Tu rojo inexpresivo [Bucky Barnes y Tu]

Capítulo 54

Narrador Omnisciente

–¿Por qué... no puedo salir de aquí?

Se levantó con lentitud, después de estar un largo rato en el suelo viendo los copos blancos y fríos caer a su alrededor.  

–Dejaste que nos venciera...

La voz aterciopelada de Hell se dejó oír a un costado de ella, pero no se notaba enojada, triste o decepcionada, sino más bien... divertida...

–Y ahora no sabes cómo despertar...– rió la pelinegra, parte de la personalidad de ___________.–Hilarante...

–¿Por qué aquí siempre está nevando?– preguntó la contraria de la nada, sin dejar de ver el cielo que ahí se mostraba.–Todo aquí parece tan pacífico...

Hell volvió a reír con burla y malicia.

–Eso... es solo una máscara...– se paró y puso ambas manos en los ojos de ___________, cubriéndolos por un momento, para después retirarlas y mostrar la verdad. La albina los abrió como platos, sorprendida.–¡Oh vamos! No actues como si nunca hubieras estado aquí... como si esta no fuera tu mayor prisión... ¿es que acaso...– Hell se acercó a su oído.–olvidaste de dónde vienes?

Pum...

Su corazón latió con fuerza...

Sangre...

El blanco de la nieve ya no se distinguía, todo estaba teñido de ese líquido carmesí. El ambiente había oscurecido, y el pacífico gris de antes, ahora era un abrumador negro y rojo. Los copos se convirtieron en una llovizna de sangre, y el aire estaba cargado de tanto sufrimiento que era casi imposible respirar.

–Esto...

–Adelante... date la oportunidad de mostrar tu debilidad al menos una vez... déjame ver la agonía en tus ojos... ¡Vamos, ____________, haz que la llama vuelva a encenderse en mi! ¡Múestrame esa mirada que tanto amo!– rió de forma casi lúnatica, pero se detuvo y de nuevo sonrió al darse cuenta de algo.–Oh... ¿quieres que te lo recuerde?

La albina no sabía qué hacer, qué decir, cómo actuar, así que, haciendo lo único que le quedaba a su alcance, asintió a la pregunta de Hell.

–Hazme recordar... quién realmente soy...– pidió e hizo que la sonrisa de la contraria se ensanchara más.

–Tu me lo has pedido, ya no puedo negarme a tan excitante petición. Solo... no huyas... y... no olvides quién eres ahora...

Pum... pum...

~●~●~●~●~

–P-por... favor... ya basta...

–¿Hay mejoría en la visión?

Una persona de bata preguntó, pasando con rapidez la pequeña luz de una fina linterna por sus ojos, provocando que su pupila se contraiga...

–Mejoría de nivel 2...

–Eso es muy poco. Aumenten la dosis e inyectenla en la mucosa, si no funciona háganlo en la cornea.

–¡No! ¡Basta!

–Esto es por tu bien... Flor del infierno...

–¡AAHH!

...

–¿Mejorías?