros para nosotros es todo un misterio, son muy reservados con ese tipo de cosas. Algunos lobos creen firmemente que los vampiros no tienen nada ni remotamente parecido a un mate.
-¿A qué quieres llegar diciéndome todo esto? - Pregunté confundida... De todos los rumbos que pudo tomar esta conversación, este no era uno que hubiera imaginado. Menos con Antonio.
- A tí. Quiero llegar a tí. Pero no me dejas terminar. - Lo miré avergonzada y me dispuse a callarme para que terminara de hablar. - Como podrás deducir, somos muy distintos a ustedes, pero el sentimiento por nuestros mates es muy similar. La diferencia es que nosotros no nos apegamos a él de por vida. Y vivimos siglos sin ellos perfectamente. Los mates son una opción que te da tu Diosa de vivir la vida con alguien que es igual a ti, o que ella considera perfecto para ti. Pero hasta una Diosa puede equivocarse, y ella es consciente de ello. Por eso les da la oportunidad de rechazar a tus mates. O es que ¿No has notado que todos los casos donde se habla de muerte de un lobo por rechazo de su mate, nunca se dice que el rechazo fue finalizado? Nunca lo aceptan y por eso mueren de tristeza. - Suspiró cansado y con sus ojos cerrados agregó.- Si quieres recuperar a tu mate déjame darte una predicción lo más acertada que pueda. - Ahora me miraba fijamente a los ojos de una manera demasiado intensa como para no tomar en serio todo lo que dice. - En el momento que le digas que todo lo que tienes conmigo es una farsa, él te pedirá perdón, se arrepentirá de haberte rechazado. - Se levantó bruscamente de la mesa. - Si lo que quieres es olvidar todo lo que te ha hecho sufrir ve con él. En este mismo instante ha de estar rogando con la esperanza de que lo puedas perdonar. - Se arrodillo a mi lado y tomó mis manos entre las suyas. - Pero si lo que quieres es a alguien que te ame de la manera más honesta posible y que cada día esté con la disposición de hacerte la cachorra más feliz del mundo. Por favor, quédate conmigo.- Me dijo con profunda honestidad.
En este momento estoy más confundida que nunca en la vida. Nunca vi a Antonio como algo más que un gran amigo, casi como otro hermano. Pero después de hoy me es imposible negar que siento algo por el. Y si lo que dice de los Mates es cierto lo único que tendría que hacer es aceptar el rechazo de Jace y ser feliz con Antonio. ¿Pero realmente quiero dejar de sentir todo lo que siento por Jace? ¿Lo que siento por él es algo propio o solo es mi instinto que me exige estar con él?
-Se que no debo exigirte nada, y que debes estar muy confundida con todo lo que te he dicho. - dijo suavemente aún arrodillado. - Se lo que pasó hoy antes de nuestra cita... Se que lo odias como lo anhelas. Y por eso no puedo pedirte que lo rechaces de una vez y seas mía mientras quieras serlo. Solo te pido que me des la oportunidad de que este teatro se vuelva parte de nuestra realidad y que permitas que cada día pueda regalarte mis sentimientos. - No pude evitar soltar una lágrima. - Y si al final decides que estamos mejor como amigos y nada más lo aceptaré y trataré de no perturbarte más con romanticismos. Seré el Antonio que solo te hace reír con sus tonterías junto a Tomas, o si lo prefieres estaré ausente. - terminó de decir y limpio la lágrima que bajaba por mi rostro.
Con toda la honestidad e intentando que la voz no se me quebrara, le dije.
-No estoy en condiciones de asegurarte nada. No te prometeré que aceptaré mi rechazo. - Su mirada se entristeció.- Pero prometo darte la oportunidad de hacerme querer quedarme a tu lado. Sería una mentirosa si te dijera que no disfruto cada segundo a tu lado...- La luz volvió a sus ojos y su sonrisa tan característica también.-Solo ten paciencia mientras decido qué hacer con Jace.
No se en que me estoy metiendo, solo quiero seguir a mi corazón y que este esté tranquilo, al menos un corto periodo de tiempo.
-Me moría por escuchar algo así de tí esta noche. - Dijo levantándose extremadamente feliz. - Aunque ya estoy muerto... Tu entiendes a qué me refiero.- Reí por lo extraño que sonó lo que dijo, me levanté de la silla y puse mis brazos alrededor de su cuello, noté que se puso nervioso. Le miré con una ceja alzada. - Perdón, es que siempre soy yo el que se acerca. Y es tan glorioso que tu lo hagas que... No puedo controlarme.- Puso sus manos en mis caderas. - Si en algún punto llegó a hacer algo que te moleste o si llegas a sentir que me estoy sobrepasando contigo, por favor. Házmelo saber de inmediato.
Lo miré enternecida por lo dulce que puede llegar a ser cuando tiene las riendas sueltas. Y sin pensarlo mucho, tomé su rostro entre mis manos y justo después de acariciarlo.
Lo besé.
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RECHAZADA.
Werewolf-Ves muchas películas ¿Cierto?.- Tomo mi rostro entre sus fuertes manos, se ve asustado. Pero con voz firme exclamó lo más doloroso que un lobo puede escuchar.- Yo Jace Schwarz. Próximo Alpha de la manada Glowing Moon te rechazo a tí Sofia Rowling c...