Capitulo 8: En sus ojos, no me veo reflejada.

973 94 6
                                    



—Lilian, no puedo quedarme contigo en la noche, lo sabes bien...

—Lo sé, lo sé muy bien, solo hasta que pueda dormir.

—No, no puedo quedarme muchos minutos.

—¡Bien!, hablaremos luego si es que así lo quiero.

La actitud que estaba manifestando Lilian, era la que siempre había conocido en ella, pero por alguna razón...

Extrañaba su actitud de antes, volvió a pensar Leandro. Estaba cansada, tal vez era eso... Por más que quisiera quedarse a su lado, no podría permitir que su reputación se viera afectada en la sociedad, por mucho que quisiera sostener su mano toda la noche y volver a juntar sus labios.

¡¿En qué estaba pensando?!

—De verdad, hermano, no sabes cuanto te amo...

Volvió a decir Lilian con una expresión triste en el rostro. Leandro quedó petrificado por la reciente frase, Lilian siempre le había manifestado sus sentimientos de manera abierta, pero por más que quisiera que los dijera de la forma en que su corazón lo anhelaba, sabía que lo amaba como un hermano, pero en ese momento, por alguna razón Leandro sintió que en esa frase se escondía lo que el tanto quería.

Aunque no quería entregarse a las ilusiones, era objetivo y su personalidad le impedía hacer algo al respecto.

Después de todo, no habían hablado de lo sucedido entre ambos.

Y si se quedaba un poco más, volvería a suceder. Los rumores en el castillo circulaban demasiado rápido, no podía arriesgarla de nuevo.

Lilian giró para que evitará ver su rostro, y se quedó en la obscuridad. Leandro había dejado la habitación en completo silencio.

La había dejado sola.

—Tú y yo, debemos hablar, me estas molestando a cada segundo...

La Lilian original cerró sus ojos, tratando de llevar su atención a la usurpadora. La ahora dueña de su cuerpo. Cayó entre las sábanas en un sueño profundo. Era tan ruidosa, mucho más que ella debía admitir.

—¡Déjame volver!

—¿Qué estás diciendo? ¡Con que derecho lo dices, déjame en paz!

El panorama era de neblina, ambas estaban cara a cara y a pocos metros de distancia. La mujer tenía cabello negro, largo y de unos ojos grandes del mismo color. Le recordaba a la apariencia de una espinela negra. Una joya codiciada por todos los imperios. Tenía una apariencia extraña.

Su apariencia le sorprendió la primera vez que la vio, no había visto una apariencia así jamás.

—He hecho muchas cosas, más que tú. ¡Estoy tratando de salvarte!, a ti y a tu hermano.

—¿De qué estás hablando?

—¡Solo yo puedo ayudarlos!

—¡De qué diablos estás hablando!

Vocifero de pronto, estaba perdiendo la paciencia.

—Si no me dejas estar en tu lugar, ambos morirán. Todos moriremos.

Lilian guardó silencio durante un momento, trató de indagar en las memorias que había puesto la extraña en su cabeza, pero no podía ver nada. Además de estar en guardia, después de todo ella había entrado a su cuerpo.

—Soy la única que puede saber qué sucederá, esas memorias solo me pertenecen.

—Cuéntame que sucederá, y yo misma lo evitaré.

¿Reencarne en una novela? I NOVELA RESUBIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora