Dear Princess | TaeKook

VI

Capítulo 6.

No era como que Taehyung lo decía en serio, o como que esperaba un beso por parte de Jungkook.

Pero vaya sorpresa se llevó cuando vio al chico suspirar y morder su labio inferior, volteando a todas direcciones al mismo tiempo.

Luego se levantó un poco y se acercó, quedando incado enfrente del rubio, siendo un poco más alto que él.

Taehyung lo miraba, con sus ojos bien abiertos y atento a cada acción torpe que hacía el menor.

¿De verdad lo iba a hacer?

Y se confirmó cuando, Taehyung, sintió los labios calientes de Jungkook sobre su frente, la cual había sido antes descubierta por el menor de los cabellos rubios que caían sobre esta.

Su respiración se cortó por un segundo, sus ojos se abrieron más de lo normal y sus mejillas ardían.

Miró a Jungkook, éste también lo miraba con un leve sonrojo. Parecía sorprendido por lo que él mismo acaba de hacer, pero no se movió.

Y después de unos segundos de silencio, sintiéndose incómodos y avergonzados, Jungkook habló.

—T-tú lo pediste —se excusó cuando vio que el contrario no dejaba de verlo.

Taehyung no respondió, aún seguía procesando ese pequeño y corto beso. Pero después, sonrió.

—¿Desde cuándo eres tan obediente?

—Sólo quiero al conejo —bufó apuntando al animalito.

El rubio rio, ahora dándole el conejo a Jungkook y presenciando la tierna sonrisa que mostró cuando lo obtuvo entre sus brazos.

—Cuídalo bien —le dijo el príncipe, sonriendo todavía y levantándose. Jungkook copió su acción.

—Lo haré. Gracias —el menor le regaló una sonrisa de boca cerrada, y esta era tan linda que hizo a Taehyung apartar la mirada, apenado.

El rubio se limitó a asentir, mirando después a Jungkook alejarse y adentrarse al castillo, tarareando por tener a un lindo conejito en brazos.

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La noche del día siguiente, Jungkook se encontraba en un dilema.

Bueno, mas bien, pensaba en si salir de su habitación o no. Había escuchado varios ruidos de afuera, como alguien corriendo y un golpe.

Supuso que era Jimin, no lo había visto en todo el día y tampoco el día de ayer después del suceso con el conejo.

Estaba un poco preocupado por él. Aunque no eran tan amigos, después de todo, es una de las pocas personas con quien pudo hablar e interactuar estando en el castillo.

Suspiró, tomando sus zapatillas, decidido a salir para verificar, por lo menos, que Jimin está bien y no ha muerto alguien por el ruido de hace rato.

Acarició por última vez el pelaje del roedor, el cual estaba sobre la cama, y salió.

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Todo es oscuro. La vela que tomó de su habitación casi no alumbra, pero era eso o nada.

Entonces, ¿dónde quedaba la habitación de Jimin?

Ah, es cierto, nunca fue ahí.

Jungkook volvió a suspirar con miedo, mirando la ventana enfrente de él a lo lejos. Y luego reaccionó. ¿Lo que se escuchó fue una piedra golpear la ventana? ¿Esa ventana?