Capitulo 6: Te extrañé

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Él era el protagonista masculino, por su culpa, su hermano y ella habíamos padecido de la peor manera. Con sus pocas fuerzas tomó el cuello de su camiseta, lo acercó a su rostro y susurró sin apartar la mirada de sus ojos.

Poco a poco los sentimientos de Lilian se habían vuelto suyos, de tal manera que no podía controlarlos.

—Te odio con todas mis fuerzas, ¡Tu deberías morir!

En la expresión del hombre había perplejidad, luego, una sonrisa y un brillo pasaron por sus ojos. Dean jamás había visto severidad ni fuerza de voluntad en una mujer de la nobleza, era algo que hizo palpitar su corazón, los ojos húmedos de la princesa lo miraban con tanto odio que pensó por un momento en el pasado.

¿La había lastimado cuando era pequeña?

En absoluto. ¿De dónde provenía su odio hacia él?

Una respuesta surgió en su cabeza, el nombre de un arrogante príncipe.

Su cuerpo temblaba como una hoja que era batida por el viento, algo le ocurría y necesitaba su nuevo interés en excelentes condiciones. Cuando iba a hablar para calmarla, una luz empezó a emanar de sus manos, aun sin soltar su camisa se aferró a ella aún más, no sabía lo que pasaba, pero algo le impedía apartarse. Dean abrió los ojos con estupor, el mana que estaba tan cerca de su rostro, podía ocasionarle graves problemas, antes de neutralizar su poder, el mana empezó a tornarse débil poco a poco, la mirada de odio de la princesa se mantuvo así antes de perder la consciencia.

El filo de una espada hizo acto de presencia rozando su cuello.

Sabía a quién le pertenecía.

—Leandro.

—¿Que le has hecho maldita escoria?

Leandro y Dean se miraron uno al otro, después de muchos años.


[...]


—Debes alejarte de ese imbécil a como dé lugar.

—¿Quién eres tú?

El lugar estaba oscuro, y la consumía el eco de su voz, de su voz original. Tocó su cuello. Miró a su alrededor y se percató de una figura a lo lejos, la voz resonaba en sus oídos como si se encontrara a un costado de su cuerpo. Pero no había nada ni nadie.

—Tu tomaste mi cuerpo por error.

—¿Tú... cuerpo?

—Tu alma ocupo mi cuerpo por error.

—... ¿Eres Lilian?

—¿Quién si no?


[...]


Mientras Lilian se hallaba inconsciente, una disputa que podría acabar a muerte entre ambos príncipes sucedía. Jammes sostuvo a Lilian en sus brazos y observo una línea roja que se desvanecía de su cuello poco a poco. ¿El príncipe Dean le había hecho algo?... El pulso de la princesa poco a poco se empezaba a estabilizar, la abrazó con fuerza. Los caballeros que entraron al salón, sabían que si se entrometían o se equivocaban de acción su vida también podría terminar al final del día, así que se quedaron titubeantes observando como ambos príncipes tenían un encuentro feroz.

—Mi princesa, ¿Que le han hecho?

Jammes estaba preocupada, la princesa tenía un cuerpo tan débil que, si seguía sucediendo aquello, llegaría un momento en que ella no despertaría jamás.

¿Reencarne en una novela? I NOVELA RESUBIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora