Capítulo 4.
Su cabello oscuro caía hasta su cintura, lacio, con un corto listón blanco que amarraba parte de su cabellera trasera.
Su rostro era fino, característico de una mujer. Sus facciones delicadas. Sus labios rojos, los grandes ojos de esta se complementaban con sus pestañas.
Sus labios se estiraban en una sonrisa, sus manos sostenían lo que parecía ser un ramo de flores, y poseía un vestido azul cielo que cubría parte de sus hombros, pero su cuello lo dejaba al descubierto.
Sin embargo, lo más importante para Jungkook, era su rostro.
Por dios, son tan similares. ¡Idénticos!
No se lo esperaba, rogaba para que sea sólo una coincidencia o una equivocación, pero la realidad era que compartían el mismo rostro.
Retrocedió unos pasos, intentando procesar todo. Y luego de unos cuántos pestañeos, asimilando lo que había visto, se acercó a la mesa a su derecha casi corriendo.
Las cartas. Deberían contener información sobre la chica, ¿no?
Tomó una en sus manos, la observó y tragó en seco antes de pensarlo dos veces sobre si abrirla o no.
La portada sólo contenía un sello, nada especial. Lo importante era el interior, y Jungkook se moría de la curiosidad por verlo.
Lo pensó y lo pensó mucho. Lo que sea que contenga la carta, probablemente se conecte con su pasado "perdido".
Y abrió la carta.
Y una voz, otra vez, lo interrumpió.
—¿Qué haces? —apareció el príncipe, con su voz grave asustando al chico y haciéndolo sobresaltar.
—Y-yo... —Jungkook buscó una excusa, bajando la mirada, pero nada se le ocurría.
—Te dije que no podías entrar aquí —siguió hablando acercándose al menor, su semblante lleno de molestia.
—Yo... que-quería buscar algo —los nervios de ser descubierto lo hacían tartamudear.
—No tienes nada que buscar —arrebató la carta de las manos del contrario, y tomó a Jungkook del brazo con tanta fuerza que lo hizo gritar.
—¡Déjame explicar! ¡Por favor, no hice nada malo!
—Entrar en la habitación ya es malo. Creí que te había dejado en claro que no podías entrar, Jungkook -habló saliendo del cuarto, con el menor casi arrastrando.
Una vez en el pasillo, Jungkook se soltó del fuerte agarre del rubio, y decidió enfrentarlo. Su nerviosismo había desaparecido y ahora, lo único que quería, eran respuestas.
—¿Por qué? ¿Por qué no puedo? Sólo quiero una explicación.
—¿Explicación? ¡Yo soy quien merece una maldita explicación aquí! Ustedes dos se parecen tanto, que juraría que eres ella y sólo estás fingiendo.
—¡Por Dios! Ya dije que no es así. Y tampoco sé nada. Yo igual quiero saber sobre ella y necesito saber el porqué nos parecemos. No eres el único afectado en esto, ¿sabías?
—¡Yo soy quien pasó casi toda su vida junto a ella y de la nada desapareció! Y ahora apareces tú. Quiero creer que eres ella, sólo así siento que estamos juntos de verdad, pero... no puedo —suspiró, mirando a otro lado—. Tú no eres ella. Y no puedo mentirme a mí mismo, ¿sabes cuántas veces he deseado que seas Dafne?
Jungkook apretó con fuerza su mandíbula, al igual que sus puños, los nudillos de este tornandose en color blanco. Taehyung se estaba desahogando, o eso parecía, pero lo único que estaba logrando era molestar al chico.
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Dear Princess | TaeKook
Fanfiction"Al observarla de pies a cabeza se percató de algo. Ella había cambiado. Su aspecto era igual, su voz similar y su mirada especial, sin embargo nada era como antes. Y quizás, se interrogó, ¿y si su princesa es en realidad un príncipe...?" ...