Capitulo 8

1.5K 80 2
                                    

Empezó a guiarme por el largo pasillo, ahora sin tocarme ni hablar.

-Bueno, ya por lo menos no nos mira con odio.- Pensé.

Él se detuvo frente a una puerta grande, demasiado grande. Acerqué mi mano a la puerta para abrirla pero su voz me congeló en el acto.

-Tú. Eh ¿Quieres salir conmigo? .-Pregunto con el ceño fruncido.

Okay, eso no me lo esperaba. Me ha tomado desprevenida, si de por sí su presencia me abruma y confunde todos mis sentidos, con eso ya quede pendeja nivel Tomas.

- Cla-Claro ¿En donde nos vemos? .-Pregunte con los nervios a flor de piel. Él suspiró y respondió abriendo la puerta.

-Hoy a las cuatro en el Bosque. No. llegues tarde.- Asentí con la cabeza antes de que él entrara al comedor.

Me quedé mirando la puerta un par de segundos mientras una sonrisa se extendía por mi cara. Tengo que tratar de controlar mi emoción, de lo contrario ¡Podría explotar de alegría!

Nos invitó a salir!.- Dije feliz a Mireia. A punto de tener un ataque al corazón.

-Creo que mi mal presentimiento estaba injustificado.- Dijo mi loba saltando de alegría.

-¡Hija! ¿Qué haces parada mirando la puerta?.-Preguntó papá con mi madre a su lado mirándome con cara rara.

-Es que... Es una puerta hermosa, es caoba y es bella.- Dije sonriendo, mi madre me miró con una ceja alzada y mi padre con cara de preocupación.

-Será mejor que comas algo, la falta de alimento te está afectando, ¿Qué te parece si esta tarde vamos de caza?.-Dijo mi padre tomándome por los hombros.

-Hoy no puedo ¡Pero otro día estaría perfecto! - dije sonriendo.- Será mejor que entremos, tengo hambre.

En el desayuno Jace no me hablo, ni siquiera me dirigía una mirada. Solo lo hizo cuando mi padre me preguntó.

- ¡Oh cariño! Casi lo olvido ¿Lograste encontrar a tu mate?- lo dijo con fingido desinterés. Como si yo no supiera que apenas se lo presente lo va a torturar con preguntas y advertencias de todo tipo.

- Aún no estamos del todo bien, no creo que lo más prudente sea decirle en este momento.- Comentó Mireia. Y tiene razón.

- Cariño, déjala en paz. No empieces a torturarla con preguntas. - Dijo mamá dándole una mirada de advertencia.

Pero antes de que pudiera responder algo. Tomas habló.

-¡Ay mamá no seas aguafiestas! Sofí encontró a su mate. Y es todo un galán.- Terminó de decir mirando a Jace con picardía.- Eso es algo que debe ser divulgado.

-Tomas... - Intenté decir algo para que se callara de una buena vez, pero mi padre me interrumpió sobresaltado.

-Por favor dime que es parte de la manada, no creo poder soportar que no sea así. - Dijo con cierto dramatismo. Jace lo miró impresionado, no es muy común ver al beta de tu manada en esta situación. Justo cuando iba a responderle Tomas habló, interrumpiendo otra vez.

-¡Ay pá! Obviamente es un miembro de la manada ¡Y uno muy importante! Es... -En ese momento lo interrumpí.

-¡Es un muchacho encantador! - dije casi en grito. Todos voltearon a verme, hasta los empleados de la casa. Genial. - Es muy lindo... - Agregue en tono más bajo. Jace bajó la cabeza, podría jurar que está un poco colorado. Mi corazón empezó a acelerarse demasiado.

-¡La están poniendo nerviosa! Escucha no más la velocidad de ese corazón.- Dijo mamá mirando mal a Tomas.

-Parece de ratón. - Dijo este más bajo. Lo mire mal.

RECHAZADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora