Orazio (Vol. 1) Orazio y la hormona Isis.

Bienvenidos a Bay-City

Su vuelo dura dos horas. Cuando tocan tierra, sienten el suelo blando y caliente bajo sus pies. Aun así, el paisaje es algo más verde y hace menos calor que en el sur.

Narmer pide un taxi y en tres cuartos de hora están en su destino final.

El piso franco de la señora Johnson está en la primera planta de un edificio del centro. Se accede a él a través de una puerta de seguridad cuyo código introduce Narmer. Al cabo de unos segundos la puerta se abre y se encuentran en un corto pasillo que conduce al salón y a la cocina.

El sitio es bastante amplio. Mucho más de lo que necesitan Orazio y Orazia. En el lado negativo hay que decir que carece de ventanas al exterior y apenas tiene muebles.

"No pienso quedarme aquí", se queja Orazia.

"Es lo que hay", dice Narmer, "la señora Johnson os ha transferido algunos créditos para ayudaros a instalaros. Pero no contéis con que pueda pagaros más. Podrían seguir el rastro del dinero y encontraros".

Y como siguiendo una orden, aparece un mayordomo robótico que les pregunta qué quieren beber. Ambos piden zumo de naranja y Narmer dice que no quiere nada.
El robot trae los zumos de naranja para los jóvenes. Luego se quedan solos.

"¿Y ahora qué?", pregunta Orazia.

" Os recomiendo que administréis bien vuestro dinero. Esta situación puede durar varios meses. Dependerá de lo que tarde la alcaldesa en olvidarse de vosotros. Utilizad vuestros neurochips lo menos posible y lo mismo con Interlace y Etherspace. Podrían rastrearos", dice Narmer. "Esto es especialmente para ti, Orazio".

"¿Qué quieres decir?", pregunta Orazio.

"Creo que es porque eres descuidado y demasiado propenso a usar los artilugios tecnológicos" dice Narmer sin darle demasiada importancia. "Y eso nos lleva al último regalo de la señora Johnson".

Narmer hace unos gestos con las manos y Orazia y Orazio empiezan a escuchar el sonido de unos tacones. Un Dommebot aparece ante ellos. Concretamente el modelo Mistress Angelina.

"Buenas noches, queridos", dice ella.
"¿Qué es esto?", dice Orazia incrédula.

"Es Mistress Angelina. Se supone que te entrenará en el arte de la disciplina", dice Narmer como si fuera lo más normal del mundo.
"¿Hablas en serio?", pregunta Orazia.

"Son órdenes de la señora Johnson", dice Narmer. "Ella no se fía de vosotros después de lo ocurrido con la alcaldesa. Mistress Angelina ha sido programada para cuidar, vigilar, disciplinar y hacer de Orazio una mejor persona. También ha sido programada para colaborar contigo en su cuidado, Orazia".

Orazio siente inmediatamente que empieza a crecer una erección al observar a la hermosa y sensual androide vestida de látex.
"Puedes empezar", dice ella con una oscura y sexy voz.
"No, debemos esperar. Primero tenemos que hablar de este asunto", dice Orazia.

"Tengo que irme", dice Narmer. "¿Alguna pregunta antes de que me vaya?"
"Sí, ¿por qué tenemos que estar a solas con ella?", pregunta Orazia.
"Porque no estoy aquí para llevarte de la mano, ¿verdad?", dice Narmer. "Adiós".
Narmer sale de la habitación y poco después la puerta se cierra.

Orazio y Orazia se miran sin saber qué decir.
Mistress Angelina comienza a caminar por la habitación.
"Así que... Orazia", dice. "Eres bastante alta".
Pone la mano en el hombro de Orazio y empieza a besarle lentamente en el cuello.

Orazia abre la boca con incredulidad ante lo que está viendo.
"Quita las manos de mi novio", dice al ver que va a más.

Mistress Angelina se detiene y se aleja de los dos.
"¿Crees que puedes decirme lo que tengo que hacer?", dice.