En ese momento noté como mamá abría los ojos de manera exagerada. Ya lo sabía, es imposible ocultarle algo a ella. Tomó la mano de papá y le dio una significativa mirada. Acto seguido papá miraba con odio profundo a Jace, pero este tenía sus ojos fijos en mí.
-¿No puedes decirle lo que necesitas aquí? - Preguntó Antonio con molestia.
-Son asuntos que no le conciernen a nadie más. - Exclamó Jace, con tanto desprecio, que hasta llegó a parecer intimidante.
-Siendo así no tendré más opción. - Dije separándome de Antonio. - Vamos.
-Sofía...- interrumpió mi padre. Si la mirada de Jace sobre Antonio es intimidante. La de papá es terrorífica. Tiene a cara completamente roja y los ojos oscuros, como si se debatiera en arrancarle o no la cabeza.
-¡Está bien Pá.- Dije mirando a mamá para que lo tranquilizara. Es cierto que Jace es un idiota, pero sigue siendo el hijo del Alpha, y no creo que sea conveniente que el Beta de la manada le arranque la cabeza al futuro Alpha.- Solo será un momento.- Jace se había dado cuenta de la manera en que lo miraba mi padre y, avergonzado bajo la cabeza. Intento decir algo pero la severa mirada de mi madre hizo que se tragara lo que fuera a decir.
-No tardes mucho cariño. - Exclamó Antonio dándome un rápido beso. - Tenemos una cita pendiente. - Lo mire raro, él solo me guiñó el ojo. ¿Hace cuánto no tengo una cita? Es más... ¿He tenido alguna cita?
Seguí a Jace hasta afuera de la casa, hasta el momento no me ha vuelto a dirigir la palabra. Me pregunto ¿Qué querrá decirme? Después de todo él me rechazó, por lo que alcanzo a entender no quiere nada conmigo. Tal vez quiera hablar sobre la manada. Pero lo dudo mucho.
-Yo no opino lo mismo.-Susurró Mireia desde algún rincón de mi conciencia .- Ya no me inspira confianza. nos lleva al bosque, tal vez quiera matarnos.
-Exageras.- Le dije tranquila, pero yo también estaba empezando a desconfiar. Si quiere hablar conmigo qué razón tiene para llevarte tan profundo en el bosque. Si no me sintiera en completa confianza por conocer el bosque, probablemente en este instante él estaría en problemas.
-Estamos en problemas.
Jace después de estar unos diez minutos caminando por el bosque. Se detuvo pero no volteo a verme, se quedó inmóvil mirando el tronco de un árbol caído en el mohoso suelo. Luego de un momento más de silencio se volvió para verme, se acerco pero no dijo nada, solo se quedó a un paso de mi. Solo me mira y analiza, como si quisiera descubrir algo, entonces habló.
-¿Lo que escuche, es cierto? .-Me miraba con expresión seria, pero en sus ojos se veía lo mucho que le estaba costando comportarse conmigo.
Arde de celos marrdito.- Pensé disimulado una sonrisa.
-Depende de lo que escuchaste. Los chismosos que se esconden detrás de las puertas suelen adaptar lo que escuchan a su conveniencia.
-Sabes perfectamente de lo que hablo. ¿Es cierto? .- Preguntó en tono amenazante acercándose a mí, intentando intimidarme. Con una sonrisa picara en el rostro me acerqué mucho más a él y susurrando le dije.
-No tengo ni idea de lo que me estás hablando. Tendrás que refrescarme la memoria.- Lo mire divertida por su furia casi demencial. En un parpadeo él me tomó por los brazos apretando lo suficiente para lastimarme, quite la sonrisa de mi rostro y lo miré seriamente.
-¿Te vas a casar con él? .-Preguntó usando lo último de cordura que le quedaba.
-Suéltame.- Le dije lentamente. El me apretó mucho más fuerte, probablemente me deje marcas. Si no supiera cómo controlarme le estaría rompiendo la cara en este instante.-Me lastimas.- le dije en tono más suave. Eso pareció funcionar ya que me soltó de inmediato con la mirada culpable.
-¿Lo harás? .- Me preguntó más calmado. Le miré a los ojos, estaba desesperado por una respuesta. Pero no alcanzo a comprender el porque, se supone que no me quiere a su lado, admito que el propósito de hacer esto con Antonto es que él se arrepintiera de su decisión, o eso es lo que se supone. Pero su comportamiento es completamente irracional, la forma en la que me mira, como si fuera yo la que lo hubiera rechazado, como si fuera yo quien lo estuviera lastimando. No creo que esto lo haya hecho recapacitar, realmente no lo creo. Un poco aturdida por la cercanía le conteste de forma lenta para que no se me traben las palabras.
-Si.- La furia demencial volvió a arder en sus ojos.- Igual, no tengo nada, ni nadie que me lo impida. Después de todo mis padres ya aceptaron y el que era mi mate me rechazo. Nada impide que ame a Antonio.
Cuando termine de hablar pasaron dos cosas al tiempo dejándome, momentáneamente aturdida, la primera de esas fue el aroma de Antonio. La segunda, pero la que hizo que me desubicara por completo fue el repentino escozor. El ardor en mi mejilla derecha. Jace por alguna razón me había cacheteado.
Me había cacheteado. Él a mí.
-¿¡Nada que te lo impida!? ¿Yo estoy pintado en la pared? ¡Eres mi maldita mate! ¡Te casas conmigo o no te casas en tu miserable vida! ¿¡Entiendes!?.- Levanto su mano para volver a golpearme. Pero en ese momento salí de mi aturdimiento y tomé su mano antes de que llegara de nuevo a mi rostro. Me miró furioso e intentó, inútilmente, deshacerse de mi agarre. Con más rabia que sangre corriendo por mis venas, le torcí la muñeca de una forma tan preciosa que pude escuchar un bellísimo Crack seguido de un desgarrador aullido de dolor. Se alejo rápidamente de mi y con una irremplazable mueca de dolor me grito/preguntó:
-¡¿QUE DEMONIOS TE PASA!? ¡ME HAS ROTO EL BRAZO!.
-De hecho, creo que fue la muñeca.-Le dije mientras llevaba mi mano hasta mi adolorida mejilla.-Además has sido tú quien me golpeó primero. Eres un idiota, tu herida sanará en un par de horas, en cambio la mía creo que jamás podre olvidarla.
-¿De qué rayos hablas? Solo fue un pequeño golpe.- Dijo viéndome desde una distancia medianamente extensa.
-No hablo de la cachetada. Sinceramente, opino que golpeas como un niño. Un niño muy escuálido.- Eso es una vil mentira ya que todavía me duele mucho la mejilla, pero él no tiene que saber eso.- Jamás se me olvidará quien fue capaz de golpearme tan cobardemente.
Ni siquiera en las peleas que he tenido en la manada me había llegado un golpe tan inesperado, fue totalmente sucio. Empecé a caminar lo más rápido que pude para alejarme de Jace, consciente del aroma de Antonto detrás mío.
-Lo siento, no sabía que llegaría a golpearte. Sinceramente pensé que le dirías la verdad... O eso fue lo que vi, cuando la visión cambió vine lo más rápido que pude...
-Tranquilo. No es algo que tenga mayor importancia.
-Tienes razón, al final del día podrías arrancarle la cabeza en un segundo... Es solo que... - Estaba molesto, muy molesto, casi tanto como yo. Pero no encontraba palabras para expresarlo.
-Te entiendo, no pienses más en eso. - le dije con una sonrisa.
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RECHAZADA.
Werewolf-Ves muchas películas ¿Cierto?.- Tomo mi rostro entre sus fuertes manos, se ve asustado. Pero con voz firme exclamó lo más doloroso que un lobo puede escuchar.- Yo Jace Schwarz. Próximo Alpha de la manada Glowing Moon te rechazo a tí Sofia Rowling c...