Tan Alejados

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Habían pasado un par de meses desde todos aquellos problemas en el hogar.

Luke por su parte, luego de arreglar las cosas con Sara sentía que vivía en él una armonía y en cuanto a ella tenía todo lo que añoraba.

Se sentía más tranquilo, esas aventuras nocturnas junto con otras cosas que lo mantenían bajo presión quedaban enterradas en el olvido. Su cabeza solo lo ocupaba su novia, sus estudios y la confianza que pudo tener con su hermana.

Entendía que ella tenía un secreto, que no hablaría de ello con nadie. Pero confiaba en que también haría las cosas bien.

Después de todo sus caminos se distanciaban poco a poco, transformando todo en recuerdos y anécdotas y eso era lo que bastaba.

Sophia en cambio se estresaba con su alrededor. Las cosas debian ser marcadas perfectamente entre las agujas del reloj.

Su despertar, las clases, sus amigas, el regreso a casa, tiempo familiar, computadora, distracciones, dormir.

Estaba en lo mismo, y nada parecía cambiar.

Lo único que parecía distenderla de aquella monotonía era las charlas que tenía por las noches con Nick, aunque no estaba del todo segura si ese era su verdadero nombre, el ya empezaba a mostrarle cariño, soñando con un encuentro perfecto de ambos, pero solamente la sorprendía con pequeños detalles que ocultaba en lugares para ella y notas a escondidas.

Lo cual hacía que su corazón latiera mil, imaginando que al fin habría encontrado a su príncipe, uno que jamás la dejaría como tanto quería. Con un pasado que simplemente se esfumara entre el viento.

Los hermanos se reunían rara vez entre la sala o la cocina, contando algo de la semana, sus ojos se desviaban hacia otro lado, mas al mínimo cruze de miradas parecía que ese olvido y emociones dudosas seguían existiendo entre ambos.

Sophia se repetía una y otra vez dándose la razón, que lo de Luke simplemente había sido curiosidad. Sus ojos se plasmaban en el solo dándole melancolía, pero mantenía su frente en alto, su sonrisa iluminada. Después de todo ella era una excelente actriz.

Terminaba su obra encerrada a horas de la madrugada, intentando respirar ese aire que aguantaba por la rutina, repitiéndose constantemente que sobreviviría, que cuando menos se de cuenta el papel se haría parte de su vida y todo aquel dolor y preocupación se irían. Todo se aliviaría entre risas y todo acabaría como una mala época.

Nick era su nuevo príncipe, "pronto" o al menos eso decía, pronto se verían como tanto lo imaginaba. Un encuentro digno de las mejores novelas o las películas más taquilleras de todos los tiempo. Quedarían flechados ante aquel encuentro de miradas, ese "click" que la llevaría al mundo de sus sueños. Seria feliz, sanaria y seria su primer y quizás único amor.
Ella entregaba su alma, vida y corazón a alguien que nunca había visto, pero creía que conocía ya que se pasaban horas hablando, hasta despidiéndose dulcemente, deseándole una linda mañana.

Luego de eso todo cambiaría a un futuro donde la tecnología ya no haría falta para estar juntos. 

Entre SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora