Diez y media de la noche, en una hora debían estar todos aquí. Lo único que pido es que no lleguen tarde, solo tienen un solo trabajo: ser puntuales.
Bruno estaba dando vueltas por la habitación mientras yo me maquillaba. Parecía preocupado, a veces paraba y abría la boca para hablar, pero entonces la cerraba y volvía a dar vueltas. Estaba empezando a marearme, sin embargo, no diría nada, si le preocupaba algo y quería decírmelo, que sea a su tiempo, cuando él se sintiese listo.
-Quiero cortarme el pelo. -Soltó por fin. Yo le miré a través del espejo con una ceja enarcada. -Quiero que me cortes el pelo. -Corrigió.
- ¿Qué?
-Necesito cortármelo, es el primer paso de la transición. Sé que hay chicos con el pelo largo y bla, bla, bla, pero quiero cortármelo. Necesito, cortármelo. -Explicó.
-Y entiendo tu punto, pero no creo que yo sea la persona indicada para hacerlo.
-Por favooooor. -Pidió.
- ¿Y por qué yo? ¿No se lo puedes pedir a los otros?
-París me chantajearía con que le haga algo y después lo haría mal a propósito para burlarse de mí, Laia me cortaría solo las puntas porque está obsesionada con el pelo largo, Arthur no me fío y Steph... me daría con su libro en la cara por siquiera pensar en ella. -Explicó.
-No creo que París hiciese eso.
-Le conoces desde hace dos meses, yo de hace un año, sé cómo es. Por faaaaaa. Te lo ruego.
-No es que no quiera hacerlo, solo que no te quiero hacer un desperdicio. ¿Por qué no te lo cortas tú solo?
-Porque no. Quiero que me lo hagas tú. Haré lo que quieras.
-No tienes que hacer nada por mí, es solo que... -No pude continuar porque Bruno puso ojos de cachorrito. -No me mires así... Ugh, vale. Ve al baño y mójate el pelo. Cuando me ponga la máscara de pestañas voy.
-Gracias, gracias, gracias. -Daba saltos dando palmadas como niño pequeño.
-Una cosa, ¿de dónde saco las tijeras? -Tras preguntar esto Bruno sonrió y saco unas del cajón de su mesita de noche. - Pero, ¿cómo?
-Yo también tengo mis contactos. -Solté una sola risa y negué con la cabeza.
Una vez ya estábamos en el baño miré su largo pelo, preocupada. Lo tenía hasta la cintura y me daba pena cortárselo, pero entendía que él quisiese cortárselo, así que suspiré y empecé con mi labor. Le empecé cortando de poco a poco hasta que le dejé el pelo medidamente largo, le llegaba hasta el hélix, o sea, la parte de arriba de la oreja, y la raya en el medio. Le quedaba increíblemente bien.
Cuando ya estaba terminando y dando los últimos retoques escuché cómo alguien llamaba a la puerta. Paré lo que estaba haciendo y me dirigí a la puerta para abrirla. Eran las once y cuarto, aún quedaba media hora para que todos viniesen, así que dudaba que fuese alguien del grupo.
Abrí la puerta y vi esos ojos bicolores, París ya había llegado. Le miré de arriba abajo y él hizo lo mismo conmigo mientras sonreía. Llevaba una camiseta blanca que le transparentaba los pectorales, unos pantalones vaqueros negros y una chaqueta de cuero del mismo color que los pantalones.
Le dejé pasar a lo que él se sentó en la cama. Le expliqué lo que Bruno me había pedido.
-Ya estoy terminando. -Expliqué. Fui al baño para continuar con mi trabajo, París me siguió para supuestamente ver el destrozo que le había hecho al pobre de Bruno, aunque me salió mucho mejor de lo que me esperaba.
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Solo tú [Solitarios#1] [Completa]
RomansUna chica Dos chicos Un psiquiátrico Muchos traumas Y amor de sobra ¿Qué pasó con Ayla y París? ¿Y con Niko? ACLARACIÓN: Entiendo que no te guste la historia. Yo escribo porque a mi me entretiene y a la gente le gusta lo que escribo. Si esta histori...