La subasta

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Orazio intenta relajarse. La música cambia y empieza a sonar una acelerada canción de baile. Los invitados comienzan a moverse al ritmo de la música.

Orazia mira a Orazio y sonríe.

Orazia: (Pensando) Tiene una sonrisa tan bonita. Debería sonreír más a menudo.

Orazio, la señora Johnson y Orazia comienzan a bailar. Pronto varias mujeres no acompañadas comienzan a unirse a Orazio. Otras buscan la compañía de Orazia o de la señora Johnson.

Orazia mira a Orazio.
Orazia: (Pensando) No puedo creer lo hermoso que es... Odio verle avergonzado de esta manera...

Orazio pierde de vista a la señora Johnson. Aunque es más alto que la mayoría de las mujeres, lo tienen rodeado por todos lados. Algunas bailan delante de él provocativamente, otras se rozan con él. Por todas partes las manos se extienden para tocarlo.

Orazia observa con exasperación.
Orazia: (Pensando) ¿Por qué no le dejan en paz? Espero que no se altere demasiado...

Pero Orazia también está llamando la atención. Es muy alta y guapa y algunas mujeres empiezan a coquetear con ella y a entablar conversación.

Orazia se siente un poco abrumada.
Orazia: (Pensando) Será mejor que intente ser educada... ¡Oh, mierda! ¡Hay una mujer aquí tratando de venderme algo!

Una mujer le ofrece a Orazia drogas, pero ella está más preocupada por asegurarse de que no le pase nada malo a Orazio.

Orazia: (Pensando) Voy a tener que decir que no... No tengo tiempo para esto...

Rechaza a la mujer.

Mientras tanto, Orazio comienza a sentirse bastante abrumado. La situación está casi fuera de control. Ha perdido de vista a la señora Johnson y cada vez más mujeres se arremolinan a su alrededor, tocándole e incluso tirando de su ropa.

Otro chico cruza con él una mirada angustiada, parece que le ocurre lo mismo.

Orazio: (Susurrando) ¿Dónde diablos estás?...
Intenta gritar, pero su voz queda ahogada por el estruendo y es incapaz de llegar a nadie.

De repente, la música se detiene y una mujer sube a un estrado. Parece una maestra de ceremonias.

La mujer habla con voz clara:
"Hola", dice, "¡bienvenidos a la Fiesta del Spacer!".
Su anuncio es recibido con vítores y aplausos.
La mujer continúa:

"Tenemos que dar las gracias a nuestra querida anfitriona: la Sra. Jane Johnson. Démosle un aplauso".

Un foco ilumina a la Sra. Johnson, que parece muy satisfecha.

"Gracias", dice, luciendo muy elegante en su vestido blanco. Tiene una apariancia casi eterea y parece estar flotando en la luz del foco. "Gracias, gracias", dice, saludando a la multitud.

"También les pido que le den un aplauso a su joven protegido: Orazio D'Aquino", continúa la maestra de ceremonias.

Orazio sale a la luz con una sonrisa tímida.
"Sube", dice la maestra de ceremonias, "es tu turno de ser apreciado".

La maestra de ceremonias le hace un gesto a Orazio para que suba al estrado junto a ella y el público se abre para dejarle paso.

"¿Qué te parece la fiesta hasta ahora?", le pregunta.
"Está bien", dice Orazio, "pero hay demasiada gente".

La maestra de ceremonias se ríe. "A nuestro joven no le gustan las multitudes".

Le guiña un ojo a Orazio y éste parece un poco sorprendido.

El público aplaude y lanza exagerados cumplidos.

"Creo que deberías subir al siguiente nivel", susurra la maestra de ceremonias.
La maestra de ceremonias levanta las manos para pedir silencio, dejando un tanto confundio a Orazio.

Orazio (Vol. 1) Orazio y la hormona Isis.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora