Capitulo 21: Un final y un comienzo

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Lilian acudió a la sentencia. En el patio de torturas, ahora había una guillotina en el centro. Mientras que sirvientes del palacio, soldados y miembros de la corte se encontraban presenciando lo que sería el próximo evento.

Leandro se encontraba sentado junto a Geral y la Emperatriz. Nadie sabía que Lilian se encontraba entre la multitud que estaba en primera línea frente a la guillotina.

No había rastro de Elise por ningún lado.

Lilian tenía una capa gris, y su cabello recogido, totalmente oculto por ella. No quería que Leandro la sacara de ese lugar, quería presenciar el primer paso de su venganza siendo llevado a cabo. Geral tenía los ojos cerrados, con una postura recta. Leandro tenía la misma postura, salvo por sus ojos, que observaba sin pestañear la puerta por donde entraría Barbara a su destino. La Emperatriz, tenía mal humor, su rostro estaba siendo sostenido por su mano. Era como si por primera vez, algo no saliera de acuerdo a sus planes.

Barbara entró.

Dos soldados la llevaban a rastras. Lilian observó las manos mutiladas de Barbara goteando sobre el piso. Lilian por reflejo enderezo su cuerpo, tratando de pensar en quién fue el que había mutilado sus manos, era un corte limpio y recto. Solo le vino alguien a su cabeza al verlos...

Leandro.

Debió hacerlo luego de que la visitara en su habitación, para no llevar sangre sobre su ropa.

Lilian tragó saliva y cerró los ojos. Ese era el camino que había tomado, no podía suavizar sus sentimientos, o dentro de poco ella y Leandro estarían en ese lugar. La mirada de Barbara era vacía, aparentemente había perdido la consciencia aun con sus ojos abiertos. Luego de que pusieran su cabeza en la guillotina, hubo silencio. Barbara reaccionó, no sabía si por el dolor de sus manos, o por la muerte que soplaba sobre su cuello. Varias personas alzaron la voz, empezaron a gritar y aplaudir. Tal vez para que Geral viera que estaban de su lado por lo que le habían hecho a su hija. O tal vez por morbo.

Los gritos desgarradores de Barbara resonaban por todo el patio. Lilian decidió no apartar la mirada, debía grabar en su memoria ese momento.

Barbara con esfuerzo levantó la mirada al público, sus ojos chocaron con los de Lilian. La expresión de Lilian se tornó dura, con un brillo afilado, recordando cada vez que, por su mano, decidió obedecer a una simple Dama de la corte, y lastimar a una princesa.

El desgarrador calor y ardor que sufrió su cuerpo, la sangre de Marie y Jammes..., ahora solo estaba en su cabeza al cruzar miradas con Barbara.

Barbara tembló de miedo, este último no por que moriría, sino por la forma en que Lilian la estaba mirando. Barbara cerró los ojos. Era la misma mirada en que Leandro había ido a su celda con su espada para cortar sus manos.

Ambos eran el demonio. Pero su verdugo, había sido Christine y la emperatriz.

Barbara abrió los ojos.

—Christine, te maldigo...

Barbara fue decapitada.


⊰ ♕ ⊱


Los días habían pasado, Marie y James se encontraban recuperadas al fin, pero, Lilian no permitió que regresaran a sus labores por unas semanas más. Ellas se negaron a volver con sus familias, por lo tanto, se quedaron dentro del palacio. Frecuentemente visitaban a Lilian a sus aposentos y se quedaban a merendar y charlar durante la tarde. El juicio iba a ser llevado a cabo en tres días, Marie y Jammes, y por supuesto Lilian, debían estar presentes. La corte decidiría, pero fuera el resultado que tomara, Lilian sabía que podía devolverle el doble del mal a Elise.

¿Reencarne en una novela? I NOVELA RESUBIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora