Solo tú [Solitarios#1] [Completa]

•Capítulo 9•

El cementerio.

Es un lugar muy bonito una vez te acostumbras.

Fui directa a una tumba, no necesitaba buscarla, sabía perfectamente dónde se encontraba.

Judith Dubois. 12, marzo 1974 – 24, julio 2020

-Hola, mamá. -Las lágrimas caían de mis ojos. -Siento mucho no haberte visitado antes, es que... No estaba lista, pero dentro de poco estaré contigo, para siempre, solo dame unas horas. - Di una sonrisa triste.

Tenía una tumba independiente, normalmente, cuando un matrimonio muere, les entierran juntos,o tienen una sola tumba para los dos, pero yo no quería que fuese así, quería que mamá descansase en paz, de una vez por todas.

-Dentro de poco, ahí pondrá Ayla Pusset. 12, agosto 2005 – 9, septiembre 2021. Por fin podré verte, estar contigo. Sé que si estuvieses aquí jamás me dejarías hacerlo, aunque si estuvieses no tendría necesidad de hacerlo, el caso es que no estás.

>>-Me prometiste que me protegerías. Que estarías conmigo para siempre, en las buenas y en las malas, pero estoy en las malas y no estas. Te necesito y no estás. ¡No estás! - Comencé a llorar mucho, sin parar hasta que estaba seca. No tardé bastante en levantarme porque sabía que la gente llamaría a mi tía e informaría de lo que iba a hacer, no tenía tiempo. -Hasta ahora, mamá.

Me levanté y fui a casa. Me aseguré de que no hubiese nadie en el edificio y, efectivamente, estaba vacía, sola. Fui a por un cuchillo a la cocina y entré al baño pero cuando iba a cerrar la puerta algo me decía que no lo hiciese, no era algo, era alguien.

Decidí subir rápidamente a por un papel y un bolígrafo de mi cuarto y le escribí una nota a mi tía Isa y a todos mis seres queridos.

Para mis seres queridos,

Sé que no debería, pero no puedo, he llegado al límite, un límite donde ya no puedo sentir nada, no puedo sentir tristeza, no puedo sentir felicidad, amor, odio, solo, no puedo y para vivir así, prefiero morir.

He intentado mantenerme firme pero he perdido esa batalla, por eso, hoy, 9 de septiembre de 2021 me voy a los brazos de la muerte. Llevo esperando su abrazo durante demasiado tiempo y por fin lo voy a conseguir.

Solo quiero que sepáis que os quiero, que he intentado cuidaros, pero no puedes cuidar al resto si no te sabes cuidar ni a ti misma. Lo he intentado, juro que sí, he dado lo mejor de mí, pero cuando das y no recibes, la vida, las ganas, la esperanza, se gasta, se va desvaneciendo.

También quiero informar que, si por algún casual esto llega a la policía o algo del estilo, no metáis a mi tía Isa en la cárcel, no se lo merece, no es su culpa, de hecho, ella es una de las pocas personas que han intentado llenar mi vida llena de oscuridad, un poco de su luz, pero la oscuridad que había en mi interior lo desgastó.

No metáis a nadie en la cárcel por esto, no es culpa de nadie, bueno, sí, hay una culpable, yo. Yo me iba matando a mí misma por dentro poco a poco y es hora de que termine lo empezado.

No lloréis por mí, mirad el lado positivo, por fin podré estar con mi alma gemela, mi madre, hasta el fin de los tiempos. Quiero que me enterréis con ella. Me da igual si me incineráis, me enterráis, que hacéis con mi cuerpo después de la vida, lo único que pido es que mi alma esté con ella, por favor.

Sinceramente,

Ayla Pusset- Dubois.

Dejé la carta en el lavabo del baño y me metí en ropa interior en la bañera. Habían sido dos semanas desde la última vez que me autolesioné, aunque jamás lo hice con las verdaderas intenciones de suicidarme. Solo de sentir... algo. Pero hoy, hoy era diferente, si no fuese por él, si él no hubiese vuelto.