Capítulo 45

4.5K 389 78
                                    

Narrador Omnisciente

-Ya lo había demostrado la primera vez que escapó, pero es muy inteligente. A este paso la encontraremos cuando pasen los años.- dijo Stark con seriedad y frustración.

-Ya saben qué hacer. Cuando la encuentren, avisen por el comunicador.- ordenó Steve con seriedad, mirándolos a todos.

Bucky lo inspeccionó con los ojos, analizándolo con detenimiento y cuidado. Ese no parecía ser su amigo Steve, en quien siempre podía confiar; sino, que más bien se asemejaba a una persona completamente diferente.

~●~●~●~●~

___________ detuvo el auto en un costado de la ruta que estaba rodeada de un extenso bosque de alto árboles. Estiró una mano hacia los asientos traseros y tomó el botiquín de primeros auxilios que todo vehículo debía tener. De allí, sacó gasas, leuco, alcohol y algodón; con cuidado, luego de levantar su buzo, desinfectó su herida izquierda con el alcohol y algodón, para posteriormente limpiar la sangre y ponerse las gasas.

La herida no estaba curándose en lo absoluto, es más, estaba empeorando y causando más dolor.

Respiró profundo para calmarse y guardó las cosas nuevamente. Giró su rostro hacia la jaula de los mininos y con una de sus manos, los liberó para que pudieran relajarse y saber que se encontraban a salvo. Al verificar que no planeaban escapar y sin mostrar señales de inquietud, tomó su mochila y sacó una de las armas que llevaba para dejarla cerca por si las dudas.

Ahora, a dónde iría era la cuestión. Era obvio que debía alejarse, pero qué rutas tomar y cómo desplazarse, porque, sí bien tenía el auto, en algún momento este podía ser un gran inconveniente si decidían buscarlo o desataba sospechas.

De pronto, el sonido de grandes vehículos dirigiéndose a su posición la alertaron.

Con rapidez, tomó su mochila y puso con la mayor delicadeza que pudo a los gatitos en su jaula, para agarrarlas y salir del auto rumbo al bosque.

Corría con velocidad, esquivando los árboles y ramas que estaban en su camino. La nieve en el piso y el hecho de que no hubieran hojas que la cubrieran, suponía una gran desventaja para su situación. Así, cualquiera podría encontrarla en unos minutos.

Se detuvo un segundo para prestar atención a su alrededor. No podía escuchar mucho y eso la alteraba aún más. Se quitó la peluca negra que le molestaba y la tiró por ahí. Aprontó su arma y siguió corriendo sin rumbo fijo. No quería dejar rastro, pero la nieve solo hacía que dejara huellas y no pudiera correr apropiadamente. Y también, un detalle que no era menos importante y muy preocupante, las heridas que seguían "frescas" de la misión que hace tan solo unos días tuvieron.

Siguió corriendo, ignorando el dolor y el frío, hasta que en un momento una capa de nieve profunda hizo que cayera al suelo, soltando la jaula de los gatitos y a estos en ella. Los tres salieron rodando. Parecía una escena graciosa de película, salvo que esto era real y corrían un verdadero peligro.

___________ tosió por el dolor del frío aire en sus pulmones y se fijó en su buzo que ahora tenía, no solo la sangre seca, sino también la fresca de su herida en el abdomen. Subió la vista hacia los gatitos que se levantaban con lentitud y poniéndose en alerta de inmediato cuando se acercaban para estar al lado de su dueña.

Cuando la albina sintió que muchas personas se aproximaban, se paró y tomó su arma con firmeza, manteniendo a los mininos protegidos con sus piernas. En unos segundos fue rodeada por muchos agentes de HYDRA que la apuntaban amenazadoramente con su armamento.

Escapar ya no era una opción. O los enfrentaba y mataba rapidamente o se dejaba capturar y hacer lo que ellos quisiesen por el resto de su vida. La opción era la más obvia pero no por eso la más fácil.

Tu rojo inexpresivo [Bucky Barnes y Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora