III

1.2K 176 6
                                    

Capítulo 3.

—Cierra la boca, se te cae la baba —Taehyung dijo al ver a Jungkook totalmente sorprendido e incrédulo, manteniendo sus ojos y labios abiertos.

El chico estaba realmente sorprendido, o mejor dicho, hambriento. Devoraba con la mirada cada platillo que se encontraba en la mesa, tan deliciosos y llamativos, tanto, que hacía babear a Jungkook.

Jeon mordió su labio inferior, intentando contenerse de agarrar todo lo que tenía enfrente y comérselo de un solo bocado. Miró a Taehyung, quien lo miraba desde antes también, éste soltó una risa al ver la desesperación del menor por comer.

—Ni siquiera hay platos para que te sirvas, espera un poco.

Jungkook asintió, mirando a todos lados, ansioso por ver a tan siquiera un sirviente trayendo los cubiertos. Y cuando por fin apareció uno, sus ojos comenzaron a brillar.

Espectante observó cómo depositaban los platos, vasos, tenedores, cucharas y cuchillos sobre la mesa, enfrente de Taehyung y él.

Los sirvientes comenzaron a servir aquella comida en cada plato, como solo eran ellos dos en la mesa, terminaron muy rápido. Y una vez hecho, hicieron una reverencia y salieron del comedor.

—Bien, puedes... —Kim se interrumpió a sí mismo cuando vio a Jungkook, pues él tenía su boca llena de comida, su rostro algo sucio por ésta misma y sus ojos sin apartar la mirada del tenedor que sostenía en sus manos, esperando a dar el siguiente bocado.

El rubio lo miró por unos cuantos segundos más, presenciando el desastre que hacía el contrario por querer probar todo lo que tenía enfrente. Gruñó y tomó una de las muñecas de Jungkook, haciendo que él lo mire, e impidiendo que siga comiendo.

—Despacio —indicó el príncipe, tomando una servilleta con su otra mano, para luego limpiar el rostro del menor.

El chico terminó de masticar y tragar lo que ya tenía en boca con lentitud, sin apartar la mirada de Taehyung, quien seguía limpiándolo. Y cuando terminó, sus ojos conectaron, y por un instante, Jungkook recordó lo sucedido anoche.

Los ojos del hombre en esa noche estaban llenos de tristeza, frustración y algo de enojo, llorosos y rojos, suplicando por un consuelo, o, por tener a su chica en brazos. Pero, en vez de eso, obtuvo a Jungkook, y por alguna razón se sintió mejor en los brazos ajenos, como si siempre hubiera tenido un refugio en éstos.

Y ahora esos ojos marrones sólo se concentraban en el chico, prestándole toda la atención a él, y no a sí mismo.

Jungkook apartó la mirada y se dejó hacer, hasta que sintió al rubio apartar su mano y tomar uno de los cubiertos para comenzar a comer. Fue entonces cuando dejó salir todo el aire que no sabía estaba conteniendo.

El menor tosió un poco antes de hablar —Así que... Te llamas Taehyung, ¿no?

—¿No sabes mi nombre?

—¿Debería?

—Sí, deberías, soy el príncipe.

—Hasta crees, a penas puedo recordar el nombre del rey.

—Genial, entonces pídele a él que venga a comer contigo.

—¿Tanto te afecta que no sepa tu nombre? —rió leve— Tampoco sabes el mío.

—Son casos diferentes —miró a otro lado y suspiró, luego regresó su mirada— ¿Vas a decirme tu nombre o prefieres que te diga "niño"?

—Jungkook Jeon, y no soy un niño.

Dear Princess | TaeKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora