Capitulo 20: Reencuentro

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El Duque Delacroix.

Era un joven serio, y educado. En realidad, no hablaba mucho. Se cansaba con las conversaciones largas y sin sentido. Le gustaba la soledad y perderse en las artes de la lectura y de la esgrima.

A pesar de la belleza de su rostro, y de encontrarlo sumamente atractivo, las mujeres tenían miedo de él. El motivo era su singular y casi único aspecto.

Sus ojos eran negros y su cabello, que a veces en una larga trenza que llegaba a sus talones, la mayoría de las veces, corría libre por su ancha espalda...; era igual al manto que cubría el cielo nocturno.

Si hubiera sido una señorita, sin duda alguna ya se encontraría desposada por su singular belleza.

Era una de las pocas personas del reino, que tenían un color de cabello y ojos, tan peculiar. Luego de no recibir respuesta durante meses por su propuesta de matrimonio a la princesa, suspiró aliviado.

Ahora era libre de los acosos de su familia de enviarle una propuesta de matrimonio a la princesa. Ya no se veía empujado a hacer algo en contra de su voluntad. Ahora era libre en la comodidad de su mansión.

Los meses que habían transcurrido, habían sido tan cortos para él, como un par de días. Realmente no quería desposarse con ninguna mujer, el amor era un desperdicio y una molestia. Aunque el amor no era un requisito para contraer nupcias, si se requería de una gran energía para hacerlo. Los protocolos de compromiso, eran largos y aburridos.

No tenía nada en contra de la princesa, odiar a alguien que nunca había visto en su vida, seria tonto e inmaduro por su parte, pero luego de que su familia insistió tantas veces en que debía escribir una carta para proponerle compromiso, si decía que ahora no le molestaba, era mentira. Un leve pinchazo de molestia de solo escuchar salir de las bocas de sus familiares la palabra "Princesa" "Princesa" ahora le causaba una gran irritación.

Por suerte, ahora no mencionaban la palabra tanto como antes.

No hasta que fue obligado por su padre a ir directamente al palacio por una explicación de la descortés "respuesta" de la princesa.

—Padre, la princesa es digna de demostrar su respuesta como ella lo crea conveniente. No haré un escándalo dirigiéndome al palacio como alguien que ha sido herido al ser rechazado en una propuesta de matrimonio.

—No has sido rechazado, ella no ha dado ninguna respuesta.

—¿Que más respuesta que el silencio? muchos de sus pretendientes habrán sido rechazados de la misma forma, y se, que ninguno se dignaría a mostrar el rostro por vergüenza en el palacio.

—Aquellos que no dan la cara luego de ser rechazados, son las personas lastimadas. Tú, deberías mostrar valentía y nobleza al dirigirte allá por una respuesta digna para un Duque. Y sé muy bien, que antes de parecer herido, pareces aliviado.

—Padre.

—Cayden. Prepárate, ya he enviado una carta al palacio, anunciando que iras de visita dentro de dos semanas; no me avergüences.

—Bien, acabaré con esto de una vez por todas. Tu hijo será "humillado" formalmente. —Cayden, dio una reverencia y salió del despacho de su padre con un leve dolor de cabeza.

Los ojos negros, los había heredado de su madre, que poseía un cabello celeste, y el cabello negro de su padre, que poseía un color de ojos igual al césped quemado. Tal vez había heredado un aspecto que no era muy preciado, aunque su familia creía que poseía una belleza exquisita, sin dudar decían que había heredado el aspecto de la mala suerte. Un aspecto diferente al de la gran mayoría de las personas, en su caso, no era bien recibido.

¿Reencarne en una novela? I NOVELA RESUBIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora