Capítulo 27

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Narrador Omnisciente

Eran cerca de las 2 de la mañana.

En una gris y oscura habitación yacía dormida una hermosa albina con sus dos gatitos acurrucados a su lado, reconfortándose con su presencia.

A la estancia ingresó una figura que se dirigía a ella con rapidez y cautela, con una daga en mano. Haciendo que los mininos de despertaran rápido en alerta con las orejas hacia atrás.

Despierta...

La voz de Hell hizo que ella enseguida abriera los ojos para ver como la daga se dirigía a su pecho. Con velocidad la agarró, haciendo que de su palma saliera sangre por la cortadura que esta provocó.

De inmediato agarró la muñeca del sujeto y de una patada junto con una llave, lo empujó, haciendo que cayaera al suelo fuertemente.

–Viernes, enciende las luces.– ordenó ella con seriedad.

–Como ordene, señorita _________.

La inteligencia artificial hizo lo ordenado, pero al haberse iluminado el cuarto la figura ya no estaba ahí.

La oji-rojo frunció el ceño y miró su mano derecha, donde solo quedaba el rastro de sangre, mas no la cortadura.

Estando aún alerta, se fue a acostar nuevamente, apagando las luces pero quedándose despierta, vigilando todos los movimientos a su alrededor y acariciando a Alaska y Cheshiré.

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En la mañana se podía sentir un ambiente tenso en el comedor de la torre Avenger.

Todos miraban atentamente las acciones de Loki; si apartaban la mirada era apenas, dado a que su confianza en el dios del engaño era mínima, por no decir nula.

–No sé si sentirme halagado o atacado por la mirada de todos sobre mi.– comentó con tono juguetón.

A la estancia llegó _________, acompañada de sus dos pequeños gatitos, quienes la seguían de cerca, caminando a sus costados.

–Buenos días.– murmuró.

Ella, sin importarle mucho los ojos de los asgardianos en su persona, se dirigió al refrigerador por un poco de leche para los mininos.

–Parece que ya los tienes bien entrenados y eso que no llevan ni un mes aquí.– mencionó Sam sonriendo, viéndolos.

–No he hecho nada. Ellos solo... saben qué hacer.– respondió viéndolos fijamente un momento, para servir la leche en dos pequeños boles y dejarselos en el piso.

Ambos comenzaron a tomar con tranquilidad, mientras la albina iba a servirse su desayuno.

–¿Qué haremos hoy?– preguntó Stark con una sonrisa, para intentar aliviar la tensión que nunca se fue y se volvió más pesada con la llegada de la oji-rojo.

–Fury vendrá mañana, dice que quiere conocer a __________ y traerá a alguien nuevo.– comunicó Natasha.

–¿Alguien nuevo? ¿Para el equipo?– cuestionó Wanda confundida.

–No lo sé. Supongo que sí.– se encogió de hombros la espía.

–¿Alguien sabe cuándo es que viene Clint? Hace tiempo no lo vemos y necesitaremos de su ayuda para las nuevas misiones que se aproximan.– habló Steve.

–Eso preguntáselo a la arañita.– dijo Stark señalándola.

–Le diré que venga por un tiempo.– respondió la rusa.

Tu rojo inexpresivo [Bucky Barnes y Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora