RECHAZADA.

Capitulo 34

Cuando desapareció el intruso no tuvimos más opción que recoger los cadáveres de nuestros compañeros caídos y volver a la manada, afortunadamente las bajas fueron pocas, solo 10, pero como pesan. Familiares de las víctimas los despidieron en el lago, desaparecieron lentamente sus cuerpos fueron entregados a la diosa. Nos gusta pensar que la muerte no es el fin del camino, pero es muy difícil saberlo.

Al volver el Alpha nos interrogó sobre lo que había sucedido y le ordenó a Jace explicarme la situación lo antes posible, lo cual agradecí. Han pasado varias horas desde el ataque pero todo sigue igual, hasta ahora , unas 2 horas después del incidente, las familias vuelven a sus hogares, la paz vuelve lentamente para ellos, yo por mi parte ni siquiera he tenido oportunidad de cambiarme los tacones y me están matando. Jace se veía perturbado desde que nos encontramos con aquel hombre, si tuviera que pensar en la encarnación de la oscuridad definitivamente sería ese intruso, era alto y se podía ver que era bastante mayor, ojos negros que se quedan grabados en la retina y sonrisa escalofriante.

-Insisto en que deberías descansar, puedo contarte todo a primera hora.- Comentó Jace a mi lado, mirando a una familia volver incompleta a su hogar.- Es orden de mi padre contarte todo lo antes posible, así que no podré evitarlo por mucho tiempo.

- Pronto amanecerá- Le dije sin mirarlo.- Así que técnicamente ya es primera hora.- No estoy dispuesta a descansar sin saber a qué se debe todo esto, sin saber a qué se refería ese hombre y porque todo parece girar en torno a Jace. Este estuvo a punto de contestarme pero un muy alterado Tomas lo interrumpió.

-¡Oh por la diosa! ¿Qué le hiciste a mi hermoso vestido?- Me miraba horrorizado. pero qué más podía esperar luego de una batalla, al vestido estaba completamente roto, tuve que amarrar improvisadamente el escote para no quedar al descubierto y de la larga y hermosa falda solo quedaba el recuerdo, ahora estaba destruida casi por completo, dejando mis piernas a la vista, de hecho estaba semidesnuda pues el vestido pese a ser largo no cubría mucho y considerando que ahora está rodó desgarrado...- No te enseñaron que antes de cualquier pelea debes quitarte los accesorios y ropa de gala ¡Es preferible pelear desnuda antes que dañar un vestido como ese! y mejor no hablemos de los pobres tacones, ¡oh! quiero llorar solo de verlos.- Siguió lamentándose Tomas.

-Casi muero hermano, y tu solo piensas en la ropa. - Le comente sin gracia, realmente no estaba de buen humor, solo quería hablar con Jace para saber de una vez por todas que sucede con la manada. Tomás me miró mal, pero luego sonrió en grande. sentí algo cubrirme por la espalda. Al girarme noté que Antonio me había puesto un abrigo. Normalmente los lobos no sufrimos de frío a menos que estemos enfermos, pero es un lindo gesto, me miró con una dulce sonrisa, pero no dijo nada, solo se posicionó a mi lado. Jace miraba con amargura.

-Ese vestido es de diseñador, fue el único que no compre.- Siguió Tomas, lo mire confundida.- Como pensé que eras una persona decente lo alquile. Es bueno, era un vestido muy costoso.- Exclamó con fingida tristeza.

-Yo pagaré el vestido Tomas, no te preocupes, ve por tu madre. Te está buscando.- Le dijo Antonio con voz divertida. Tomás me despojo de los pocos accesorios de mi madre que me quedaron y se fue en su búsqueda, quedé sola con Antonio de un lado y Jace de el otro.

- ¿Entonces?- Preguntó Jace.- Si quieres que hablemos ahora será mejor hacerlo en privado.- Comentó sin mirarme. Tuve intención de contestar pero Antonio habló primero.

-Lamento ser inoportuno.- Empezó Antonio logrando que Jace lo mirará sin expresión en el rostro.- Pero amor mío, debemos hablar con tu Alpha lo antes posible, no es correcto seguir evadiendo si voy a permanecer aquí.- Siguió hablando mirándome con ternura. Y tenía razón, necesitamos la bendición de el Alpha para que Antonio se pueda quedar, aunque el Alpha lo reconoce como visitante, ahora deberá ser, si bien no un miembro oficial, un aliado para nuestra manada.

-Hablaremos en otro momento.- le dije a Jace. este asintió y se marchó, no sin antes darme una última mirada triste. Esto se complica cada vez más.- Vamos por el Alpha.

Luego de convencer a el Alpha de que Antonio pudiera vivir en la manada, aunque no aprobó la relación entre nosotros tampoco se opuso, Antonio luego de mucho insistir me convenció de descansar un poco antes de ver a Jace, me recomendó dormir un poco antes de nuestro encuentro.

-¿Sabes de qué va a ser nuestra conversación? - Le pregunté cuando me dejaba en la puerta de mi habitación.

-Conozco el desenlace, pero no me corresponde decírtelo. Lo siento.- Me dijo sombrío.

-¿Quieres pasar? - Pregunte sin segundas intenciones detrás, no quería estar sola. Me miró con una sonrisa pícara.

- Los vampiros no somos buenos durmiendo.

-Solo quiero compañía, no te emociones. Además no estoy segura de poder dormir si estoy sola, tu presencia me tranquiliza, así que quizás- Me interrumpió con un suave beso.

-Esta bien, cuidare tus sueños para que puedas descansar.-

Dicho esto me acompañó hasta mi habitación, él seguía vestido con su traje elegante, pero a diferencia de mí él no estaba sucio ni con la ropa rota. Procedí a ir a mi armario por algo cómodo para ponerme, pero no tenía ni una sola pijama decente para ponerme, todas tenían animalitos animados y las que no eran así parecían ropa de vagabundo, lo único decente era una bata de satín que me regaló Tomás hace como 2 años. Pero era bastante corta y algo traslúcida. Al final me llené de valor y me metí al baño con ella, dispuesta a ponérmela por primera vez esta noche. Antes de entrar a limpiarme Antonio me advirtió que iría a cambiarse el disfraz de pingüino por algo más cómodo. Lo cual me tranquiliza un poco. Una vez me saqué el vestido lo miré con lástima, ya no era ni la sombra de lo que había sido hace solo unas horas. Me meti al agua tratando de relajarme, pero me fue imposible, todo lo que había sucedido... Era demasiado que procesar. Mi charla con Antonio, Jace y lo que tiene que contarme, además de su cara de profunda tristeza cada vez que me ve con Antonio... Es demasiado para una sola noche.

Al salir del baño Antonio ya estaba esperándome con una ropa más cómoda y descalzo. cuando volteo a verme lo vi pasar saliva fuerte. Me sonroje, La bata me quedaba más pequeña de lo que pensaba.