Cap 13

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Tras ese "peculiar" momento nos fuimos a comer algo. Él, como todo un galán, me llevó a un restaurante en la costa dónde, desde nuestra mesa, había unas hermosas vista al mar. 

- Wow, he de admitir que te lo has currado bastante, no me esperaba eso de ti - Dije, tras despedir al camarero que llevaba nuestras comandas.

- ¡Qué mala imágen tienes de mí! - Ambos reímos por el comentario.

Al rato un camarero distinto nos trajo un gran surtido de mariscos, que delicia. Yo cogí de uno de los platos una gamba y comencé a pelarla, desde siempre me habían gustado mucho. Entonces, bajo la mesa, sentí una caricia en la pierna, le miré con enfado.

- Me parece una falta de respeto que yo esté tratando de pelar esta hermosa gamba y tú me estés distrayendo, debería denunciarte - Dije con seriedad - Y encima te quitaste los zapatos, no sé qué hacer contigo.

Él comenzó a reírse escandalosamente, llamando la atención de las personas a nuestro alrededor. Yo, intentaba mantenerme serio siguiendo mi papel, pero no pude evitar acompañarlo.

- Aún conservas ese sarcasmo tuyo - Me dijo mientras se secaba pequeñas lagrimillas de las comisuras de sus ojos.

Cuando la risa paró y el ambiente se volvió un poco más "íntimo" de nuevo, volví a sentir otra caricia en la pierna. Si las cosas hubieran sido distintas le habría aceptado con gusto, incluso hubiera juguetado con él también; pero como estaban ahora las cosas no estaba de humor para sentirme tentado, lo nuestro no era más que fachada. Escondí las piernas bajo la silla y me concentré en seguir comiendo esas jugosas gambas, él pareció captar la indirecta.

Tras terminar de comer bajamos a la arena, quería sentirla entre los deditos de los pies. Hacía un día espléndido, con un sol radiante y un cielo azul brillante. Se podía decir que, dentro de que estábamos en invierno, era un día caluroso.

- Hace mucho tiempo que no venía a la playa - Comenté mientras me remangaba el bajo de los vaqueros.

- ¿Si, por qué? - Él hizo lo mismo con sus pantalones.

- Primero tuve que centrarme en terminar la carrera, fue muy difícil - Recordé todas aquellas horas de estudio continuo en mi escritorio - Y luego me costó bastante encontrar un trabajo.

- ¿Estás a gusto en el instituto ese? - Preguntó mientras paseábamos por la orilla.

- A veces es estresante, para un adolescente los problemas son el fin del mundo - Esta vez recordé mi pubertad, me estremecí - Aunque es muy gratificante el saber que al menos los has ayudado a aflojar un poco toda la presión que llevan - Sonreí inconscientemente - ¿Y qué hay de ti?

Hubo un pequeño silencio, supongo que reorganizaba su memoria para poder contarme como es que, el malote del instituto, había llegado a ser el líder de una famosa banda musical. Mientras tanto me quedé mirando como las olas chocaban contra mis pies dejando una sensación fresca.

- El caso es que, después de mudarme con mi madre, estuve trabajando en un taller de motos - Asentí, me lo imaginé sin camisa, sudando, mientras arreglaba una motocicleta - Allí conocí a Evan, nos hicimos colegas y eso llevó a una cosa y a otra y acabamos fundando el grupo con dos amigos más - Finalizó, yo aún tenía más preguntas.

- ¿Pero cómo llegásteis a tener tanta fama? - Dije, curioso.

- Pues empezamos tocando en sitios pequeños, ya sabes, bares y esos lugares. Una chica nos grabó y lo colgó en las redes sociales y, oh, sorpresa, nos volvimos conocidos. Algunas discográficas nos contactaron, luego vinieron los discos, conciertos y hasta el día de hoy - Lo dijo como si hubiese sido tan fácil, reí para mi interior.

Cuando nos cansamos de caminar nos sentamos en la arena, a ninguno de los dos nos importó el mancharnos la ropa, no era importante. Pasamos un rato en silencio, solo se escuchaban las olas del mar de fondo, estaba tan tranquilo que no pude evitar cerrar los ojos, queriendo disfrutar al máximo del momento.

- ¿Escuchaste alguna de mis canciones? - Asentí.

- Solo escuché una, fue increíble, ¿quién escribe las letras? - Siempre me había preguntado si los artistas componían sus propias canciones o lo hacía otras personas.

- Entre los cuatro las hacemos, aunque muchas veces hemos compuesto temas individuales - Hice un gesto con la cabeza, prestándole toda mi atención - De hecho, la canción que nos llevó a la fama, aquella que grabó la chica, la escribí yo.

- Wow, ¿de qué iba la letra? - Pregunté, de nuevo curioso.

Me fijé entonces que en el cielo que antes era de un denso azul se iban colando pequeñas franjas naranjas y, el sol, comenzaba a esconderse entre los tejados de las casas. No me había dado cuenta del tiempo que pasamos hablando en aquella solitaria playa de arena fina.

- Pues era una canción de desamor - Le miré a los ojos - Era sobre un chico devastado porque la persona a la que amaba lo sacó de su vida.

Mi mirada se ensombreció y la desvié a mis manos. No era tan tonto como para no captar que la canción hablaba de nosotros, y, no pude evitar que aquellos recuerdos que tenía cerrados bajo llave, salieran a la superficie.

- Lo dices como si fuera el malo cuando sabes que no es así - Apreté los puños.

- En ese momento estaba dolido porque te quería Oliver, no lo tomes en cuenta - Quiso quitarle peso, pero ya me había prendido.

- ¿Qué no lo tome en cuenta? Yo también estaba dolido joder - Me levanté y cogí mis zapatos.

- No te pongas así - Le encaré de nuevo.

- Es que hablas como si hacer lo que hice hubiese sido pan comido, y no lo fue, no puedes estar más equivocado - Comencé a andar, con paso firme, sobre la arena que ahora me comenzaba a molestar.

- ¡Oliver, espera, hablemos! - Gritó detrás mía, se escuchaba molesto.

Paré en seco.

- ¿Sabes? Yo te quería, y de repente desapareciste, ¿cómo crees que me quedé? - Solté, con voz amarga.

- ¿Qué?

Ryan 2 (+18 - Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora