•Capítulo 1•

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-Ayla, baja ya, por favor te lo pido.

Decía una voz a través de mi teléfono móvil, esta demostraba que estaba irritada. Era Noelia, mi mejor amiga, íbamos a ir de compras, me regañaba porque casi perdíamos el bus al centro comercial por un imprevisto que tuve. No era mi culpa, yo no puedo controlar cuando me baja mi periodo y cuando no, lo peor no fue eso, sino que en ese momento llevaba unos pantalones de color beige descafeinado, casi blancos, me había manchado toda, y todos mis pantalones vaqueros estaban en la cesta de la ropa sucia, así que tenía que averiguar rápido lo que iba a ponerme.

No, no soy tonta, soy consciente de que no es muy buena idea llevar pantalones claros la misma semana que te debía bajar la regla. El caso es que todavía no me tocaba, quedaba una semana y media aún, supuestamente podía ponérmelos sin correr el riesgo, pero al parecer me equivoqué, mi periodo se había adelantado, cosa que no solía suceder, era una chica con la menstruación muy regular, pero no tuve suerte ese mes.

- ¿Vas a bajar o tengo que subir y llevarte a rastras hasta aquí abajo? - Volvió a hablar la voz irritada de antes.

-Ya voy, ya voy, tranquilízate, si llegamos a perder el bus cogemos el siguiente y, sino vamos a pie. - Intenté tranquilizar a mi amiga la cual se veía molesta por mi tardanza.

-Estas tú que yo voy andando con este puto vestido a ningún lado. No para de subirse todo el rato y no tengo la paciencia para estar bajándolo cada dos por tres. Así que saca ese sangriento coño de esa habitación y baja ahora mismo.

-Oye, no insultes así a mis partes íntimas, como si las tuyas no sangrasen, además, ¿para qué te pones ese vestido si sabes que vas a estar incomoda?

-Porque cariño, siempre diva nunca indiva, aparte, este vestido por más incómodo que sea me hace un culo que flipas, me siento una Kardashian. -Decía esta orgullosa de sí misma, yo tan solo reía. - ¿Entonces tienes planeado bajar? Nos van a dar las uvas hasta que te dignes a hacerlo.

Opté por ponerme un vestido justo que hacía siglos que no me ponía y unas bambas, no era mi prenda favorita, pero no tenía nada más que ponerme.

Cuando bajé me encontré con la sorpresa de que no había absolutamente nadie, me sorprendí mucho porque hacía cinco segundos había colgado a Noelia.

- ¡Boo! -Escuché una voz en mi oído detrás de mí.

- ¡LA MADRE QUE TE PARIÓ NOELIA EMMA JONES! Dios, casi se me sale el alma del cuerpo.

La chica pelinegra tan solo se reía de mí.

-Ay, que risa. Deberías haber visto tu cara de susto, bonito vestido by the way.

Yo la ignoré. He de admitir que soy una persona demasiado asustadiza, aunque no le tengo miedo a prácticamente nada.

- ¿Entonces vamos? - Pregunté yo cambiando de tema.

-Sí, pero tendremos que esperar quince minutos hasta que llegue el siguiente autobús.

-Que vayamos andando dice. -Bromeé.

-Ni de puta coña voy yo andando.

Ahora era mi turno de reírme de ella.

Quince minutos más tarde llegó el bus que estábamos esperando, y en otros quince minutos más, ya estábamos en el centro comercial.

Yo no quería nada, pero Noelia estaba buscando unos zapatos nuevos y no quería venir sola, así que la acompañé. Al final me acabé comprando unos pantalones vaqueros negros porque los que tenía ya me quedaban muy justos, y mi mejor amiga se compró los zapatos que quería y una sudadera.

Solo tú [Solitarios#1] [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora