Entre Sangre

Contando Días

Aquel teléfono se volvia insistente, tal vez unas últimas palabras, eso seria todo.

- ¿Si? - Quería sonar lo más natural posible

- Sophia, ¿Dónde estas? - Sara sonaba preocupada

- Estoy en la pensión...

- ¡Mentira! Estoy aquí afuera esperándote hace horas, te deje varios mensajes y no me contestas

- ¿Por qué te importa?

- Porque vi a Luke, y es más que obvio que tu también, a menos que este de escurridizo aquí... Sophia ¿Dónde diablos estas? No me hagas ser tu niñera

- No tienes porque serlo, corta el teléfono, termina con todo - Su voz empezaba a quebrarse

- Dime donde estas, llegare ahí en un segundo, no tienes porque manejarlo sola. Por más que haya momentos que quieras desprenderte de todo hay otros en los que necesitas a alguien. Tu misma me lo dijiste, confiabas en mi, recurriste a mi, déjame ayudarte.

No lo soportó más, cayó de rodillas mirando el abismo, las pequeñas piedras que se desprendían cayendo al vacío. Era todo tan injusto, pero no por alguien iba a dejarse caer también.

Dio un paso atrás y bajó de allí, volviendo a la ruta, regresando a su hogar.

Pudo calmar la insistencia de Sara, pero no pudo evitar la lluvia de preguntas al momento en que la tuvo en frente, ambas se quedaron sobre el cordón de la calle mientras Sophia le repetía las palabras de Luke, y lo mal que le había hecho sentir.

- ¿Esperabas otra cosa de él? Pues, yo me hice la idea, discúlpame que sea tu hermano, pero tiene muchas actitudes malas, y tu nunca lo viste

- Nadie es perfecto Sara

- ¡No lo defiendas! No sigas cubriendo todo lo que te hizo, te sientes mal y quieres seguir viendo las "Buenas partes de él" que no hay, pero dime, ahora que te fallo, ¿Qué piensas hacer?

- Las cosas pueden verse mal ahora, pero no voy a arrepentirme de las decisiones que tomé, creo que con Luke fuera, es un peso menos. Esa espera de saber si el decidirá por los dos, o tendría que hacerlo yo. Soy una tonta. Pero las cosas van a mejorar.

- ¿Y si no es así?

- No seas tan negativa ahora, por favor

- Me molesta que él se haya lavado las manos de una sola vez y tu lo hayas dejado irse, no quiere ser padre, perfecto, pero debe responderte ayudando económicamente Sophia, yo lo arrastraría hasta lo último, de lo bajo que te hizo sentir ahí quedaría corto a lo que podría hacerle, le enseñaría a no ser un imbécil

- Pero como dices, tu.

- Tienes mucho que aprender, por más que ames a una persona o te importe, no siempre le tires pétalos o le regales buenas intenciones, porque quien te abraza un día, puede apuñalarte al otro, lo viste.

- O quien te apuñala, puede... (miraba a Sara)

- No me parece justo dejar a nadie en tu situación Sophie, puedo ser mala pero no soporto muchas injusticias

- Por más que haya...

- Lo que hayas hecho en un pasado, puede corregirse en el presente y darte un mejor futuro, piensa en eso, y lo que necesites llámame, no lo olvides

- Gracias...

El calor de los rayos del sol entrando por la ventana le hacía sentir como si sus párpados se quemaran, pero a la vez era una sensación agradable ese calor sobre su rostro.