XI

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Capítulo once.

—Creo que me gustas.

—¿Tae? ¿Estás dormido?

—¿Qué?

Taehyung sintió el leve movimiento de su hombro, entonces despertó, encontrándose con Jungkook sentado a su lado, mirándolo.

—¿Qué pasa? —el rubio pasó sus manos por sus ojos.

—Te quedaste dormido, ya casi es medio día.

—¿Tan rápido? —el contrario asintió y los dos se levantaron—. Entonces, supongo que tenemos que irnos ya.

—Gracias a Dios, mi estómago no aguantaba más. Necesito comer antes de terminar desmayado por falta de sueño y hambre.

Taehyung se rio y se subió al caballo con pelaje blanco, esperando a que Jungkook haga lo mismo.

—Espera, ¿y Sombrita? —preguntó Kim buscándola.

—No tengo idea, hace rato que regresó sola, no supe cómo detenerla y tú estabas dormido.

—Ah, siempre tan rebelde —negó con la cabeza—. Sube.

El rubio le extendió la mano a Jungkook y éste la tomó segundos después, sentándose detrás de él y aferrándose a su cintura.

—Te agarras fuerte, ¿de acuerdo?

Y el menor asintió, aferrándose más al rubio. Luego Taehyung echó a andar al caballo en dirección al castillo.

Y durante el recorrido, el príncipe se preguntó una y otra vez sobre su sueño, pues lo había dejado confundido.

¿Por qué soñaría con besar a Jungkook e incluso decirle que le gusta?

Todo era demasiado confuso. Si bien, a Taehyung le parecía atractivo el chico y hasta se podría decir que está interesado en él, pero nunca se le pasó por la cabeza el que le guste de esa manera... hasta ahora. Ahora mismo su cabeza está hecha un caos, con millones de preguntas sobre qué es lo que tiene Jungkook que le hace dudar tanto sobre sus sentimientos.

Una vez llegaron al castillo, se encontraron con Sombrita en la puerta de éste, siendo atendida y mimada por el rey.

—¡Seokjin! —el príncipe se acercó al mencionado una vez de bajar del caballo, siendo acompañado por Jungkook— ¿Qué haces aquí afuera?

—Estaba por ir a buscarte, no me dio buena espina el hecho de que Sombrita haya regresado sola.

—La conoces, siempre hace lo que quiere —acarició a la yegua antes mencionada—. Y no te preocupes, puedo cuidarme solo.

—Si es que no te quedas dormido —Jungkook agregó, uniéndose a la conversación.

—Eso es un tema aparte.

—Bueno, ya que estamos los tres aquí, ¿por qué no nos presentas como es debido, Taehyung?

—Oh, claro —el hombre aclaró su garganta, volviendo su postura recta—. Rey Kim, le presento al encantador Jeon Jungkook. Jungkook te presento al glorioso rey Kim.

Los dos se saludaron. Jungkook haciendo una reverencia y riendo en su interior por la refinada presentación del rubio.

—Así que tu eres el famoso Jungkook —Jin habló.

—¿Famoso?

—Ya sabes, muchos en el castillo han estado hablando de ti por tu rostro y por ser tan cercano a Taehyung.

—Solo gente chismosa —Taehyung negó—. Pero miremos el lado bueno, por lo menos no han hablado de los vestidos.

Jungkook suspiró—. Y dale con los vestidos.

Dear Princess | TaeKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora