Capítulo diecinueve
Cuando Jungkook despertó, sintió un dolor punzante en su hombro. Se quejó varias veces mientras esperaba a que sus ojos se abrieran por completo, observando después el lugar en el que se encontraba.
Su ceño se frunció y sus oscuros orbes recorrían cada rincón del lugar mientras se sentaba con dificultad, pues se sentía bastante débil como para moverse.
Tocó su hombro y el dolor incrementó, haciendo que soltara otro quejido. Entonces se dio cuenta que su camisa estaba algo rota y que una venda recorría casi todo su pecho hasta su hombro derecho, la sangre siendo vista en éste.
Jungkook se horrorizó aún más, comenzaba a asustarse al darse cuenta que estaba encarcelado. Lo habían llevado al calabozo después de ser capturado aquella noche.
El chico tomó las fuerzas necesarias para ponerse de pie, aunque temblaba y sentía que se caería en cualquier momento, caminó hasta las rejas y buscó a su alrededor por algo o alguien que lo ayudara a salir. Fue entonces cuando escuchó una voz familiar.
—Parece que despertaste —un hombre habló, Jungkook lo buscó con la mirada hasta que lo encontró sentado en la celda enfrente de él.
—¿Namjoon? —su voz sonó aguda, probablemente por el dolor que sentía en su cuerpo—. ¿Q-qué haces ahí? ¿Cómo es que yo estoy aquí?
—Te trajeron esta mañana.
—Y- ¿qué hay de Taehyung? ¿En dónde está él? ¿Está bien?
—Escuché que también regresó... pero no ha bajado aquí —el hombre se levantó y se acercó a las rejas también, viendo a Jungkook— ¿Cómo está tu hombro?
—Uhm..., n-no lo sé ¿Sabes cómo pasó?
—Fue un disparo, pero no lo atendieron bien —apuntó hacia la herida completamente roja—. Empeorará aún más...
El chico se preocupó, sosteniendo su brazo adolorido. Se deslizó hasta el piso con lentitud, sentándose y debilitándose más. Su visión se volvía borrosa.
—¡Jungkook! —Namjoon se alarmó, viendo cómo el chico se quejaba de dolor.
—N-necesito... —hablaba con dificultad, sosteniéndose de los tubos de metal enfrente de él— ver a Tae...
—Resiste, no debe tardar en venir, debe estar buscándote... Él te ayudará, mantente fuerte.
Jungkook asintió con debilidad, cerrando sus ojos, parecía que el dolor aumentaba en cada segundo. Se sentía sofocado y su piel ardía, el sudor pronto comenzó a aparecer en su rostro. Probablemente no aguantaría más tiempo consciente si no lo atendían rápido.
Y justo en ese momento, en otra habitación del castillo lejos del calabozo, Seokjin abrió unas puertas con brusquedad, encontrando a su hermano sentado en su cama, mientras un médico le enredaba una venda en su brazo herido. No dudó en correr hacia él.
—¡Taehyung! Ah, estás aquí —suspiró aliviado, con una sonrisa se sentó a su lado. El rubio no lo miraba— ¿Tienes idea de lo preocupado que estaba?
El médico terminó su labor y salió de la habitación después de hacer una reverencia hacia los hombres. Fue entonces cuando el príncipe volteó hacia su hermano, con una mirada indiferente.
ESTÁS LEYENDO
Dear Princess | TaeKook
Fiksi Penggemar"Al observarla de pies a cabeza se percató de algo. Ella había cambiado. Su aspecto era igual, su voz similar y su mirada especial, sin embargo nada era como antes. Y quizás, se interrogó, ¿y si su princesa es en realidad un príncipe...?" ...