XVI

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Capítulo 16.

—Por aquí —Jungkook indicó mientras caminaba por el pasillo del tren, abrió la puerta del cuarto que les asignaron y los dos hombres se adentraron en él.

—Sigo sin poder creerlo... Es la primera vez que salgo de la ciudad sin mi hermano —al rubio se le hizo imposible ocultar su emoción, la cual compartía con el chico.

Los dos se establecieron en el pequeño cuarto, dejando las pocas maletas que llevaban en las repisas para luego descansar en los asientos.

—Y yo no puedo creer que esté viajando en un tren tan... lujoso —el pelinegro sonrió incrédulo y admirando cada detalle del transporte—. Es decir, ¿cómo pueden tener estos asientos tan cómodos? Parecen camas. Y ni hablar de que la comida es gratis... Esto debe costar una fortuna.

Kim asintió— Tienes suerte de viajar con el príncipe de Francia, pequeño.

Jungkook le regaló una sonrisa, extrañaba los lindos apodos que el rubio le ponía.

—Entonces... lo logramos —Jeon comentó, su sonrisa haciéndose más grande—. Escapamos, Tae, logramos escapar.

Taehyung y Jungkook compartieron miradas cómplices, por fin eran libres y no podían ocultar lo felices que les hacía saber eso. Por ende la habitación se volvió un estallido de risas y gritos. Celebraban con tanta alegría que incluso los demás pasajeros podrían oírlos.

—¡Por Dios, Jungkook! —Taehyung tomó el rostro del chico entre sus manos, sonreía mientras mordía su labio inferior—. Eres increíble, Kookie, me gustas tanto...

El menor sentía que volvería a llorar en cualquier momento al escuchar esas palabras. "Me gustas". Jamás se le habría ocurrido que una simple oración le haría revolotear el corazón con una intensidad inimaginable.

—También me gustas, Taehyung...

El rubio acarició la mejilla de Jungkook, sus ojos demostrando ternura.

—Oye, ¿te parece si descansamos un poco? Puedo pedir un poco de vino antes de que anochezca, servirá para relajarnos —propuso Kim.

—Me encantaría.

—Está bien, ahora vuelvo —Taehyung se inclinó y dejó un corto beso en la mejilla del chico antes de salir.

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Los constantes sonidos de golpes era lo único que se escuchaba en aquella habitación oscura.

—Habla ahora, traidor, antes de que sea demasiado tarde —un guardia le dijo al pobre hombre que yacía en el frío suelo, tomándolo del cabello para verle la cara.

Sin embargo, ninguna palabra se escuchó. El hombre se negaba a hablar por más que sea torturado.

El guardia frunció su ceño y, siguiendo con su labor, le indicó a sus demás compañeros que lo sostengan de los brazos para luego él seguir golpeándolo en el abdomen.

La sangre comenzó a salir de la boca del joven cuando ya no aguantaba más los golpes, pues cada vez se hacían más fuertes y otras veces lo golpeaban hasta con un palo de madera. El dolor para él era insoportable, pero no se rendiría.

A Namjoon lo conocen por su terquedad y constancia.

—Pueden detenerse —Seokjin apareció afuera de las rejas, ordenando a los guardias que se retiren, ellos obedecieron.

Dear Princess | TaeKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora