El misterio de nuestro pasado (ESPAÑOL)

Capítulo 41.

Corrí tras Colton por un largo trayecto, el bosque parecía interminable y ya casi empezábamos a creer que si quiera habíamos tomado la ruta correcta. Las gotas de sudor recorrían mi pecho y espalda, mi cabello se adhería a mi cuello gracias a ello, haciéndome estremecer ante cualquier ventisca que llegase; tenía la boca seca, pidiéndome a gritos algo de agua, respiré entrecortadamente sosteniéndome del tronco de un árbol y miré a Colton mortificada.

— Estamos... perdidos —Afirmé con los ojos llorosos.

— No —Negó con la cabeza— Dest, no te rindas.

De pronto subí mi mirada y a lo lejos divisé una luz, parecía proveniente de la ruta de la autopista que buscábamos, sonreí y no pude evitar llorar de alivio, Colton notó mi mirada fija y al ver lo mismo que yo se colocó de pie de un salto.

— ¡Vamos, joder, vamos! —Gruñó corriendo.

Respiré hondo y una vez que sentí que había recopilado algo de energía lo seguí. Para cuando llegamos a la autopista Colton sacó un arma de su bolsillo y miró fijamente el camino, yo solté un grito y este me miró frunciendo el ceño.

— ¿Qué haces? —Chillé.

— ¿De dónde crees que obtendremos un nuevo auto, Desti? —Me interrogó.

— ¿Ro...robaremos? —Musité horrorizada.

— Tómalo así, hermosa, nosotros lo necesitamos más que ellos —Sonrió.

Colton dio un salto y se colocó en medio del camino, evitando que una camioneta roja continuase moviéndose y haciéndola frenar de golpe. Lo vi correr hasta la puerta del piloto y este lo apuntó con el arma, indicándole que debía bajarse o le haría daño, este era un hombre de unos cincuenta años aproximadamente, así que bajó y me miró asustado. Colton se subió y me hizo señas para que yo hiciese lo mismo, me quedé paralizada un segundo, hasta que Colton sonó la bocina y me hizo volver de mi shock a la realidad. Corrí hasta la puerta del copiloto y me subí al auto aún temblando.

— Lo siento, nos quieren asesinar —Le oí explicarle al hombre antes de arrancar abruptamente.

Iba a toda velocidad por la autopista, mirando fijamente hacia el frente con el ceño fruncido, yo por mi parte aún seguía horrorizada por lo que habíamos hecho, no tenía nada que decir, y es que no había sido culpa nuestra, pero aún así me sentía culpable.

— ¿A dónde vamos? —Susurré con la voz entrecortada.

— Encontraré un lugar en el que podamos descansar, mañana temprano huiremos aún más lejos —Me explicó con firmeza.

El resto del camino me mantuve en silencio, esperando a que llegásemos, mientras que Colton se mantenía totalmente tenso, mortificado en el fondo, intentando no desquebrajarse tan pronto como yo. Para cuando llegamos estaba casi dormida en el asiento, era un motel que parecía abandonado, lo miré aliviada, yo solo quería reposar y a estas alturas que fuese una pocilga no me interesaba en lo absoluto.

Colton nos registró con nombres e identificaciones falsas y una vez hecho me condujo escaleras arriba hasta nuestra habitación. Al entrar me dirigí directo al baño, donde enjuagué mi cara y manos y suspiré. Al salir me encontré con Colton sentado frente a la ventana, concentrado viendo hacia abajo, vigilante, los músculos ahora desnudos de su espalda estaban tensos y su quijada apretada, me acerqué lentamente y una vez detrás le abracé y besé sus hombros.

Este se relajó y depositó un beso en mi cien.

— ¿No quieres descansar? —Le interrogué mortificada.