Capitulo 29: Génesis

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—Ya sabe a qué he venido...

—Efectivamente, he recibido el dinero para quinientas minas de Mana a nombre de la familia Real, todo va de acorde al plan, pronto capacitaremos a las personas que extraerán las piedras, y por fin empezaremos a por ello. Todo puede manejarse vía papel. Pero algo me dice, que no has venido a hablar de algo que va viento en popa, ¿no es así?

Lilian ignoró por completo las minas que había comprado la familia imperial por tan solo un proyecto que tenía en mente, tal vez el Emperador con esta medida, la presionaba a tener éxito en ello. Eran demasiadas. Pero era en lo único en que no se preocupaba en esos momentos, sabía que sus palabras, contenían dobles intenciones.

—Es usted una mente brillante, —Mencionó Lilian—. Tiene buen sentido común, más del que las personas que he conocido, pudieran tener. Aunque, he de admitir que supera mis expectativas. He venido para hablar sobre el mana que ha despertado en mi cuerpo y hablarle sobre mis dudas respecto a eso... Pero, no sé por qué dice sobre con quién se encuentra hablando en "este momento".

Lilian quería demostrar, una tranquilidad que se le dificultaba cada vez más tener. Tenía miedo de que su secreto, se viera expuesto y la quemarán como una bruja, o que la encerrarán como alguien psicótico.

—La vez que curé tu mejilla, noté algo realmente curioso en verdad ¿Sabes a lo que me refiero? ¿Quieres saber sobre eso?

—¿Qué es?

Dijo Lilian frunciendo el ceño.

—Posees dos energías en tu cuerpo, —Ágnes dejó los documentos y la miro como un felino—Es lógico que lo sepas.

Lilian no tenía escapatoria, más que aceptarlo.

—Así es, no puedo negarlo.

—¿Y bien? ¿Como te llamas?

—Soy Lilian y nada más que Lilian.

—La Princesa Lilian, olvidada por todos, —Ágnes dio una pausa y empezó a dar pequeños golpes a la mesa— Últimamente está tomando el cariño de las personas y ganando súbditos, de la noche a la mañana. —Los golpes se detuvieron—. Ha tenido ayuda.

Lilian afiló su mirada, si algo salía mal, gritaría y llamaría a los guardias. Pero mientras eso no ocurriera, internamente, acepto seguir la conversación y confesar algunas cuantas cosas para ver el curso que tomaba la situación.

—Ailee. Mi nombre es Ailee. —Tomó una pausa—. ¿Puedo confiar en usted?

—Por supuesto, no soy de meterme en asuntos de la corona, pero si viera que esa segunda energía en la princesa estuviera causando problemas, sin duda lo hubiera notificado.

—Lo que menos quiero es eso, solo quiero ayudar, realmente... —Lilian tomó una pausa—. Por alguna razón me encuentro aquí.

Si decía que se encontraba dentro de una novela que leyó en su mundo, algo le decía que sería un gran problema.

—He caído en este mundo después de fallecer en el mío.

—¿De qué mundo vienes?

—De la tierra.

—¿Tu reino es llamado tierra?

—No, bueno. Si...

No podía explicar que vivía en una roca gigante del espacio, este era un libro. Y ni hablar sobre este lugar, no sabía en que se encontraban o donde. Tal vez en otra roca gigante del espacio; una dimensión paralela, era más creíble que si decía que se encontraban en las páginas de un libro que era distribuido y conocido entre las jóvenes.

¿Reencarne en una novela? I NOVELA RESUBIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora