Realidad

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Las despedidas nunca eran sencillas le dolía tenerlo tan lejos y el sentir tanto por el.

Pasar a mensajes cifrados en su teléfono o videollamadas con audífonos para decirse el cuanto se extrañaban, que no faltaría mucho por estar juntos. Que pasaría rápido el primer semestre y el regresaría a casa cuando menos lo esperara. Que todo era temporal.

Sus padres fueron los primeros en notar cómo por momentos Sophia palidecía de la nada o sentía náuseas excusándose con la comida o por la presión de la escuela.

Por más que intentara concentrarse sentía que su cabeza daba miles de vueltas. Apenas podía con su trabajo escolar y más concentrarse en su teléfono con mensajes sin responder.

Había días en los que comía, otros en lo que el mínimo aroma le producía náuseas. Aun así ella seguía con sus responsabilidades, sus tareas y todo lo que sus padres pidieran.

Por la madrugada solo recordaba las visitas nocturnas, queriendo llamarle, queriendo decirle cuanto lo extrañaba. Un mensaje nunca era suficiente.

Había pasado los primeros esquives, pensó que iba a poder manejarlo, cuando el retorno de Luke cayó sorpresivamente en su casa. Unos días debido a un conflicto en su universidad, él podía costear el pasaje. Sus padres lo recibían alegremente mientras ella juntaba fuerzas en sus adentros para poder manejar el volver a fingir que su mundo estaba bien. Cuando en realidad un padecimiento no la dejaba en paz.

Pero era bueno volverlo a tenerlo cerca, con esa sonrisa cómplice, alejaría un poco los momentos agrios.

- ¿Como la llevas? - Decía el mientras acariciaba su mejilla

- Un poco complicado, pero nada que no pueda hacer

- Esa es la actitud Sophie, te echo de menos en todo momento

- También yo, pero solo será por un tiempo ¿No es así?

- Solo un par de años, pasara rápido, ya lo veras

El se apoyaba con el codo derecho levantándose un poco de la cama, para observarla mejor, sus ojos desprendían una cierta melancolía, por más que sus labios se mostrasen siempre sonrientes con el.

- ¿Hay algo que quieras decirme?

- No, está todo bien

- Estas triste, lo veo

- Es... Es solo, tu sabes, un poco difícil

- ¿Nosotros?

- También, pero contentar al cien por ciento a nuestros padres es agotador, y ahora que te fuiste se me es un poco más pesado con todo eso de las reglas, tareas, papá intentando entablar un diálogo sobre todo. Mamá siendo ella..

- Hey, tranquila, estoy aquí. Se que ellos no van a cambiar y sabes que te entiendo a la perfección, por más que este a kilómetros de distancia, los mensajes de papá son diarios, así como las llamadas. Pero mientras este aquí hare que te olvides por lo menos un poco de todo eso.

El volvía a ella besándole el cuello y terminando en sus labios, para luego abrazarla hasta quedarse dormida.

Se hacían adictos a la presencia del otro mientras estaban en el mismo techo, nunca podía terminar todo aquello que solo la noche era testigo, repetían su ritual entre besos llenos de lujuria, Luke se quedaba un momento, pero en momentos asi lo mejor no era tentar al destino, ella en cambio lo veía marcharse.

Se levantó lentamente, rebuscando sus ropas y encendiendo aquella vela de anís. Sentada frente a su tocador que sólo iluminaba parte de ella. Esa llama ardía espantando todos los fantasmas, y eliminando todo aquel pecado que pareció existir por un momento.

Entre SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora