El Culto de Isis

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Al día siguiente, Orazio fue a Gallpale a llevar el semen que Grace le había extraido y que con tanta generosidad le había permitido conservar. Una vez allí no estaba seguro de a quien dárselo, así que decidió ir a la consulta de la Dra. Lisa.


- Orazio, justo a tiempo - dijo la Dra. Lisa con una agradable sonrisa - Estaba a punto de irme por hoy. Por favor, pasa y siéntate".

Orazio se sentó.

- ¿Traes esperma? - dijo la Dra. Lisa sin dejar de sonreir.
- Sí. Grace dijo que era una buena cantidad.
- ¡Oh, eso es maravilloso! - La Dra. Lisa parecía alegrarse por él - Bueno, ¿cómo fue tu primera cita? He visto que la cliente te ha dado una buena puntuación en la app.

- Se llama Grace - se apresuró a apuntar Orazio.
- Me alegro de que te hayas acordado. ¿Cómo es ella?

A Orazio le pareció una pregunta extraña. También se sentía un poco incómodo hablando del tema. Pero la Dra. Lisa tenía una agradable sonrisa, era guapa y profesional. Por algún motivo Orazio se sentía más relajado con ella que con otras mujeres.

- No sé... me dio buenos consejos. Pero también me dejó un poco preocupado.
- Ya veo... - La Dra. Lisa frunció un poco el ceño. - No te preocupes, si algo te inquieta, puedes hablar conmigo de ello.

- Bueno, es un poco embarazoso hablar de esto, pero... ella me azotó. Creo que me lo he busqué, fui un poco impertinente.
- ¿Oh?

- Sí, ella tenía mucha fuerza, ya sabe, por la hormona Isis. No estoy acostumbrado...
- Sí, sí. La hormona Isis es muy poderosa.

- Su paja también fue... digamos energética - dijo Orazio venciendo la vergüenza que le probocaba hablar de todo aquello.

- ¡Ah! ¡La energía es buena! - La Dra. Lisa asientió - Un buen lema: azotes con fuerza y sentimientos positivos.

Orazio se sentía un poco avergonzado, pero decidió continuar.

- Bueno, el caso es que hoy estoy dolorido, pero tengo una cita esta tarde. No sé... quizás debería cancelarla.

- Ah - La doctora Lisa entrecerró un poco los ojos - Cancelar una cita con una cliente potencial puede ser peligroso.

- ¿Por qué? - dijo él, algo inquieto.

- Bueno, peligroso puede ser una palabra exagerada. Pero si cancelas citas las clientes te darán una baja calificación en la app - dijo ella.

- ¡No me importa la aplicación! - contestó él, exasperado.
- Por supuesto que eres libre de cancelar citas. Pero no es un buen comienzo - dijo la doctora Lisa.

- ¿Qué quiere decir?

- Al cancelar la cita, le estás diciendo a tu cliente que no te interesa y que no se puede confiar en ti. Mira, vamos a hacer una cosa. Deja que te eche un vistazo. Si realmente tienes alguna lesión, seré la primera en recomendarte que canceles todas las citas hasta que estés bien. ¿Qué te parece? - dijo ella.

- Bien.

- De acuerdo - dijo la Dra. Lisa con una sonrisa amistosa - ¿Dónde fueron los azotes, en el trasero?

- Sí, sobre todo. También me duele un poco el pene. Grace tiene mucha fuerza en la mano.

- ¿Estás seguro de que no es sólo la imagen de ser azotado lo que te causa dolor?

Orazio lo pensó. Puede que la Dra. Lisa tuviera razón. Recordar aquella situación con Grace azotándole le hacía sentirse muy mal. ¿Por qué le había dejado que le hiciera todo aquello?

Orazio (Vol. 1) Orazio y la hormona Isis.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora