Desconcierto

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Ella despierta con un sonido ensordecedor, parece un pitido que golpea su cabeza como una piedra, aún le cuesta levantarse.

Le trae malos recuerdos, la lleva nuevamente a sus antiguas pesadillas de un admirador secreto y una tragedia que pudo haber sido evitable

¿Y esto? ¿Lo viste venir?

Mira los detalles de un piso sucio, de bolsas vacías a su alrededor y una habitación que cree no haber visto nunca. No quiere recordar lo ultimo antes de que todo se vuelva negro, pero es dificil. Era una cronica anunciada. Ella sintió el escalofrío en su espalda, que le advertía malas decisiones, pero algo de esperanza tenía. O simplemente quiso que eso por una sola vez en su vida resultara bien.

Sophia, eso nunca empezó bien. ¿Que te aseguraba que podría terminar bien?

¿Es el final?

Las últimas horas parecian una pesadilla mezclados con el terror nocturno. Las cosas estaban...

¿Dónde es que pierden sentido? El dolor que siente se vuelve insoportable mientras más recupera la conciencia. Toma su cabeza con ambas manos sintiendo la sangre seca en parte de su frente y su cabello

- No, por favor, no de nuevo ¡Maldición! - Grita sin poder levantarse del suelo.

Piensa que alguien podría haberla escuchado, piensa que alguien puede acercarse a donde está, pero no. El silencio es lo peor que puede escuchar. Confirma que está sola en un lugar que no recuerda.

Lo único que si esta segura es que Brina esta segura, o al menos eso quiere creer... O al menos eso ruega a todo el universo.

Cuando abandonó su departamento después de todo el revuelo estaba segura de que él no la había visto, de que él había desistido a seguir su perverso juego, por lo menos en ese momento. Pero a la vez le daba tiempo para prepararse, estaba segura que esa no iba a ser la única vez que él aparecía frente a ella de golpe, y mucho menos si sabía de la existencia de Brina.

No quería ni levantar sospechas hacia donde iba tomando caminos largos y mirando tras sus hombros a cada momento. Por más que no veía a nadie, la confianza era algo que no podía permitirse.

Recuerda golpear la puerta una y otra vez haciendo que Sara apareciera de mala gana frente a la pesada insistencia de Sophia que quería entrar antes de que la vieran

"Ayúdame" Dejó salir en un tono ronco, rasgando su garganta intentando no llorar recordando todo lo sucedido momentos antes.

Sara la dejo pasar mirando hacia afuera con un mal presentimiento, esperando escuchar la explicación que Sophia podía darle frente a varios desconciertos que tenía horas antes

- Te llame, y ahora el celular da apagado... ¿Qué rayos?

- Luke...

Fue todo lo que llegó a decir antes que Sara la mirara llena de sorpresa, ya que no lo nombraba con ese animo pasado que recordaba, tampoco parecía disfrutar un "reencuentro" que era más que obvio que tarde o temprano podía presentarse.

Todo lo contrario, la joven parecía perder el control de sí misma pronunciando esa palabra, la criatura en sus brazos temblaba junto a ella, mientras su rostro se tornaba más pálido y rompía en llanto.

Sara cargo a la niña y le acercó un vaso de agua, no iba a evitar decirle todo lo ocurrido. Por más cruel que podía sonar, era la verdad y costaba creer algo así. Después de tanto.

- ¿Qué vas a hacer?

- Dejar a salvo a mi hija...

- ¿Estás seguro que él no sospecha de mi?

- Muy, pero no puedo esconderme por siempre, y si quisiera irme se que él me seguiría. Necesito cortar todo ahora, sino Brina nunca estará segura, yo menos

- Sophia...

- Lo se, se que he cometido muchos errores, se que pagó por ellos y todo. Por mas que me ayudes con ella hay cosas que debo tomar por mi cuenta, hay cosas que no importa cuánto riesgo corra lo tomaré. Y se que de una vez por todas las cosas me saldrán bien. Y que él entenderá...

- Solo ten cuidado...

De nada valía irse al instante, cuando aún seguía esa tensión de horas antes, si él seguía buscándola ella se dejará encontrar, entregándose a un enfrentamiento que quedaba colgado por "miedo" y desligue de responsabilidades de su parte. De nada valía la violencia, los gritos o cualquier otra acción que pudiera poner más tensas las cosas. Ella tendría que ir en paz rogando que él aceptara los términos, de que al final pudiera hablar hasta que él aceptara sus decisiones. Y después de eso se iría, no quería molestar a mas nadie, no quería permanecer en la misma jaula de su ciudad donde se sentía tan asfixiada por todo lo que había pasado en su vida, donde cada acción era otra caída llevándola a la destrucción total. Pero no. Ella podía cortar todo y cambiar aquel destino de una familia en la que nunca se sintió parte.

Está bien.

Sophia necesita descansar, intenta dormir, da vueltas en el colchón que tiene en el suelo, junto al moisés de Brina donde escucha su respiración y sus pequeños gimoteos que hace entre sueños. ¿Y si él la viera? ¿Podría darle una oportunidad? En medio de la oscuridad parece bajar todo lo que iba en contra de su hermano. Después de todo, él también estaba asustado como ella, él tuvo el valor de volver, el quiere volver a intentarlo.

Pero la imagen que vio temprano, no era a quien recordaba, y ahí los temores vuelven, y la "otra oportunidad" desaparece.

Es un maldito juego de una balanza donde el peso seguro parece girar en un trompo de confusiones. El insomnio le repite al oído que si quiere avanzar debe ser por pasos seguros.

Sophia necesita descansar, tiene que dormir.

Eso era lo último que había escuchado "Necesitas descansar" en modo de un susurro como una bestia escupiendo la saliva mientras mostraba los colmillos a su víctima. ¿Está muerta?

Elige sabiamente, mide todo aquello que quieras decirme, porque no estoy dispuesto a escuchar balbuceos, a escuchar mentiras o excusas de algo que nos lleva directo a un camino que esquivamos y que los demás querían destruir. ¿Dónde es que fundamos las reglas a lo prohibido? ¿En qué momento deformamos lo que teníamos para convertirnos en esto?

Dime, dime, pero no sigas metiendo peros a cada una de tus oraciones, no digas cosas que no sientes solo para hacerme feliz o mantenerte en calma. Que estamos en un continuo terremoto de verdad y amor, si es que alguna vez hubo.

Dime, dime que fueron de estos años ¿Qué fue del pasado de juegos llenos de imaginación y que será del futuro que se ve tan irreal?. Que se ve perdido por cada acción que cometemos, es como si simplemente nos dedicáramos a arruinarlo.

Abre la maldita boca y no te midas en tu fuerza, que esto no es un tratado de paz, sino es una justa por nuestra libertad que tenemos reprimida en cada mal sueño, en cada acción "accidental" y cada embuste que repetíamos frente al espejo incansablemente pensando que así podríamos seguir viviendo, pero ya ves que no. No se puede escapar por siempre de los problemas o de cosas que quedan pendientes. La vida, siempre consigue la forma de que coincidamos gritando "enfrenta tus malditos problemas, deja de huir como un cobarde"

¿Qué es lo que hicimos? ¿Qué nos hicimos? ¿Puedes perdonarme? ¿Puedes perdonarte?

Entre SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora