Cap 14

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- Pensé que no te volvería a ver más y me quedé como una mierda, por tu culpa - Sentía las lágrimas caer por mi rostro mientras escuchaba cómo se acercaba lentamente detrás mía.

- Yo si que me quedé como una mierda cuando de repente me diste de lado, y aún no me dijiste ni siquiera el motivo, no te hagas la víctima ahora LeBlanc - Él también parecía haberse enfadado.

- ¿Quires saber lo que pasó? - Afirmó con un simple "sí" - Aquella noche que fui a buscarte estabas besando a una rubia, te saqué de allí para llevarte a casa, me empotraste contra la pared y me dijiste que era muy orgulloso diciendo que no era gay cuando me ponía duro pensando en ti, que era un niño insolente buscando atención y luego intentaste aprovecharte de mí, touché.

Por unos segundos ningunos de los dos dijo nada, el ambiente estaba tan tenso que me costaba respirar. 

- Me dijiste que te esperara - Solté de repente.

- ¿Qué?

- Te esperé, y tú te olvidaste de mí - Me giré y comencé a golpearle en el pecho - Y ahora me tienes aquí como un imbécil pegado a ti porque no sé hacer otra cosa - Sentía cómo me comenzaba a faltar el aire - Después de lo mal que lo pasé aquí estoy de nuevo haciéndome más daño, porque soy un patético.

Yo seguía golpeando su pecho mientras él intentaba abrazarme, yo me revolvía entre sus brazos hasta perder la fuerza y rendirme, rendirme al llanto y desconsuelo.

- Lo siento, yo no sé hacer otra cosa que no sea hacerte llorar, cada uno tiene lo suyo - Metió su mano entre mis cabellos y comenzó a moverlos a modo de caricias - Aunque ahora soy mejor consolando.

Mis piernas perdieron fuerza y sentí cómo su agarré se afianzó, bajando lentamente hasta el suelo para seguir con el abrazo. Pasaron unos minutos hasta que pude más o menos controlarme, sorbía el aguilla de mi nariz al mismo tiempo que escondía mi cara en su pecho.

- Mira Oliver, siento haber sido tan imbécil en el pasado - Dijo rompiendo el silencio - Yo ahora soy una persona diferente y, si queremos que todo salga bien, creo que sería mejor olvidar esa parte de nuestro pasado.

Le miré, con la cara empapada de lágrimas. Él pareció triste, puso sus manos en mis húmedas mejillas en un intento por hacerlas desaparecer.

- No quiero verte llorar nunca más, y ésta vez no lo digo por decir, ¿me perdonas? - Asentí, sin poder hablar por la reciente hinchazón en la garganta - Genial, volvamos al coche.

Él se giró aún en el suelo dándome la esplada, quería que me subiera en ella. Yo accedí, con el cuerpo débil me eché hacia delante y de una forma u otra logró levantarme para ir de vuelta al coche.

- Me lo he pasado genial hoy, era la primera vez que iba a un acuario, debemos repetir - Yo asentí levemente - Aún sigues pareciendo un niño, tan adorable.

Le pegué un pequeño golpe en la espalda y él se quejó entre risas. Después de haberme desahogado, de haber sacado lo que había tenido tanto tiempo guardado y de por fin haber eliminado aquellos recuerdos negativos, me sentía muy tranquilo. Tanto es así, que de un momento a otro me había sumergido en un profundo sueño.

Me desperté cuando sentí mi cuerpo moverse. Al entreabrir un poco los ojos me di cuenta de que alguien me sostenía sobre sus brazos mientras me llevaba a alguna parte.

- ¿Ryan? - Murmuré.

- Sshh, buenas noches Oliver - Me ahuecó más contra su pecho,  por lo que volví de nuevo al país de los sueños mientras escuchaba el palpitar calmado de su corazón - Y que sepas que no me olvidé de ti - Me pareció escuchar en un difuso recuerdo.

Sentía calor, una franja de mi cara ardía y me desconcertó el motivo, abrí mis ojos y vi que tan solo se trataba de un rayo de sol. Me desperecé levemente y me giré para quedar tumbado de costado, solo para darme cuenta de que el rostro de Ryan estaba a tan solo unos pocos centímetros del mío.

Aprovechando aquella oportunidad le miré con detalle. No recuerdo si alguna vez lo había visto dormir, quizás sí aunque ya no me acordara, pero esa expresión que tenía mientras dormía era digna de un cuadro. Se veía tan tranquilo, tan despreocupado, tan....perfecto.

- ¿Te gusta mi rostro? - Me sobresalté al escucharlo hablar de repente.

- N..no, para nada, tú no eres mi tipo - Dije lo primero que se me vino a la mente aunque con el tartamudeo no sonaba muy convincente.

- ¿Ah, sí? ¿Y cuál es tu tipo entonces? - Comencé a sonrojarme, en realidad él era completamente mi tipo, aunque nunca había tenido otro chico con el que comparar.

- Pues....me atraen los pelirrojos - Inventé.

- ¿Cómo Tiago? - Asentí sin mucha convicción - ¿Os organizo una cita o algo? - Bufé, él comenzó a reírse - ¿Qué hora es? - Preguntó cuando ya se hubo serenado.

Le mostré la pantalla de mi teléfono, marcaba las diez y media de la mañana. Él abrió los ojos con amplitud y salió disparado de la cama hacia su armario, yo me froté los ojos aún adormilado.

- ¡Mierda! - Maldijo - Tenía ensayo hace media hora, ¿por qué no me avisaron? - Se quejaba mientras se vestía con lo primero que cogía.

Yo, tranquilamente, me levanté de la cama solo para descubrir que estaba en ropa interior, ¿no se había atrevido a hacerme algo pervertido, o sí? Cuando cruzamos miradas él pareció darse cuenta de mi sospechas.

- ¡Oliver por favor! Estabas lleno de arena, no te hice nada, lo juro - Se veía bastante convincente.

- ¿Palabra de boy scout? - Él se rió y asintió con la cabeza.

- Por cierto - Dijo, le presté toda mi atención - ¿Quieres venir a ver nuestro ensayo?

Ryan 2 (+18 - Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora