Capítulo 9.

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De nuevo bufé al verme en el espejo con un quinto vestido de Lucy, ella con cada uno había dicho que me veía perfecta, pero a mí, por alguna razón ninguno me gustaba, me deshice de él y Lucy rodó los ojos impaciente.

—   Parezco… No lo sé, solo no parezco yo —Me acaricié instintivamente la nuca y entonces caminé hacia mi armario y comencé a mirar en él por sexta vez.

—   Quizá podrías ir… con uno de tus vestidos —sugirió Lucy.

—   Sí, eso haré —Saqué uno turquesa de tirantes suelto a partir de la cintura hasta tres dedos por encima de mis rodillas.

Me coloqué el vestido y unas sandalias, cepillé mi cabello y lo recogí en una cola de caballo, usé un perfume de Lucy y esta me maquilló solo un poco. Aun no estaba cien por ciento segura de asistir a aquella fiesta, pero Lucy tenía razón, si no me atrevía a nada pronto mi adolescencia sería una bola de basura.

—   ¿Lista? — Preguntó parada en mi puerta luego de arreglarse.

—   Si, muy lista —Sonreí y ella me hizo un guiño.

Condujo en su auto unos cuantos kilómetros hasta llegar a una casa junto a un lago, a sus alrededores estaba rebosado de autos y motocicletas, lo cual indicaba la cantidad de personas que estarían allí, Lucy se estacionó relativamente lejos y caminamos unos metros hasta su patio, en el cual habían desde chicos acostados sobre él besándose y manoseándose hasta borrachos dibujándose palabras obscenas con espray en el pecho. Lucy caminó con seguridad hasta la puerta y yo me detuve a mitad de camino, tenía los nervios de punta, jamás iba a este tipo de eventos y tanta gente en este estado de borrachera no me gustaba.

Al voltear y notar que no estaba detrás de ella me hizo un gesto para apurarme y aún así no di ni un paso más, fue entonces cuando Jade me pasó por al lado con su par de mejores amigas y me miró de pies a cabeza intentando contener una carcajada.

—   ¿Sabes qué es una fiesta? —Me interrogó Tanna.

—   La fulminé con la mirada y asentí— Por supuesto que sí.

—   ¿Y sabes que se usa para venir a ella? —Esta vez fue Georgina la que habló.

—   Chsss —las calló Jade— ya basta, se siente atormentada, ese vestido es tan corto para ella que le remuerde la conciencia —Y entonces las tres rieron a carcajadas.

Me quedé helada al escucharlas reír, estas entraron a la casa y yo me limité a respirar hondo, había perdido de vista a Lucy. Caminé el trayecto que me faltaba hacia la puerta y entré. Si creía que el patio estaba lleno me quedaba corta en relación con la casa. Había un tipo montado en una mesa con un micrófono gritando cualquier cosa y gente aplaudiéndole y gritándole de vuelta. Me apresuré a encontrar a Lucy, pero no podía, las personas me empujaban y pisoteaban, subí las escaleras y miré a mi alrededor, pero no la conseguí, volví a bajar como pude y caminé hacia el tipo sobre la mesa, voltee para buscar de nuevo a Lucy y me choqué con un abdomen, miré al responsable y me conseguí con un chico desconocido, me sonrió e intentó besarme y entonces me aparté y me metí en un rincón, desde allí podía ver casi cada ángulo de la casa, me topé de repente con la mirada intensa de Colton, quien tenía a Jade besándole el cuello de una manera grotesca, Colton me sonrió con autosuficiencia y entonces ella se detuvo para decirle algo y al ver su atención centrada en algo más miró en mi dirección buscando al/el responsable. Y me encontró. Su cara de molestia fue algo que disfruté, pero solo duró unos segundos, porque entonces caminó hacia el chico con el micrófono y Colton la miró con el ceño fruncido mientras ella le susurraba algo al chico, volvió a su lugar y me guiñó un ojo.

—   Atención, quiero invitar a una chica a la que Jade nombró “Destiny la mojigata” a que se suba aquí y se quité todas las prendas de ropa para nosotros, ¿Dónde estás nena? ¡No seas tímida!

El misterio de nuestro pasado (ESPAÑOL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora