Ryan 2 (+18 - Gay)

Cap 27

Tras el concierto volvimos a casa. Realmente había sido un día increíble, era la primera vez que había estado un escenario y podía comprender perfectamente por qué Ryan lo adoraba tanto. Fuimos todo el trayecto a nuestro apartamento en la furgoneta del grupo, con su manager, todos se veían una mezcla entre emocionados y agotados.

En la puerta del edificio nos despedimos todos con abrazos amistosos y Ryan y yo nos dirigimos a nuestra acogedora casita.

- Hogar, dulce hogar - Dije tras pasar el marco de la puerta.

Me dejé caer en peso muerto sobre el sofá, exhausto, realmente fue un día cargado de emociones. Escuché a Ryan por detrás de mí y noté cómo me quitaba los zapatos.

- Auch, tengo los pies adoloridos, ¿tú no? - Le pregunté haciendo un puchero.

- Que va, mis pies ya tienen experiencia en esto, los tuyos aún tienen mucho que aprender todavía - Comentó con tono sugerente, yo reí en respuesta.

- Anda señor experimentado, te dejaré ducharte a ti primero - Cuando vi que fue a abrir la boca lo detuve - Y no, nada de ducharnos juntos para ahorrar agua - Ya lo iba conociendo bien.

Él hizo otro puchero con los labios pero se metió en el baño y cerró la puerta tras de sí. Yo mientras me quedé reviviendo con los ojos cerrados todas las imágenes que recordaba en mi cabeza sobre el concierto, un sentimiento de felicidad volvió de nuevo a quemar en mi interior.

Cuando menos me lo esperaba, una mano tocó mi hombro y me sobresalté, vi sobre mí a un Ryan con su pijama puesto y el pelo mojado.

- Ya te puedes duchar niño, no te me quedes dormido  - Dijo con voz cálida dando un beso en mi frente.

- Voy y sécate el pelo, vas a coger frío - Respondí con un sonrisa y besé su mejilla antes de ir a sumergirme en un agua caliente que me dejaría los músculos más blandos que la mantequilla, realmente me sentó de maravilla.

Me sequé el pelo con el secador y salí del baño hacia la habitación, con mi pijama de Donuts ya puesto, listo para ir a dormir. 

- Ryan, ¿quieres enfermarte? - Pregunté al verlo sentado en la cama aún con el pelo húmedo.

- Si me vas a hacer de enfermera eso es un sí - Me guiñó el ojo.

- Anda espera - Refunfuñé.

Fui hacia el baño, agarré el secador y volví a la habitación. Hice que se sentara en el suelo para así poder secárselo más facilmente. Realmente Ryan tiene el pelo muy suave y brillante, era muy relajante hacerle pequeños masajes en la cabeza, a él también le gustaban mucho.

Dejé el secador de pelo a un lado cuando hube terminado, él echó la cabeza hacia atrás quedando entre mis piernas y me miró a los ojos. Yo bajé la cabeza hasta quedar a pocos centímetros de sus labios y susurrar un "te quiero". Él entonces se volteó y comenzó a avanzar hacia mí al mismo tiempo que yo retrocedía lentamente.

Cuando estuvo al fin encima de mí, comenzó a besarme, primero un beso lento y superficial que comenzó a intensificarse cuando metió la lengua en el interior de mi boca. Yo aventuré mis manos por el interior de su camiseta y comencé a recorrer todos los músculos de su espalda con mis manos frías. Rodeé sus caderas con mis piernas.

- Aah me vuelves loco - Gimió en mi boca mientras mordiqueaba mi labio inferior.

Él colocó sus manos en la parte baja de mi espalda y haciendo fuerza con sus brazos me levantó hasta quedar sentado encima de él. Aprovechó entonces para quitarme la camiseta y yo hice lo mismo con él. Su piel estaba caliente y la mía fría, haciendo una combinación perfecta de sensaciones entre los dos. Comencé a moverme de delante hacia atrás sobre su miembro, Ryan en respuesta puso sus manos sobre mis caderas con firmeza.

- ¿No estás cansado? Fue un día largo - Dije con la respiración entrecortada.

- No puedo pensar en otra cosa que no sea en ti ahora mismo - Alzó una de sus manos y la llevó a mi mejilla, acariciando mis labios con el pulgar.

Juguetonamente, separé levemente mis labios dejando que su pulgar entrara en mi boca para comenzar a lamerlo. 

- Joder - Maldijo Ryan y me empujó quedando bocarriba en la cama. Él agarró el borde de mis pantalones y lo deslizó hacia abajo de forma ruda. 

De igual modo, se quitó apresurado sus pantalones y se puso de nuevo sobre mí. Metió dos de sus dedos en mi boca y los lamí de nuevo. Cuando estuvieron lo suficientemente húmedos, los comenzó a meter poco a poco en mi entrada. Yo me retorcía bajo su cuerpo con una mezcla entre placer y dolor. Él me seguía besando apasionadamente mientras pellizcaba mis pezones con las manos. 

- Mételo ya - Dije ansioso de él.

Él sin pensarselo dos veces, alineó su miembro en mi entrada y la metió de una sola vez. Apreté los dientes y arañé su espalda, él me calló poniendo de nuevo su lengua en mi boca. Con movimientos rápidos, salía y entraba, convirtiéndose en un vaivén que me estaba volviendo loco. 

- Ryan - Gemí su nombre con la voz entrecortada, podía ver sobre mí su piel brillante por el sudor.

Todo estaba llegando al climax, él aumentaba la velocidad y yo no podía más que apretar su espalda con las manos. Él tenía su cabeza apoyada sobre mi frente y ambos respirábamos el aire del otro.

- Te amo - Dijimos a la vez antes de corrernos al mismo tiempo.

Ryan cayó a mi lado desplomado y yo me quedé mirando el techo, sintiendo como mi pecho subía y bajaba en búsqueda de aire.

- Wow es o fue... increíble - Dijo él, tapando su ojos con una gran sonrisa en los labios.

- Ahora no te negaré un baño juntos - Le miré a los ojos.

- Te daré un masaje en los pies, ya verás como te dejan de doler - Besó mi mejilla.

Ryan entonces se levantó de la cama, me cogió en brazos y ambos nos dirigimos hacia el baño entre risas y besos.