El misterio de nuestro pasado (ESPAÑOL)

Capítulo 31.

— ¿Y aceptaste? —Lucy se encontraba sentada sobre mi cama, abrazando un peluche y mirandome expectante.

— No —Negué con la cabeza— no le he dado respuesta, dije que lo pensaría.

— Oh, lo haces sufrir —Sonrió divertida.

— ¡No! —Respondí horrorizada— Yo solo... No estoy segura de esto.

— ¿Cómo reaccionó cuando le dijiste que lo pensarías?

— Pues, estaba confundido —Sonreí ante el recuerdo y no pude evitar soltar una risotada.

— ¿Qué? —Arqueó una ceja.

— Es que... Debiste verlo, el solo estaba tan confundido que no supo que responderme —Reí nuevamente.

— Oh, eres terrible con él —Respondió haciendo un puchero.

— ¿Qué? No, es solo gracioso, jamás lo había visto sin palabras —Me encogí de hombros.

— ¿Qué crees que esté haciendo justo ahora? —Preguntó Lucy.

De pronto Colton se quitó de golpe los pantalones y los lanzó, se acercó dando zancadas hasta la despensa donde guardaba las botellas de licor y sacó una de vodka, le fulminé con la mirada y el solo se limitó a encogerse de hombros.

— No puedo con tanta presión —Susurró centrado en abrir la botella.

— Joder, Colton, es solo una chica —Gritó Jason desde el mueble exasperado.

— No —Negó con la cabeza y al por fin poder abrir la botella se la empinó.

— ¿Qué rayos está mal contigo? —Preguntó Kyle arrebatándole la botella.

— Colton se la arrebató de vuelta y lo fulminó con la mirada— Si ella dice que no estoy jodido.

— Oh, él está enamorado —Dije burlón.

— Nate, más te vale cerrar el jodido hocico antes de que te muela a golpes —Me advirtió.

— ¿Quieres que les llame? —Pregunté sacando el celular de mi bolsillo.

— Pues... No  —Negó con la cabeza y tomó otro sorbo de la botella.

— Joder, me estás poniendo de los nervios a mi —Le acusó Kyle.

— Chicos, no lo entienden —Nos dijo frustrado— yo la necesito.

De pronto todos nos quedamos en silencio ante aquella declaración, e incluso la cara de Jason de burla se tornó seria, definitivamente no nos esperábamos aquello.

— Hermano, eres Colton, todo estará bien para ti —Le consoló Jason.

— Al diablo —Susurró y continuó bebiendo.

Horas más tarde Colton se encontraba acostado en el sofá totalmente ebrio, tarareando una canción absurda; la botella vacía yacía justo sobre su abdomen y él se miraba los dedos como si fuesen algo que jamás vio en su vida.

— Tengo seis, Nate —Dijo de pronto.

— ¿Seis qué? —Froté mis sienes en un intento de no perder la paciencia.

— Seis dedos —Afirmó cerrando sus ojos a causa del sueño.

— Oh por Dios —Musitó Kyle.

— En estos momentos él es más alcohol que persona —Intervino Jason.

— ¿Qué hacemos? —Les pregunté.