Capítulo 37.

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— ¿Cómo que se fue? —Preguntó Kyle mientras su tez se tornaba pálida.

— Tenemos que llegar hasta allá pronto, Kyle, por Dios no sabe lo que hace, podría... —Dije y de pronto me quebré— podría perderla.

— Escúchame, Colton, no vamos a perder los jodidos nervios, toma la llave de tu auto, saldremos ahora mismo para allá

Tomé con brusquedad y pulso tembloroso las llaves y corrí hasta mi auto seguido por Kyle, justo cuando mi mano estaba abriendo la puerta del auto sentí el frío contacto en mi nuca y maldije más veces de las que jamás podría.

— ¿A dónde crees que vas, Colton? —Espetó la persona a mis espaldas.

Miré a Kyle quien ahora se encontraba a mi lado y por el rabillo del ojo vi que también estaban apuntándolo, no había salida.

— ¿Qué mierdas quieren? —Gruñí.

— El grupo Z lo tiene todo muy bien planeado, Colton, no quiero que se te olvide —Rió.


Durante todo el camino hasta aquel lugar el mal pálpito se apoderó de mí, pero decidí ignorarlo y continuar, los chicos necesitan ayuda, pensé. Intenté colocar música y distraerme, pero segundos luego de intentarlo no me pareció apto para el momento y el sentimiento que tenía, así que continué mi camino sin intentar nuevamente calmar mis ansias.

Mis manos sudaban frío y mis palpitaciones estaban tan aceleradas que habría podido creerme que el corazón estaba por salírseme del pecho, casi no podía conducir más, pero para mi buena suerte ya había entrado en la zona donde se conseguía aquella casa luego de tantas horas conduciendo.

Aparqué el auto frente al lugar sin siquiera atreverme a detallarlo bien, sabía que estaba donde debía estar, respiré hondo e intenté calmarme, pero no resultaba, fue cuando me bajé y me enfrenté con aquella casa que mi tez se tornó aún más pálida.


Había seguido a Destiny durante tantas horas que comenzaba a irritarme, quería acabar con esto, que ella consiguiese las respuestas que todos buscábamos y poder exterminarlos a todos, fue cuando maldije por tercera vez cuando mi celular comenzó a sonar.

— ¿Sí? —Atendí.

— Adam —Escuché la fría voz de mi jefe al otro lado de la línea.

— Jefe —Asentí a pesar de que no pudiese verme.

— Estás muy cerca, escúchame atentamente, hay un centenar de cosas que dependen de ti ahora, ten cuidado, no te delates hasta que sea el momento, si fallas estarán muchas personas esperando para apoyarte, pero aún así están tan lejos que con un poco de suerte ella escaparía con Alex si lo consigue, así que se cuidadoso, es esto o tu inútil vida —Me advirtió.

— Tragué en seco— ¿Dónde están los otros del grupo Z?

— Están camuflajeados, lo suficiente como para no poder estar demasiado cerca para no alertar a los vecinos, haz tu mierda o te asesino —Espetó y colgó.

El jefe nunca se había escuchado tan tenso, siempre sonaba tranquilo, sereno, incluso de una manera escalofriante, pero esta era la punta final de un plan de años, y si no se resolvía mi cabeza volaría por los aires, literalmente.

La vi caminar lentamente a través del césped destrozado, aguardé con el corazón desbocado en el auto a que entrase y respiré hondo, lo lograría, estaba listo para esto.

Ella entró con tan solo un empujón con su mano sobre la puerta, la cual se cerró a sus espaldas, me bajé del auto con intenciones de vigilarla de cerca a través de las ventanas y entonces lo escuché, un grito aterradoramente desesperado, horrorizado, lleno de dolor y acompañado de un chillido que sería la antesala a un terrible ataque de llanto.

Corrí hasta las ventanas y observé hacia dentro, ella estaba arrodillada en el suelo sosteniendo su estómago, sollozando horrorizada, cada pequeños fragmentos de minutos gritaba un "NO" que denotaba que lo que había descubierto era desgarrador.

Fue entonces cuando la escuché gritar las tres palabras más increíblemente sorprendentes que jamás escuché, unas que develaban la base de un misterio de siglos, o al menos una parte de ellos, "Siempre estuvo justo en frente", ella sabía quién era Alex, sabía dónde estaba, y ahora iba a decírnoslo.

— ¿Qué dijiste? —Susurré mientras entraba a sus espaldas apuntándole con mi mejor arma, y mi pulso aún temblando.

Ella se quedó de piedra y lentamente volteó la cabeza para encontrar su mirada llena de desesperación con la mía.

— ¿Dónde está Alex, Destiny? —Pregunté temblando.

No hubo respuesta ante aquello, así que me acerqué bruscamente y le coloqué la pistola sobre la sien, comenzaba a perder la paciencia, ella debía decírmelo.

— Traidor —Escupió aún temblando.

— ¿Dónde está? ¡Habla ahora, maldita perra! —Grité totalmente desesperado.

— No —Susurró y negó con la cabeza.

— Destiny, como no hables, te mato —Le amenacé.

— Sería lo mejor para todos —Gruñó enfrentándome.


Capítulo dedicado a: LuanaJimenez1 (Graciaaaas por tus hermosas palabras, me encantan, las aprecio muchísimo♥), solguzman03 (Gracias por comprenderme, espero que te haya encantado el capítulo♥), allisonramirezxD (Gracias por apoyarme, linda♥), Adreanne0301 (Estamos de acuerdo, estos son los mejores capítulos, para los que tanto me preparé♥), oasisparadise (Gracias por tus palabras, me ilusionan un montón♥), xiomarak99 (Gracias, mil gracias, y perdón el suspenso JAJAJA♥), AimyC17 (Gracias por darme la oportunidad y haber leído toda mi novela, espero que seas una fiel lectora hasta el final, besos♥), 2PerezPaola6 (Gracias por el apoyo, besos♥)

LES TENGO UNA TAREA A TODOS, QUIERO QUE ME DIGAN EN UN COMENTARIO QUIÉN CREEN QUE ES ESTE MISTERIOSO ALEX, DONDE HA ESTADO Y POR QUÉ (Lo disfrutaré muchísimo♥)


El misterio de nuestro pasado (ESPAÑOL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora